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Uritorco y Calabalumba, la leyenda de amor alrededor del siempre enigmático cerro

Alternativas para subir a uno de los cerros más emblemáticos de las sierras. La historia, la leyenda y los paisajes que necesitás saber para emprender tu viaje.

Rodeado de un halo sagrado, que atrae cada año a miles de visitantes, se erige el punto más alto de las Sierras Chicas, el Cerro Uritorco, con sus 1979 msnm. Su nombre deriva de la conjunción de las voces quechuas uritu (lora) y orco (cerro), o sea “cerro de las loras”. Otras versiones afirman que su nombre significa “cerro macho”.

Este magnífico y enigmático cerro está ubicado en Capilla del Monte, en el norte del Valle de Punilla, uno de los entornos naturales más bellos de Córdoba. Esta localidad, envuelta de magia y misterio, se ha convertido en uno de los centros más buscados, no sólo por aquellos que desean realizar actividades de aventura, sino también por quienes quieren estimular el cuerpo y el espíritu.

En marcha

Para llegar a la base del cerro, se deben recorrer, desde la plaza de la ciudad, unos tres kilómetros de camino de ripio. A lo largo de este recorrido, la intriga y fascinación van creciendo, dando cuenta de que el cerro está cada vez más cerca. Una vez allí, se debe abonar un registro de ingreso en la confitería del predio, hasta que finalmente comienza la aventura.

Dependiendo de las estaciones del año y la luz natural que provee el día, se extienden o se acortan los horarios para iniciar el ascenso. En invierno y otoño se sugiere hacerlo entre las 8 y las 10, para llegar a la cima antes de las 14.30, horario recomendado para comenzar el descenso. Mientras que en primavera-verano, la franja horaria para subir se extiende hasta el mediodía.

El trayecto para llegar hasta la cima cuenta con cinco postas que invitan al descanso. El primero, a 1.137 msnm, es el Paraje del Caminante; el segundo La Posta del Silencio, que se encuentra a 1.216 msnm; el tercero, La Hondonada del Buey, a 1417 msnm; el cuarto es La Quebrada del Viento a 1.450 msnm y, finalmente, el quinto es El Valle de los Espíritus, ubicado a 1.570 msnm. Este último cuenta con un refugio para 20 personas, destinado a aquellas personas que deseen pernoctar en el cerro.

La vegetación va cambiando a lo largo del recorrido. Primero, los densos bosques de horco quebrachos se adueñan del paisaje, mientras que a mayor altura y ya muy cerca de la cumbre aparecen los pastizales serranos, apaciguando con su belleza el trayecto más complejo a la cima. Al cruzar el cuarto descanso, el río Calabalumba sorprende con sus cristalinas aguas, un punto clave para descansar, refrescarse y luego continuar el trayecto.

Al llegar a la cúspide se puede disfrutar de una extraordinaria vista del Valle de Punilla y de los diques El Cajón y Cruz de Eje.

El cerro Uritorco es, en definitiva, el ámbito donde se experimentan las más variadas sensaciones, envolviendo al aventurero en un sendero cargado de enigmas, misterios y paisajes espectaculares.

Una leyenda de amor 

El especial encanto de este gran cerro, mezcla de mitos y extraterrestres, se creó a partir de su propia leyenda, basada en una historia de amor.

Cuenta la leyenda que Uritorco fue un joven indio enamorado de la bella hija de un hechicero, el cual se encontraba en contra de este romance. Los jóvenes, Uritorco y Calabalumba, huyeron, pero fueron alcanzados por la maldición. Se transformaron ambos: él, en el magnífico cerro; y ella, en ese río de lágrimas que brota de su pecho de piedra. El hechizo de ese amor perduró por siempre, como expresión de la naturaleza.