buscar

Testigo de lujo de la historia

Primero fue plaza seca con el rango de Plaza Mayor. Fue mercado, patíbulo y centro de corrida de toros, y también lugar de paseos, tertulias y escenario de fiestas populares.

Desde la fundación de Córdoba, la Plaza Mayor se posicionó como centro estratégico del damero original, ya que fue escenario de numerosas actividades de carácter social, recreativo, cultural, lúdico y comercial.

Fue lugar de paseo, tertulias, escenario de fiestas populares y procesiones, mercado, sitio de recepción y emisión de noticias.

Ocasionalmente, la plaza se transformaba en Plaza de Toros, sin embargo después de la declaración de la independencia estas desaparecieron ya que constituían un entretenimiento típicamente español.

Como Plaza Mayor fue testigo de paradas militares, de ajusticiamientos hasta que en el siglo 19 los sentenciados fueron ejecutados en el Calicanto de la Cañada.

Muy lentamente empezaron las obras de su embellecimiento. Se trazaron senderos diagonales que unían las esquinas y con el correr del tiempo llegó la forestación.

La plaza fue iluminada, primeramente con velas, luego con querosén y posteriormente se colocaron faroles a gas.

En 1876, el arquitecto-escultor José Allio realizó dos fuentes de mármol de Carrara, a las cuales el agua llegaba desde el estanque ubicado en el actual paseo Sobre Monte.

Con el fin de darle una fisonomía europea a edificios, plazas y paseos, se quiso traer piedras negras de Bélgica para las veredas de la plaza, pero Allio sugirió el uso de lajas de las vecinas Saldán y La Calera.

A finales del siglo 19 la plaza sorprendía al visitante con una glorieta en la que la Banda de Música, supuesta antecesora de la Banda Sinfónica de la Provincia, deleitaba con generosos acordes durante los fines de semana y días festivos.

Pasaban los años y continuaba como la Plaza Mayor, hasta que a principios de siglo 20, se la comenzó a llamar Plaza San Martín aunque el monumento central fue inaugurado el 8 de julio de 1916.

Corría 1925, cuando el intendente Emilio Olmos nombró director de Parques, Paseos y Ornamentación de la Municipalidad al santiagueño Carlos David, quien intervino exitosamente el entorno.

El monumento. Corría 1910 y el centenario del primer gobierno patrio se vivía con euforia a nivel nacional quien donó esculturas en homenaje a los grandes hombres de la historia.

En Córdoba se erigió con el tiempo una estatua en homenaje al general José de San Martín. El trabajo quedó en manos del arquitecto Atilio Locatti y los artistas rosarinos Lucio Fontana y José Scarabelli.

El monumento ocupa el centro de la plaza y la escultura muestra a San Martín con su clásico sombrero falucho, de dos picos y ala abarquillada y él viste una chaqueta guerrera con faldón, prendida al medio, con cuello alto y bordado. Tiene grandes charreteras y una banda que le cruza el pecho de derecha a izquierda anudándose a la cintura. Calza botas granaderas con espuelas, lleva sable corvo y silla de montar y su brazo derecho señala la dirección de la cordillera de Los Andes.

El conjunto escultórico se apoya en un pedestal de granito gris proveniente de Las Peñas, norte de Córdoba.

Una faja de bronce fundido rodea al monumento que en sus vértices cuatro cóndores de bronce.

Al frente se observa un exquisito trabajo de la Apoteosis de la República, representado por una mujer, un sol y las figuras de un hombre y una mujer a sus pies y en la parte inferior, un bajorrelieve de la entrevista de San Martín y Pueyrredón, partícipe de la reconquista de Buenos Aires. Una lámpara votiva hace referencia a las hazañas y proezas de San Martín y una alusión al combate de San Lorenzo y al histórico abrazo de San Martín y O\'Higgins, después de la batalla de Maipú.

El presente. Hoy la plaza, paseo central de la ciudad, donde residentes y visitantes cruzan sus pasos al andar, luce importantes cambios. Allí,  el nuevo césped, las rejas que protegen los canteros, las luces que llevan a mirar las copas de los árboles, las baldosas de las veredas, las fuentes refuncionalizadas y los faroles pintados, respetan la historia de la primera plaza de la ciudad.

Foto Noticia

Reloj de flores en Villa Giardino

Confirmando su calificativo de “Jardín de Punilla”, el pasado 24 de este mes se inauguró en Villa Giardino un reloj floral. La obra tiene un diámetro total de 12 metros, la esfera del reloj mide seis metros y tanto los números como las letras son de acero inoxidable y están iluminados con “leds” de color azul.