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Villa Santa Rosa, por los otros caminos de San Brochero

Museo Casa Natal de Brochero. (Keegan Ediciones)
Museo Casa Natal de Brochero. (Keegan Ediciones)

José Gabriel Brochero pasó un tercio de su vida en esta localidad y en dos etapas muy importantes: su niñez, entre 1840 y 1856; y entre 1907 y 1912 en el último tramo de su vida, ya enfermo, antes de volver a su querida Villa del Tránsito para pasar sus últimos días.

Para conocer al Niño  Brochero

Museo Casa Natal de Brochero. (Keegan Ediciones)
Museo Casa Natal de Brochero. (Keegan Ediciones)

Ya sea por quedar en el camino a Miramar de Ansenuza, por devoción o simplemente para conocer nuestra Córdoba profunda, es recomendable ingresar a Villa Santa Rosa, la que recobró su nombre de antaño pero a la que algunos todavía reconocen como Santa Rosa del Río Primero, para adentrarse en una etapa no muy conocida del santo “cura gaucho” recorriendo la que fue su casa natal.

Área céntrica de Villa Santa Rosa. (Keegan Ediciones)
Área céntrica de Villa Santa Rosa. (Keegan Ediciones)

En realidad José Gabriel Brochero no nació en Villa Santa Rosa sino que, por esas contingencias que a veces suceden, el parto se adelantó cuando su madre estaba en un paraje conocido como Carreta Quemada, situado a unos 12 kilómetros de Villa Santa Rosa por el camino a Las Gramillas a lo largo del cual hay cartelería referida al camino de fe del Niño Brochero.

Paraje Carreta Quemada, donde nació José Gabriel del Rosario Brochero. (Keegan Ediciones)
Paraje Carreta Quemada, donde nació José Gabriel del Rosario Brochero. (Keegan Ediciones)

En Villa Santa Rosa José Gabriel del Rosario Brochero fue bautizado y la pila bautismal se conserva en la Casa de Ejercicios contigua a la Iglesia. A unos pocos metros del museo se encuentra una plazoleta, que fue el lugar donde se encontraba emplazado el modesto templo de Santa Rosa de Lima en el que se realizó el bautismo, con una representación de dicha capilla.

Pila bautismal, tallada en piedra sapo, en la que fue bautizado José Gabriel Brochero al día siguiente de su nacimiento. (Keegan Ediciones)
Pila bautismal, tallada en piedra sapo, en la que fue bautizado José Gabriel Brochero al día siguiente de su nacimiento. (Keegan Ediciones)

Museo Casa Natal del Cura Brochero

En esta casona esquina con puertas a ambas calles, que fue adquirida en 1837 por los padres del santo, Ignacio Brochero y Petrona Dávila, José Gabriel vivió sus primeros dieciséis años hasta partir al seminario en la capital cordobés. Basta comprender lo importante que es para cualquier individuo las vivencias de su infancia y primeros años de la adolescencia para valorar que fue aquí donde Brochero fue forjando su espíritu y su fe que lo terminó llevando a los altares.

Casa esquina, con ingreso por ambas calles, adquirida por los padres de José Gabriel Brochero en 1837. (Keegan Ediciones)
Casa esquina, con ingreso por ambas calles, adquirida por los padres de José Gabriel Brochero en 1837. (Keegan Ediciones)

Y Brochero también dejó su impronta en su terruño, gestionó ante el Gobierno de Córdoba un subsidio para la construcción del colegio de las Hermanas Dominicas, con el que pudieron terminar el edificio en 1895; como fomentar la construcción del ramal Seeber - Deán Funes las bases del ramal unió a Villa Santa Rosa con la capital provincial.

Acceso al patio de la casona. (Keegan Ediciones)
Acceso al patio de la casona. (Keegan Ediciones)

Ya ingresar a esta casona del siglo 19 es una experiencia maravillosa, aunque no se conserva la totalidad de la misma, en especial las áreas de los dormitorios. Pero sí están bien conservadas la fachada de la vivienda y las habitaciones de la vida familiar, y apenas uno transpone este lugar cargado de emociones es posible observar tres salas distintas:

Su vida en imágenes. Es la sala que se encuentra a la derecha apenas uno ingresa a la casona. Al entrar a esta habitación el visitante se encuentra con un cuadro del Niño Brochero realizado por el artista Federico Rubenacker en 2016, quien trabajó junto con Liliana de Denaro, que impacta por lo poco habitual de ver a al santo en esa etapa de la vida.

Sala que alberga la vida de Brochero en imágenes. (Keegan Ediciones)
Sala que alberga la vida de Brochero en imágenes. (Keegan Ediciones)

Hay numerosas pertenencias del cura, como fotografías, cartas, su máquina de escribir y una casulla que evidencia lo menudo que era José Gabriel.

Casulla y máquina de escribir de Brochero. (Keegan Ediciones)
Casulla y máquina de escribir de Brochero. (Keegan Ediciones)

Los Lugares de Brochero. Es la sala opuesta, y allí resalta la presencia de un retablo de 1887 que estaba en la capilla de la antigua Casa de Ejercicios Espirituales de Villa Santa Rosa, frente al que "cura gaucho" daba misa. También acompañan otros elementos como una silla utilizada por el cura y una imagen de la Virgen de la Merced frente a la que la familia se reunía para rezar y que fue donada por los familiares del santo al museo.

Silla e imagen de la Virgen de la Merced. (Keegan Ediciones)
Silla e imagen de la Virgen de la Merced. (Keegan Ediciones)

Homenajes. Es la tercera sala, contigua a la anteriormente descripta, y que alberga numerosas obras artísticas que muestran las diferentes etapas de la vida de Brochero.

Otro lugar que se puede recorrer es el patio, dominado por una higuera centenaria, una línea de tiempo con los principales hitos en la vida del santo, el aljibe y un espacio destinado para la oración.

Patio interior de la casa. (Keegan Ediciones)
Patio interior de la casa. (Keegan Ediciones)

Las actividades brocherianas son numerosas a lo largo del año, como las cabalgatas que unen los caminos de Brochero desde Carreta Quemada a Traslasierra, y se concentran en Villa Santa Rosa cada 16 de marzo, día del natalicio del santo “cura gaucho”. (Horario: de lunes a domingos de 10 a 12 y de 18 a 21; reservas de turno al 3574 638048 o 3574 400347; contribución $ 50).

Si el destino es Miramar de Ansenuza, bien vale la pena ingresar a Villa Santa Rosa y conocer esta parte de la historia de nuestra Córdoba. (Keegan Ediciones)
Si el destino es Miramar de Ansenuza, bien vale la pena ingresar a Villa Santa Rosa y conocer esta parte de la historia de nuestra Córdoba. (Keegan Ediciones)