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Un fin de semana en Calamuchita para escaparse entre Navidad y Año Nuevo

La Cumbrecita, una opción para desconectarse del ritmo frenético de fin de año. (Juan Manuel Pairone)
La Cumbrecita, una opción para desconectarse del ritmo frenético de fin de año. (Juan Manuel Pairone)

Agarrar el auto y enfilar en dirección suroeste hacia uno de los valles turísticos de la provincia es una opción ideal para tomarse un par de días para caminar, recorrer y explorar.

Entre las diversas opciones que existen en Córdoba a la hora de cumplir con el mandato local de “ir al río”, pasar unos días en las Sierras o buscar una opción para desconectarse del ritmo frenético de fin de año, el Valle de Calamuchita cotiza en alza.

Basta tomar la ruta provincial 5 -saliendo hacia Alta Gracia- para iniciar un viaje corto pero no tan corto que garantiza una buena dosis de estímulos para la vista. Si se quiere llegar a Villa General Belgrano o a Santa Rosa de Calamuchita, en algo más de una hora y media en auto se puede estar en cualquiera de esas localidades ubicadas al sur del imponente dique Los Molinos y en dirección noroeste del Embalse Río Tercero. Primera impresión: la panorámica que ofrece la ruta hace valer cada kilómetro.

Alcanza el paseo para entender la variedad y la calidad de paisajes que ofrece la provincia. Mientras se atraviesa el Valle de Paravachasca y el departamento Santa María, entre rectas prolongadas y tramos de pintorescas curvas, la vegetación serrana empieza a marcar presencia entre Anisacate, La Bolsa y Los Aromos. A fines de diciembre, luego de un par de intensas lluvias, las tonalidades de verde explotan a medida que los árboles les van ganando terreno a las construcciones.

Entre ríos

Al llegar a Villa Ciudad de América, el desvío por la ruta provincial S271 guía el rumbo hacia Potrero de Garay, donde el lago Los Molinos se observa en todo su esplendor y el caudaloso Río de los Espinillos invita a estacionar y bajar para estirar las piernas en la orilla. Apenas 12 kilómetros más adelante, Los Reartes aparece como una joya escondida, con su cartelería elegante y su atmósfera fuera del tiempo.

Allí y en los alrededores, las opciones de alojamiento se multiplican entre hoteles, cabañas, casas en alquiler y campings. Se puede recorrer la zona para elegir el lugar indicado en función de las posibilidades y las preferencias. No obstante, no hay que conformarse con acceder al dique y ya. Mucho más a mano, y con salidas en plena ruta S271, el Río del Medio y el río Los Reartes ofrecen postales características de la Córdoba serrana: cursos de agua ideales para refrescarse, con pequeñas playas, piedras, mucho verde y las famosas “ollitas” para nadar.

Entre Los Reartes y La Cumbrecita, por un camino de ripio que sale desde la misma ruta, varios campings y casas de campo ofrecen bajadas privilegiadas a ambos ríos. A través de diferentes caminos y senderos, una caminata entre bosques y estepas graminosas constituye un paseo en sí mismo. El recorrido destaca arbustos típicos y los implantados pinos que refuerzan el imaginario centroeuropeo del paisaje, aunque se trate en realidad de un cajón natural entre las Sierras Chicas y las Sierras Grandes.

El remitente a la identidad "alpina" de migrantes alemanes, suizos y austríacos se extiende definitivamente en parajes como Villa Alpina o Villa Berna, en el famoso pueblo peatonal de La Cumbrecita y en Villa General Belgrano, el principal referente turístico del departamento a nivel nacional. Vale la pena darse una vuelta por sus calles, degustar una cerveza o un chocolate y detenerse a mirar el mapa para elegir la próxima parada.

Recorriendo la ruta S271 entre Potrero de Garay y Villa General Belgrano (donde termina el trayecto) y sus caminos internos, el esplendor del Valle de Calamuchita termina de forjarse en primera persona, caminándolo y recorriendo cada uno de sus pueblos. Entre bosques, ríos y sierras, pequeñas localidades y parajes que dan la idea de estar en medio de la nada, uno de los departamentos de mayor actividad turística a nivel provincial puede convertirse en un destino ideal para aprovechar unos días, cortar con la rutina y despejarse de todo.