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A paso lento en San Javier

Sólo se necesita atravesar la imponente masa de las Altas Cumbres para llegar a San Javier, un apacible pueblito de otro tiempo, gente amable y ritmo ideal para respirar y descansar.

La primera vez que visité San Javier tenía alrededor de 9 años. No sólo fue hace mucho tiempo sino que, además, tengo muy mala memoria, pero así y todo puedo recordar exactamente ese profundo sentimiento de quietud y bienestar.

Una vez un amigo me dijo que nosotros mismos somos el tiempo. Le creí y, en este diminuto pueblo de Traslasierra, lo entendí. San Javier no dispone de mucho más que una plaza, una iglesia y algunos pequeños comercios alrededor, pero, a la vez, es un mundo mágico y detenido en el tiempo que contagia sus pasos lentos y auténticos al pie de inmensas montañas que cambian incansablemente de color.

Ya no soy el que era a los 9 años, de la misma forma que San Javier no es lo que era hace 28 años. Ya no es más ese pueblito desconocido y un poco olvidado, lleno de tierra y algunas humedades, pero sigue siendo un lugar que mantiene su encanto basado en un equilibrio que podría parecer frágil pero que se mantiene a lo largo de los años.

Basta con sentarse en la plaza para saborear el ritmo pausado y entender que tanto los caballos atados como alguna que otra camioneta 4x4 son parte de esta armoniosa mezcla que da un nuevo sentido al paisaje.

Caminar y explorar sus calles llenas de árboles y aromas serranos es una buena forma de sortear la siesta. Antiguas casonas de estilo inglés como así también autóctonos ranchos de adobe se encuentran escondidos entre una vegetación que parece un cuadro impresionista, con algunas pinceladas verdes y otras violetas, siempre a la sombra del inmenso cerro Champaquí.

DATOS. Información útil para disfrutar de San Javier.

Camino al cerro

Para aquellas personas que disfruten el trekking o senderismo, subir al cerro más alto de la provincia (a 2.790 metros sobre el nivel del mar) es posible desde San Javier.

Hacer el ascenso requiere de la contratación de un guía de la zona ya que, además de ser un trekking exigente, es muy fácil perderse entre las montañas. Para contratar un guía de montaña basta con acercarse al cuartel de los bomberos voluntarios del lugar, ya que son ellos quienes brindan el servicio. En los comercios que están ubicados alrededor de la plaza principal hay agencias que también ofrecen esta posibilidad, además de diferentes circuitos y propuestas.

Una de las rutas que se pueden tomar para llegar hasta la cima del Champaquí es la que nos lleva pasando por el puesto Ferreyra. Ubicado a seis kilómetros de San Javier, se puede acceder por el camino que parte desde la escuela primaria en dirección hacia las montañas. Se tarda aproximadamente dos horas y media, y es posible dormir en el puesto para, al día siguiente bien temprano, continuar la caminata hasta el filo de la montaña. Desde este punto se necesita alrededor de una hora y media hasta llegar a la cima del Champaquí, para luego volver al puesto cerca de las 19 o bien hacer el último esfuerzo y bajar hasta el pueblo.

Por otro lado, hasta hace algunos años era posible ascender al cerro más alto de la provincia por el sendero llamado Cuesta de las Cabras. Sin embargo, actualmente se encuentra cerrado por un portón con candado que pusieron los propietarios del campo, por lo que todo tipo de acceso está limitado.

Festejos

Con motivo de la celebración de Semana Santa, la población de San Javier realiza año tras año un encuentro llamado “La caravana de mi pueblo”. Se trata de un colorido y autóctono evento cultural que incluye desfile de gauchos, comidas típicas, música en vivo y bailes folklóricos. El desfile está programado para salir desde la Plaza de San Javier hacia el predio de La Caravana, en día y horario a confirmar.