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La joyita solitaria con historia del verano 2020: Cerro Colorado

En el Cerro Colorado, el Sendero del Silencio, uno de los atractivos para visitar. (Foto Nawan Resort Serrano)
En el Cerro Colorado, el Sendero del Silencio, uno de los atractivos para visitar. (Foto Nawan Resort Serrano)

Tiene una Reserva Natural Cultural, la casa museo de Atahualpa Yupanqui, un río para refrescarte y un legado invaluable: la huella arqueológica de los pueblos originarios. 

Bosque serrano, palmeras y tierra colorada: en la región norte de la provincia de Córdoba, a tan solo dos horas de viaje, encontrás el Cerro Colorado. Es un destino especial por varias razones, un pueblo tranquilo de 300 y tantos habitantes que contiene uno de los sitios arqueológicos prehistóricos más destacados de la Argentina.

Su cerro anida las pictografías de sanavirones y comechingones, pueblos originarios que habitaron la zona 2.000 años atrás. En 1961, el Poder Ejecutivo nacional lo declaró Monumento Histórico Nacional a partir de una revalorización, un artículo que escribió Leopoldo Lugones destacando su valor arqueológico.

Si vas a pasar un "finde" no podés dejar de visitar la Reserva Cultural Natural Cerro Colorado. Son más de 3.000 hectáreas que constituyen uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del país. Aleros y cuevas repletos de pinturas rupestres en blanco, negro y rojo que representan la forma de vida y arte de nuestros antepasados; 35.000 motivos distribuidos en 120 sitios. Hay figuras humanas esquemáticas -torsos, piernas, cabezas-, tocados de plumas en espaldas y cóndores, la figura emblemática del Cerro.

La otra parada obligada es la casa museo de Atahualpa Yupanqui. Están sus objetos personales, instrumentos, partituras, está su tumba. Sobre una piedra, una de sus frases dice así: "Si la muerte traicionera / me acogota a su palenque / háganme con dos rebenques / la cruz pa’ mi cabecera (...)". Una instrucción: guardá el celu en la mochila y permitite disfrutar de la imponente vegetación del Paseo del Silencio. Dicen que era el lugar de inspiración elegido por Atahualpa sobre todo por el cantar de los pájaros. Habrá que cerrar los ojos y respirar, desconectar de la locura que nos ata a la ciudad y conectar con la naturaleza del lugar.

Tenés que recorrer 177 kilómetros desde la ciudad de Córdoba hasta llegar a esta comuna pacífica enmarcada por el río Los Tártagos y el arroyo Los Molles, dos cursos de agua perfectos para refrescarte. Si vas en auto, tomás la RN 9 norte y luego doblás por la RP 21 hasta encontrar Cerro Colorado. Si vas en colectivo, podés tomarte un Fonobus. Es, sin dudas, la joyita histórica del verano 2020, una combinación perfecta, un destino solitario para los amantes de la tranquilidad y la historia.