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El río Mina Clavero está en la vidriera del mundo

Elegido como una de las 7 Maravillas Naturales Argentinas, este destino de Traslasierra pasó a las ligas mayores. Cómo vive la premiación el máximo responsable del turismo de Córdoba y qué acciones se realizarán a futuro.

Puertas adentro, el río Mina Clavero es uno de los tantos hermosos y pintorescos cursos de agua que tiene Córdoba. Conocido por casi todos los cordobeses y por muchos argentinos, son pocas las personas que no lo visitaron alguna vez.

De las fronteras del país hacia afuera, ahora ya puede ensancharse con un título de prestigio internacional, que lo coloca en el mismo nivel que los destinos más reconocidos y difundidos en todo el planeta.

Desde la semana pasada, este emblemático lugar de Traslasierra se convirtió en una de las 7 Maravillas Naturales Argentinas. Si bien el paisaje en donde está enclavado, su curso de agua refrescante y cristalina y el aire puro que lo envuelve lo convirtieron desde siempre en un lugar extraordinario, ahora se cuela en la vidriera internacional y entre los destinos más prestigiosos que Argentina utiliza para salir a vender al mundo.

Probablemente, el río Mina Clavero haya corrido con una ventaja en relación con sus 27 dignos competidores. Unos 400.000 turistas visitan por año este lugar y disfrutan de su paisaje. Aunque, a decir verdad, tiene otra virtud: el sentimiento de cada uno de los votantes por este destino y lo conocida que es Córdoba para la mayor parte de los argentinos.

El presidente de la Agencia Córdoba Turismo y también oriundo de Mina Clavero, Julio Bañuelos, graficó muy bien la justificación de este galardón. “Sobre las otras tantas propuestas argentinas, nosotros tenemos los más de siete millones de argentinos que vinieron a vacacionar a Córdoba. Este es un destino que quizás se visita muchas veces y está atravesado por lo emocional. En eso, claramente, se basó nuestra ventaja”, explicó en diálogo con Voy de Viaje.

–Como responsable del ente provincial de turismo, seguramente está muy contento con esta distinción. Aunque más lo debe estar por ser oriundo de Mina Clavero. 

–Estoy muy contento por Mina Clavero, pero también por Traslasierra y por Córdoba. No es para menos. Con esta condecoración, conseguimos que un paisaje cordobés sea una de las 7 Maravillas Naturales de Argentina elegida por una organización, New7Wonders, reconocida internacionalmente. Era la gran oportunidad que teníamos de sentarnos en la mesa de los destinos de todo el mundo que ya tienen este reconocimiento internacional. Incluso de paisajes de Argentina, como el Nahuel Huapi o el glaciar Perito Moreno, que se sabe que son algunas de las herramientas que utiliza el país para promocionarse. Sin dudas, esto da una chapa. Y lo bueno es que este concurso ni se hizo ni se volverá a hacer: perdura para siempre.

–También es una gran oportunidad para aprovechar la sinergia con la conectividad y la relevancia del hub aéreo de Córdoba. ¿Cree que Turismo de la Nación lo adoptará como producto integral para comunicar en los principales emisivos? 

– Me imagino que sí. Sin dudas, vamos a utilizar esta hermandad y esta herramienta para difundir el río Mina Clavero a nivel mundial. Si bien es un instrumento más y la ayuda nacional tracciona mucho, el gran esfuerzo se debe hacer en lo local. Nuestro receptivo, que hace un esfuerzo enorme, ahora tiene otro motivo más para que los extranjeros visiten Mina Clavero, Traslasierra y toda la provincia. Como somos la segunda puerta de entrada a Argentina, nuestra misión es lograr que el visitante se quede mínimo una noche en Córdoba y luego, de acá, sí volar a cualquiera de las conexiones del hub.

–Luego de que pase la efervescencia del festejo, ¿cuáles son los pasos a seguir en cuanto al destino?

–Seguir practicando lo que está vigente, que ya es mucho. Después, ver la posibilidad de generar una zona de reserva provincial. Todo el río está en el ejido de Mina Clavero, por lo que hay que ir pensando en una ordenanza en ese sentido. También hay que empezar a trabajar mucho sobre la conciencia del habitante local, resaltar que cuentan con un recurso importante, tan cercano. Y generar acciones de obra pública, de desarrollo sustentable y de visibilidad internacional. Otro desafío es organizar accesos a los circuitos más inexplorables del río, como El remanso cuadrado.

–Mina Clavero ya es de por sí un destino turístico. Pero, ¿cómo impacta este galardón en ese sentido?

–Seguramente va a invitar a la inversión en infraestructura y servicios. Una distinción así genera múltiples oportunidades, pero la clave es la sustentabilidad. Córdoba, en general, está en un momento donde debe direccionar bien sus inversiones, saber para dónde crecemos y en qué crecemos.

–El río en sí es un destino netamente de verano. ¿Qué más ofrece el Mina Clavero que pueda romper esa estacionalidad?

–Es cierto que lo más conocido del río son los siete kilómetros urbanos y semiurbanos donde están los principales balnearios, playas y ollas. Pero en los casi 14 kilómetros que tiene en total, hay lugares fascinantes. Apenas se conoce un tercio del río. Hacia arriba, hay mucho más belleza por descubrir. Desde La Toma hacia arriba, hay una enorme variedad de especies de pájaros que en el pueblo no están. También hay algunos lugares raros, como una ladera repleta de duraznos criollos y, más arriba, una zona con parras. Son rarezas. En la zona se realizan muchas actividades, como senderismo, rapel, montañismo, gastronomía, que perfectamente se pueden desarrollar y romper así la estacionalidad.

Cómo fue el concurso

La campaña comenzó en abril del año pasado, dónde hubo 417 nominados que fueron postulados por los ciudadanos. Luego, un panel de expertos especialistas en distintas áreas eligió a 28 finalistas. Por último, mediante el voto popular y a través de mensajes de textos y del sitio web oficial del concurso, se determinaron cuáles son las 7 Maravillas Naturales Argentinas.

Las otras seis maravillas elegidas son las Salinas Grandes, en Jujuy; el glaciar Perito Moreno, en Santa Cruz; el Parque Nacional Talampaya, en La Rioja; la Selva Misionera; el Parque Nacional Nahuel Huapi, en Río Negro y en Neuquén, y el Bañado La Estrella, en Formosa.