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Para leer las piedras

Cerro Colorado representa la geografía del norte cordobés enriquecida con los testimonios aborígenes.
Cerro Colorado representa la geografía del norte cordobés enriquecida con los testimonios aborígenes.

La Reserva Cultural Natural protege las pictografías aborígenes de los aleros que marcaron la trascendencia de esas culturas.

“Aquí canta un caminante, / que muy mucho ha caminado / y agora vive tranquilo, / en el Cerro Colorado”.

“Caminiaga, Santa Elena, / El Churqui, Rayo Cortado: / No hay pago como mi pago. / ¡viva el Cerro Colorado!”. Así lo definió  Atahualpa Yupanqui en su Chacarera de las Piedras.

Cerro Colorado es un lugar especial porque suma al típico paisaje del norte cordobés el testimonio incontrastable de la cultura aborigen que quedó plasmada en las paredes del cerro a través de dibujos en tres colores que significaron su trascendencia.

Cerro Colorado se encuentra a 160 kilómetros de Córdoba Capital y se arriba por ruta nacional 9 norte hasta la localidad de Santa Elena para continuar luego por ruta provincial 21.

La toponimia del lugar se inspiró en el color de la piedra arenisca que conforma al cerro. En esa geografía natural se desarrolló la vida de los aborígenes, comechingones y sanavirones, quienes evolucionaron en su cultura y aprendizaje, inmersos en ese medio ambiente. Sin haber desarrollado una escritura, los aborígenes lograron establecer un método de comunicación y dejaron mensajes en las rocas, con imágenes que revelan el nivel alcanzado. En ellos narraron cómo era la vida cotidiana y también llegaron a denunciar el comienzo de la extinción de los nativos originales al llegar los colonizadores.

Para proteger el valioso patrimonio natural, cultural e histórico, Cerro Colorado fue declarado Reserva Cultural Natural y cuenta con 350 aleros con unas 35 mil pictografías de alto valor artístico. Los dibujos tienen como protagonistas las figuras de animales que poblaban la región: guanacos, llamas, pumas, aguiluchos, víboras, iguanas, libélulas; unos dibujados con naturalidad, otros sometidos a la creatividad.

Del mismo modo, en los muros de piedras también hay figuras humanas representadas en forma de guerreros y hechiceros y otras de gran relevancia que testimonian el choque cultural con los colonizadores y el exterminio de los nativos.

En ese sistema serrano destacan los cerros Colorado, Veladero e Inti Huasi (casa del sol en quechua).

La reserva depende del Gobierno de Córdoba a través de la Agencia Córdoba Ambiente.

Cruza el área el arroyo Los Tártagos cuyo caudal proviene de las vertientes serranas y que significan el aporte de agua en el lugar que entre la flora más destacada tiene talas, algarrobos, quebrachos, matos y otros ejemplares autóctonos, reaseguro del bosque nativo cada vez más reducido en la provincia.

En tiempos contemporáneos, Cerro Colorado fue el sitio que Atahualpa Yupanqui, cantautor, guitarrista, poeta y escritor argentino, quien eligió a Cerro Colorado para vivir y donde encontró una veta de inspiración inagotable de la que sobresalieron obras tales como Camino del Indio; Chacarera de las piedras y El Arriero, entre otras.

En esas coordenadas se encuentra la antigua casa (hoy museo abierto al público) del gran compositor.

En la localidad numerosos artesanos suman su creatividad al paisaje y exponen y venden sus productos realizados con elementos de la zona.

Cerro Colorado cuenta también con un Museo Arqueológico que es el punto de partida de las visitas guiadas a aleros con pictografías de los cerros Inti Huasi y Colorado.

Informes. Comuna de Cerro Colorado en ruta 21 s/n

Contacto: teléfono (03522) 154-58525.