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Marsella y Mónaco, dos perlas

Marsella, donde una de las alternativas más potables es sentarse frente al puerto a ver pasar la vida.
Marsella, donde una de las alternativas más potables es sentarse frente al puerto a ver pasar la vida.

Visitar Marsella en escasas cuatro horas nos obliga a decidir: si lo que interesa es la arquitectura o la historia, se puede visitar la imponente Basílica de Notre Dame de la Garde, si el interés es comprar, se puede recorrer la zona comercial en la que están las mejores marcas.

Visitar Marsella en escasas cuatro horas nos obliga a decidir: si lo que interesa es la arquitectura o la historia, se puede visitar la imponente Basílica de Notre Dame de la Garde, que impacta desde las alturas; si el interés es comprar, se puede recorrer la zona comercial en la que están las mejores marcas, o simplemente se puede elegir sentarse en un barcito frente al puerto y disfrutar de una sopa boullabaisse, una cassolette de fruits de mer, o tomar un pastís en Le Samaritaine y ver pasar la gente.

Volvemos a refugiarnos en nuestro hogar flotante. Durante todo el viaje, el camarero filipino Erroll se encargó de mantener mi cabina en perfecto orden, a pesar de mi empecinamiento en hacerle el trabajo difícil. Erroll es uno más de los 300 filipinos que trabajan a bordo. Muchos de ellos lo hacen en el departamento de alimentos y bebidas.

Es el caso de Alvin y Jordan, quienes fueron nuestros mozos en el comedor. Siempre atentos y con una sonrisa, despliegan toda su alegría durante la noche italiana, cuando los mozos desfilan y danzan una cuidada coreografía que invita a todos los pasajeros a cantar y bailar, revoleando las servilletas y desatando la euforia de todos los pasajeros.

Los huéspedes, eufóricos, se contagian de esa alegría porque “panza llena, corazón contento” y en el crucero hay comida permanentemente y en abundancia.

La cocina del Serena está a cargo de Ciro Colantuono. quien comanda un equipo de más de 150 personas que se encargan de preparar 35.000 platos y aperitivos por día y servirlos en 13 bares y cinco restaurantes.

En Savona. La siguiente escala es el puerto de Savona, en las cercanías de Génova. Son los cuarteles generales de la línea Costa. Si bien Savona es un pueblo pintoresco, la mayoría de los pasajeros eligen las excursiones que los transportan a otros puntos cercanos.

Tomando la Autopista de las Flores hacia el norte, se van dejando atrás encantadores pueblitos de la Liguria y se ingresa a territorio francés. Allí se puede elegir entre Niza, con su paseo de los Anglais, sus calles históricas y su playa de piedras redondeadas o el Mónaco de los Grimaldi, con su despliegue de opulencia y glamour.

Si se opta por ir hacia el sur, hay que desplazarse una hora y media y deslumbrarse con la belleza de Portofino, la antigua aldea marinera hoy elegida por el turismo más sofisticado.

Todas las noches es posible presenciar shows especialmente producidos, con gran despliegue técnico y actoral, que alternan entre música, humor, magia, circo y baile. Las funciones son en el gran teatro, con capacidad para 1400 personas y una acústica perfecta. Su araña gigante es de cristal de Murano y cada candela está hecha a mano por artesanos.

En los bares hay música para todos los gustos. Desde karaokes con grandes desafinadores que taladran los oídos; pianistas que crean apacibles climas intimistas, y pequeños grupos de jazz que sorprenden. Pero los más curiosos eran “Los Paraguayos”, un trío de músicos con infaltable arpa y repertorio de temas melódicos de todo el mundo. Envalentonados por el aliento del grupo de argentinos, atacaron con los hits de Soda Stereo y lograron hacer bailar a japoneses, chinos y vietnamitas.

La decoración del Costa Serena refiere a los mitos y divinidades de Atenas y Roma. Y precisamente, es en la capital italiana donde termina nuestro recorrido. Caminamos la ciudad codeándonos con la historia. Con sólo levantar la vista, disfrutamos de las siete colinas (que dicen son más que siete) y admiramos embelesados construcciones de miles de años.

Todo tiene un final, pero como dice Saramago, “el viaje no termina jamás. El objetivo de un viaje es sólo el inicio de otro viaje”. Allá vamos.

Lo que hay que saber

Tarifas. Costa Serena por el Mediterráneo, "Playas y Cultura" (Italia, España y Francia). Salidas: 16, 23 y 30 de septiembre; 7, 14, 21 y 28 de octubre, y 4, 11 y 28 de noviembre, desde Savona. Septiembre, pronto pago: cabina interna, U 1.284; con balcón, U 1.930.

Octubre, pronto pago: interna, U 1.023; con balcón, U 1.638.

Noviembre, pronto pago: interna, U 919; con balcón, U 1.419. Conviene consultar en su agencia de viajes la disponibilidad para las siguientes salidas. Estos precios no incluyen pasajes aéreos, bebidas alcohólicas ni propinas. Sí incluye todas las comidas, excepto en los restaurantes con reserva.

La tarifa pronto pago se refiere a las reservas anticipadas. Además del descuento en la tarifa, incluye un 20% de descuento en los packs de vinos, en el consumo de minibar de la cabina y lavandería y un 25% de descuento en tratamientos de belleza y bienestar durante las escalas.

Tips de viaje. Es posible realizar el check-in por Internet, con lo que se gana tiempo y tranquilidad.

Es aconsejable contratar un seguro de viaje, con asistencia médica, medicamentos, seguro de equipajes y seguro de cancelación.                     Es aconsejable llevar ropa liviana y calzado confortable. En los puertos de desembarque, respete estrictamente el horario de embarque. El barco no espera.