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Tres razones para poner a Alta Gracia en tu GPS

El Tajamar, Alta Gracia.
El Tajamar, Alta Gracia.

Rica en cultura y paisajes naturales, esta localidad serrana a 40 minutos de Córdoba es perfecta para tu finde.

No importa si ya la visitaste, Alta Gracia es una ciudad vibrante a la que siempre vale la pena volver. Desde su lado más citadino, con museos y bares para salir a cenar, hasta su costado relax, con playitas de río y mucho verde, todos encuentran acá su plan perfecto.

Razón 1: El centro histórico

El corazón de la localidad se disfruta más a la tarde, cuando el sol baja y se refleja a sus anchas en el Tajamar, un dique artificial que diseñaron los jesuitas a mediados del 1600 y que se declaró Patrimonio de la Humanidad.

Lo vigila, altiva y orgullosa, una torre con reloj que es la postal obligada de todo turista. A sus pies, los fines de semana podés pasear por una feria de artesanías y buscar tazas, macetas y dulces caseros.

Iglesia Lourdes, Alta Gracia.
Iglesia Lourdes, Alta Gracia.

Razón 2: Museos imperdibles

Si te quedaste a dormir, la mañana es un buen momento para hacer un recorrido cultural. Gabriel Dubois fue un artista plástico francés que se instaló en la ciudad serrana y vivió una vida intensa, de amores, tertulias y mucho arte. Realizó obras monumentales para el Salón Principal del Teatro Colón y el Congreso de la Nación, además de esculturas, pinturas y muebles tallados con diseños que parecen imposibles.

Hoy su casa es un espacio abierto que invita a conocer su trayectoria creativa y adentrarse en su historia familiar. Algunos detalles a no perderse: la cocina con recetas originales de la casa, los moldes de su taller y el homenaje en tamaño natural que le hizo a su esposa y que descansa en el jardín.

Museo del "Che", Alta Gracia.
Museo del "Che", Alta Gracia.

A un kilómetro y medio se encuentra la casa de otra personalidad que no necesita introducción: el Che. “Ernestito” Guevara vivió su infancia en esta casona que guarda sus recuerdos más dulces y los testimonios de sus amigos y vecinos, contando sobre las tardes de juego en el patio y las aventuras compartidas. Entre los tesoros que cuida se cuentan sus diarios de viaje y su bicicleta a motor con la que recorrió miles de kilómetros.

Razón 3: Un trekking con dos postas

Para visitantes más inquietos la caminata es siempre una buena idea. Este trekking es de siete kilómetros entre ida y vuelta, por calle de tierra. Empieza y termina en el centro, en el Tajamar, de ahí se toma la avenida Sarmiento y, media hora después sin desviarse, se llega a la primera parada, la iglesia Virgen de Lourdes.

Además de hermosa y colorida, la construcción religiosa esconde una curiosidad: La silueta de la virgen que se manifestó grabada en la pared del altar y se atribuye a un milagro.

En el predio hay un Vía Crucis de baja dificultad, lleva a un mirador desde donde se puede observar gran parte del valle que rodea la ciudad. En la puerta del complejo no faltan los vendedores de tortillas caseras y pastelitos, por si se quiere emprender la segunda parte del recorrido con provisiones de calorías.

Museo Casa Gabriel Dubois.
Museo Casa Gabriel Dubois.

El camino sigue por poco más de un kilómetro y medio por la calle Caglianone. Dejando atrás el tráfico más intenso, el camino se descubre tranquilo y pacífico, con la compañía ocasional de otros caminantes y aves curiosas.

La segunda y última posta se llama Primer Paredón, una caída de agua que forma una ollita tranquila y baja de color ámbar, sobre el Arroyo Los Paredones. Ahí el plan es claro: buscar un lugar en el pasto y descansar las piernas.

Primer Paredón sobre el arroyo Los Paredones, Alta Gracia.
Primer Paredón sobre el arroyo Los Paredones, Alta Gracia.

La sombra de los árboles es bien recibida en la pausa antes de emprender la vuelta al Tajamar. La única inquietud en este momento es: ¿comer primero el pastelito de batata o el de membrillo?

Datos útiles:

Alta Gracia se encuentra a 40 kilómetros de Córdoba. Se puede ir en colectivo interurbano y la terminal se encuentra a pocas cuadras del centro.

Los museos son pagos, puede abonarse un pase individual que permite ingresar a todos los museos de la ciudad por un precio promocional.

Para salir a comer, las avenidas Sarmiento y Belgrano reúnen la mayoría de los bares.