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Villa Giardino: por algo la llaman jardín

Ubicada a 86 kilómetros de la ciudad de Córdoba y a aproximadamente 1.100 metros sobre el nivel del mar, en el valle de Punilla, Villa Giardino reúne las condiciones óptimas para ser llamada “el Jardín de Punilla”. Visita a la vecina Thea.

Por sus cuidados accesos, plazas y espacios verdes se la llama “Jardín de Punilla”, título que refrenda con el continuo mantenimiento del bulevar de ingreso, ornamentado con coloridas flores y un césped impecable. Pero esa característica no se agota sólo a la entrada de la villa, también se cumple en el trazado de sus calles, veredas y plazas.

La hoy localidad turística, reconoce un pasado prehispánico con la presencia de un asentamiento de la cultura comechingón. Así lo confirmó el hallazgo de restos arqueológicos aborígenes.

Desde hace ya varios años Villa Giardino se posicionó como pionera en el reciclaje de residuos y cuenta con la primera planta de tratamiento de residuos orgánicos de la Argentina, a los que reconvierte en abono de primera calidad. .

Se trata de una hermosa villa turística, de perfil residencial y pujante, elegida como lugar de recreación y descanso por numerosos artistas –allí tienen casas y cabañas Georgina Barbarrosa y Damián De Santo, entre otros– y artesanos, que encuentran en el lugar fuente de inspiración.

Recorridos

A la hora de hacer recorridos, se sugiere visitar la iglesia Nuestra Señora de Lourdes cuya construcción comenzó en 1942 y fue inaugurada al año siguiente. El templo fue construido con el aporte económico de la familia Giardino y la colaboración de la comunidad.

Su fachada es simple, posee un rosetón, luce un importante reloj y culmina con una gran cruz de hierro.

El interior consta de una nave principal y dos laterales, donde la protagonista es la imagen de Nuestra Señora de Lourdes. Allí descansan los restos de Juana Micono de Giardino y de Ugolino Giardino, fundadores del pueblo.

Del mismo modo, se impone una visita a la capilla Nuestra Señora de la Merced, la cual se estima fue construida en 1720, aunque no hay certezas al respecto. Para llegar a ella se accede por la avenida San Martín, la principal de la villa, hasta llegar a la sierra.

Sin duda, los amantes de la naturaleza disfrutarán del dique El Portecelo, sobre el río San Francisco, donde el balneario municipal que cuenta con natatorio, camping, confitería, asadores, estacionamiento y servicio de guardavidas, entre otros.

Aguas abajo del balneario se demarcó un área como Reserva Natural Municipal, para preservar el ecosistema donde conviven una vegetación compuesta por juncos, carquejas y totoras y la fauna en la que se destacan las aves. Garzas, cormoranes, cisnes, patos, gallinetas y otras especies, con sus particulares colores y costumbres, conforman una bella postal natural.

Está prohibida la caza y únicamente se permite la pesca con anzuelos pequeños. Hay un dique de medianas dimensiones que embalsa las aguas del río, dando al lugar un encanto muy especial.

Otro paseo recomendable es al cercano Molino Thea que fue el primer ícono turístico de la villa. Sobre el antiguo molino de piedra colonial, que era utilizado para la molienda de granos para las estancias vecinas, el pionero ingeniero italiano Miguel Thea construyó un mirador sobre las márgenes del río Grande de Punilla, a mediados del 1800. La base es de piedra y en la parte superior tiene una pequeña cúpula de madera, desde donde se puede divisar una gran panorámica del valle.

Camino de los Artesanos

Es uno de los paseos más pintorescos y para quienes gustan de las caminatas es un lugar ideal. Son ocho kilómetros por camino de tierra. Se toma la avenida San Martín hasta encontrar un cartel indicador, donde se tuerce a la izquierda. También se puede hacer el Camino de los Artesanos desde la vecina localidad de La Cumbre.

Se trata de un pintoresco recorrido donde se encuentran casas de artesanos y granjas ecológicas, cuyos productos son expuestos a los visitantes. Distintos artículos de factura artesanal tientan, desde piezas de cerámica, madera, cestería, bijouterie, metal, lana, telar, piedras semipreciosas y especialidades gastronómicas como dulces, fiambres, licores, y conservas caseras.

Completan el paisaje coquetas casas de té, que suelen ofrecer espectáculos musicales y artísticos..

La cantidad y calidad de pequeños negocios hacen un placentero viaje hacia la naturaleza y la buena gastronomía, rodeado de añosos árboles que dan sombra en gran parte del recorrido.

Finalmente, Villa Giardino en materia deportiva cuenta con un circuito de bicicletas, en la especialidad BMX (bicicross) que requiere de mucha técnica y que hoy tendrá su cierre de campeonato a nivel nacional.

Lo que hay que saber

Dónde. Villa Giardino está en el valle de Punilla entre las Sierras Chicas al este y las Sierras Grandes al oeste.

Distancia de Córdoba Capital: 86 kilómetros.

Para comer. Restaurante Della Fontana (en el ingreso a la localidad) y Confitería El Bosque (en el Camino de los Artesanos).

Informes. Secretaría de Turismo, teléfono (03548) 49-1342. E-mail: turismo@villagiardino.com.ar