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Las Sierras del Sur, un paseo con ríos e historia

Alpa Corral, Achiras y Las Albahacas son algunas de las localidades del sur cordobés que sorprenden con aguas cristalinas y construcciones coloniales.

Recostadas entre los verdes faldeos de las Sierras de Comechingones (cordón rocoso que marca el límite con San Luis) hay comarcas con encantos naturales que asombran a quienes viajan por el antiguo “camino de la costa”, hoy ruta provincial 23. Cañada del Sauce, Las Caleras, Río de los Sauces, Alpa Corral, Las Albahacas, El Chacay y Achiras son las localidades que integran el área de las llamadas Sierras del Sur, famosas por sus ríos de torrentes cristalinos y una rica historia que se remonta varios siglos atrás.

Tomando la ciudad de Río Cuarto como punto de partida para conocer estas villas serranas, se puede iniciar la travesía rumbo al oeste por la ruta provincial 30 y en una hora llegar a Achiras, la denominada “linda del sur cordobés”. Conviene pasar primero por la oficina de turismo –ubicada sobre el ingreso a la localidad, justo frente al monumento a Don Lorio– donde orientarán las búsquedas. Esta población era una merced que pertenecía a la familia de Jerónimo Luis de Cabrera, fundador de Córdoba, y tuvo preponderancia histórica por su fortín y posta Los Nogales, que formaba parte del Camino Real hacia Cuyo y Chile.

A sólo pocas cuadras del centro histórico de Achiras se encuentra el balneario Los Coquitos, formado sobre una cantera, y en el Circuito Natural y Arqueológico está el balneario municipal, con dos profundos piletones en el río y otros singulares baños entre rocas: El Ojito, Azud, Cajón de Piedra y La Ollita.

DATOS. Información útil para recorrer las Sierras del Sur.

Desde una casona céntrica, emblema de la época de la colonia, se recomiendan diferentes caminatas para apreciar de manera tranquila y placentera la naturaleza y la cultura circundantes. Hay recorridos cortos, medios y extensos –pautados en una guía especial–  y también existe la posibilidad de llegar hasta la reserva Las Lajas, para quienes buscan senderos más extremos.

A poco más de media hora de Achiras por la ruta 23 se ubica Las Albahacas, otra perla serrana nacida como estancia que pertenecía al potrero de San Antonio. Su río combina un lecho de fina arena y apacible recorrido con rocas y saltos en cascaditas. El balneario municipal tiene posibilidad de acampe bajo una tupida arboleda de sauces y lugares para disfrutar de la natación: en el Bañito de los Dioses están las aguas más profundas. A tres kilómetros de allí se encuentra El Chacay, un pequeño caserío en los altos de la serranía comechingona con arroyo embalsado en piletón. Un buen consejo es visitar la cascada de Las Colesitas.

Al retomar la ruta provincial y después de transcurridos 30 kilómetros se llega a Alpa Corral, otro desprendimiento de una antigua estancia; en este caso, la de San Bartolomé, que tiene a sus ríos como protagonistas principales. La villa urbana creció al margen del río Las Barrancas, nacido de la unión de El Talita con el Zarzamora. Estos brindan sitios con numerosos cajones y remansos para todos los gustos. Además, en la escarpada geografía del lugar pueden practicarse deportes como escalada, senderismo, fly cast, tirolesa y mountain bike.

Hay varios imperdibles como el puente colgante, desde donde se divisa el impactante cajón de rocas; la capilla Hambaré; la gruta de Lourdes; Las Tres Marías, una cascada triple; la Quebrada del Sol y Senderos Los Pinares.

Dejando Alpa Corral, al norte quedan por visitar otras poblaciones que también se lucen gracias a sus bondades naturales. Se trata de Río de los Sauces, Las Caleras y Cañada del Sauce. Esta última, a la vera del río Quillinzo, invita a disfrutar de aguas magníficas entre vegetación nativa que inunda el aire con hierbas perfumadas.