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San José de la Dormida: un pueblo de origen sanavirón

Tiene la mansedumbre de los lugares norteños y asumió la responsabilidad de proteger el valioso legado de la cultura originaria. El museo fue puesto en valor e integra el vasto patrimonio regional.

A 125 kilómetros al norte de la ciudad de Córdoba, en el corazón del departamento Tulumba y al pie de las sierras de Ambargasta se encuentra San José de la Dormida.

La antigua población cuya historia se remonta a tiempos prehispánicos cuando las culturas aborígenes la llamaban Chipitín (“hombre del río”).

Una larga historia

San José de la Dormida comenzó su historia antes de la conquista española cuando los nativos la llamaban Chipitín (en lengua aborigen “hombre del río”. Los habitantes pertenecían a la cultura sanavirona que dejó numerosos vestigios de su presencia en el medio natural.

Con la llegada de los españoles, las comunidades originarias se transformaron en hitos hispánicos a la vera del Camino Real al Alto Perú, así apareció “La Dormida del Alto”, hasta que en 1857 se fundó oficialmente con el actual nombre en homenaje a su santo patrono.

Para conocer

La antigua Parroquia San José, bendecida por el obispo fray Mamerto Esquiú, se destaca por sus imponentes cúpulas, mientras que el recorrido por la calle principal, hoy urbanizada, transporta a épocas del Camino Real, cuando era parte de la vía de comunicación que unía Buenos Aires y el Alto Perú.

Sobre la avenida principal se encuentra el histórico Aguaribay, árbol que los lugareños respetan como referencia de la posta del Camino Real ya desaparecida.

A pocos metros se observa la fachada de la Casa fray Mamerto Esquiú, donde el religioso catamarqueño se alojó durante su misión pastoral. También a escasa distancia de la Plaza San Martín se pueden visitar los “morteritos”, testimonio de las culturas nativas que habitaron el norte cordobés.

Para cerrar el capítulo del legado aborigen nada mejor que visitar el restaurado Museo Regional Sanavirón.

Puesta en valor del Museo Regional 

La vieja casona construida en la década de 1880 integra el valioso patrimonio de San José de la Dormida y recientemente fue recuperada en su casi totalidad para albergar al Museo Regional Sanavirón.

El museo nació de la iniciativa de un grupo de vecinos en 1990 que seis años después lo trasladó al antiguo solar de los Fernández Rubio, verdadera obra de arte de la arquitectura decimonónica. No obstante, ese edificio patrimonial requería su puesta en valor. Después de mucho tiempo de trabajo esos esfuerzos se vieron cristalizados con la actual gestión del intendente Miguel Roldán.

El logotipo es una “ushuta” (ojota) encontrada dentro de un ladrillo de adobe, pieza de referencia y de reverencia en el museo. El proyecto de restauración y habilitación es de la arquitecta Teresa Acuña y el tratamiento de conservación y almacenaje de la colección y diseño de montaje y gráfica fue dirigido por Carlos Ferreyra.

El concepto regidor fue mantener la masa espacial y la lectura estética con la modernización de sectores para darle visibilidad y dinamismo.

El Museo Regional Sanavirón cuenta con cinco tipos de colecciones: arqueología, criollos, modernidad, ciencias naturales y bellas artes, aunque en esta primera etapa sólo se exponen las tres primeras.

Museo regional Sanavirón

Dónde: Gilma Ariza esquina Hipólito Yrigoyen, San José de la Dormida.

Horarios de atención: Martes a domingos de 9 a 13 y de 16 a 20. Lunes cerrado.

Entrada: libre y gratuita.

Acceso a la localidad: a través de la ruta nacional 9 y la provincial 16.