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Villa General Belgrano, postales de Europa en las sierras

Con fiestas convocantes y propuestas ligadas a la naturaleza, para muchos esta ciudad se ubica entre las más bellas de la provincia.

Las construcciones, los carteles, las denominaciones de los locales comerciales, las banderas: todo se asemeja a postales sacadas de otro país. Algunos sienten que se trasladaron a Alemania; otros, a Suiza o Austria. Y es que la gran comunidad de alemanes que se asentó en esta parte del Valle de Calamuchita allá por 1931 fue construyendo la imagen que hoy Villa General Belgrano muestra a quienes la visitan.

Gran parte de las actividades que ofrece la ciudad se concentra sobre la calle San Martín, que crece año a año. Hoy es un largo paseo repleto de locales comerciales y gastronómicos, que invita a observar, oler, escuchar y degustar, ya que las comidas típicas y la música germana están en todas partes.

Entre tanta influencia centroeuropea no podía faltar la cerveza: existen múltiples variedades y es un terreno en el que las propuestas artesanales han ganado una participación importante. En este marco, es muy recomendable visitar Viejo Munich (San Martín 362), una fábrica de cervezas artesanales –la roja es altamente aconsejable–.

Siguiendo por la misma calle se pueden encontrar los mayores íconos de “la Villa”, esos que acompañan las fotos de todos los turistas: el barril de la Oktoberfest (que simboliza la tradicional fiesta homónima) y el edificio del Museo Histórico y Centro Cultural Villa General Belgrano (una construcción de estilo centroeuropeo con techo a dos aguas y una enorme torre que vigila la localidad).

El paseo por el centro puede terminar comprando recuerdos de esta “pequeña Europa”, y tanto San Martín como las calles aledañas congregan múltiples opciones para elegir.

DATOS. Información útil para visitar Villa General Belgrano.

Más allá de la ciudad: recorridos para disfrutar de la naturaleza

Hay tres paseos muy interesantes para realizar en Villa General Belgrano. El primero consiste en ascender al Cerro La Virgen, desde donde se puede obtener la mejor vista de “la Villa”. Presenta una dificultad intermedia y se extiende a lo largo de 1.700 metros desde la base hasta la cima, por lo que es necesario ir con calzado cómodo. Se accede desde la ruta y el ingreso está bien señalizado.

Menos exigente a nivel físico es el paseo de los arroyos. Para emprenderlo, a dos cuadras de la calle San Martín se debe bajar por la calle Selva Negra hasta el arroyo La Toma. El trayecto es de menos de un kilómetro y se desarrolla en un lindo entorno natural, bordeando el agua.

Algo más lejano (a 600 metros por la ruta 5) se localiza Pozo Verde. Este es uno de los lugares menos conocidos a nivel turístico, pero uno de los más recomendados por los habitantes de la localidad. Tras caminar unos 15 minutos, se llega hasta una olla de intensa tonalidad verde, de la cual deriva su nombre.