La vuelta del Cuaderno de Viajes

Cuando un hijo se hace al mundo el padre también viaja. Sostiene el avión entre las nubes con toda la potencia de su fe -crea en algo o no- mientras fuma y mira el techo. Cuando el hijo de un viajero profesional sale al mundo es un milagro que no le cobren exceso de equipaje: lleva en su mochila una o dos toneladas de recomendaciones inútiles, el lastre de una experiencia ajena e intransferible.

Mi hijo eligió una vida nómade. A diferencia de mi condición de viajero profesional con base en la pampa gringa, él ha hecho del continente su casa. En pocos movimientos cambió largas estadías entre El Chaltén y Uruguay por el sur de Brasil y, en cuestión de minutos, un destino planificado en México por Guatemala. Pocas horas de preparación para decisiones que llevarían meses de planificación y meditación.

Los lectores con hijos en el mundo por estudios, placer o búsqueda de mejores horizontes sentirán algo de vértigo en esta línea. Otros pensarán que el ejercicio profesional del viaje prepara a un padre para estos golpes de timón. La respuesta es no.

El sábado 2 de abril de 2022 este portal publicó un informe sobre las celebraciones de Semana Santa en la ciudad de Antigua, primera capital de “el país de la eterna primavera”, escrita por Marina Perassi, que puede leerse aquí. No parece casual que este Cuaderno de Viajes sobre la pascua guatemalteca se haya escrito en las vísperas del Jueves Santo y se publique hoy.

El khil-khor es la cima de los Himalayas en la práctica del mandala, el arte budista que intenta representar el Todo. Los monjes utilizan conos de cobre llamados chang-bu para esparcir delgadas líneas de arenas coloreadas o piedras preciosas trituradas sobre la traza del diseño que Todo lo Es y Todo lo Contiene como un Aleph.

El Chang-Bu tiene un lomo serrado que se frota con una varilla para producir una vibración que acomoda y distribuye los granos en forma pareja. Cuando el carro anda, los melones se acomodan. Los monjes trabajan en grupos de cuatro a ocho. El sonido que apenas interrumpe el silencio ritual se asemeja a una conversación entre grillos ocultos o cigarras lejanas.

Una vez finalizado, el dibujo se borra desde los bordes hacia el centro y se esparce la mezcla multicolor sobre un río. El viaje desde el primer grano hasta el final simboliza el trayecto desde la semilla hasta el cosmos. El acto de borronear lo expresado cumple la función de romper los lazos de apego hacia la materia y las emociones.

Ciudad de Antigua, Guatemala. Último miércoles de Cuaresma. Mi hijo y su compañera, recién arribados a tierra maya, se ofrecen a colaborar en la construcción de la alfombra de virutas teñidas y flores que marcará el camino a las procesiones. El video los muestra concentrados en ese acto de integración a su nueva realidad, una ofrenda hacia una tradición y una comunidad que recién los recibe.

Alfombra de diseños barrocos con raíces mayas. La celebración de una fe traída hace unos cientos de años sobre un colchón de fina hojarasca que mantiene con vida milenarias creencias. Si mis enviados especiales permanecen en Guatemala hasta la Navidad cambiarán las virutas por ponsetias, flores de fuego para los mayas, flores brillantes para los aztecas.

Cuando un hijo se hace al mundo el padre también viaja. Se hace a la creencia de que sus pensamientos acompañan al cachorro allá afuera. Entonces fuma y escribe sobre ese viaje que hace en otro cuero. Tabaco, medicina de los hombres del maíz. Palabra, insumo de oración, para los que creen y para los que no. A Vittorio y Agustina. Gracias por llevarme.