Si no conocés la cascada Cinco Chorros, agendala para una próxima escapada

La provincia presentó su catálogo de experiencias, con un variado menú de destinos que van desde lo más popular a lo menos conocido. Todos, esos sí, son extraordinarios lugares para descubrir.

Uno de ellos es la cascada Cinco Chorros, en el corazón del Parque Nacional Quebrada del Condorito. Se puede realizar la experiencia, pero sólo con guía: el sendero prácticamente no está demarcado, por lo que es silvestre y natural, pero aumenta la dificultad.

Recorrer el parque por esas sendas permite una perspectiva diferente del parque: ofrece la alternativa de disfrutar casi en soledad de las mejores vistas. "Es disfrutar de la Pampa de Achala en el mejor momento del día, a la tardecita es cuando tanto a los Cóndores como a un gran número de aves, regresan a sus posaderas para dejar atrás un largo día de vuelo en busca de alimentos. El regreso al atardecer nos da también la posibilidad de disfrutar la soledad de la montaña, ese momento en el que la mente se despeja de toda preocupación", aseguran.

La actividad comienza en un punto de reunión, hacia el ingreso al parque. El Camino de las Altas Cumbres, que cruza del Valle de Punilla al Valle de Traslasierra es el escenario de la visita.

En el viaje se transita el nuevo camino que cruza las sierras chicas por la Falda del Cañete, segmento asfáltico que serpentea las sierras chicas y se conecta con el antiguo Camino de las Altas Cumbres.

Tras dos horas de viaje, se llega al punto de inicio del trekking, el Centro de Visitantes del Parque.

En la página de la Agencia Córdoba Turismo se puede conocer el recorrido completo, que empieza con una mochila por la senda Secreto Bajo Nuestros Pies, al frente del Centro de Visitantes.

En el punto más alejado de la senda, hay que tomar rumbo al suroeste en busca de la cascada Cinco Chorros.

"En el recorrido podremos disfrutar de pequeñas cascadas, cajones, y profundas hoyas para refrescarse, dependiendo la época del año. Éste es un lugar de ensueño. El sonido de la cascada nos transporta a otro nivel, la tranquilidad y la relajación se apoderan de nuestro cuerpo, mientras remojamos nuestros pies a la vera del arroyo. La cascada es muy singular y llama a distenderse, gozar del sonido del agua, que va serpenteando entre las piedras".

El recorrido termina por otra senda, que lleva al final del circuito, donde se puede encontrar "pequeños recovecos del arroyo en donde la Pampa de Achala muestra su nobleza".

Es una experiencia de dificultad media y que requiere el día completo.