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Un oasis de aguas termales en Córdoba

El Quicho es un “spa natural” en medio del desierto rural en Serrezuela, Cruz del Eje. Sus aguas alcanzan los 40 grados.

Corría el año 1987 cuando unos obreros de la localidad de Serrezuela iniciaron la construcción de la escuelita Rubén Darío. De pronto, durante una perforación, empezaron a brotar aguas meso termales. La mayor sorpresa fue que esto sucediera en una zona de sequía extrema, con temperaturas que alcanzan los 50 grados durante el verano.

Actualmente, las aguas termales de El Quicho siguen asombrando por la misma razón, debido a que son, literalmente, un oasis en medio del desierto. Se trata de una potente cascada geotérmica de gran presión cuyas aguas alcanzan los 40 grados, y tiene un caudal promedio de 180 litros por hora. Esto convierte al sitio en un spa natural con uno de los mejores hidromasajes, de acuerdo con la opinión de sus visitantes.

Ubicada en la localidad de Serrezuela, en el departamento de Cruz del Eje –a 245 kilómetros de la ciudad de Córdoba–, esta olla termal tiene 12 metros de diámetro y medio metro de profundidad. Se encuentra rodeada de vegetación, lo que provoca que se destaque aún más en medio del paisaje desértico.

Además, sus aguas ofrecen un alivio para los dolores físicos y un descanso para la mente, y ocasionalmente se puede presenciar el vuelo de garzas. Por otro lado, algunos visitantes se aventuran a cubrir sus cuerpos de lodo y afirman que este tratamiento tiene propiedades curativas, aunque esa información no ha sido comprobada científicamente.

Para aquellos que visiten este destino, se recomiendan baños de 30 minutos, y llevar repelente para protegerse de los mosquitos que merodean por la zona.