"Glamping", una de las tendencias que se impondrán poscoronavirus

Lentamente, el mundo comienza a reabrirse al turismo y nos da pistas sobre cuáles serán las tendencias de viaje que se impondrán en un escenario poscoronavirus.

Para evitar el contagio, el turismo de cercanías se asoma como una de las mejores opciones, ya que es muy probable que se abran las fronteras internas de los países, favoreciendo el turismo nacional, antes que las externas. Además, este tipo de turismo prioriza los viajes en auto y permite evitar el uso de medios de transporte masivos, como aviones o colectivos.

En este contexto, es muy factible que la naturaleza adquiera un rol predominante entre las preferencias de los viajeros: frente a las reglas de distanciamiento social, siempre será más seguro ir al campo, a la montaña o al mar que a las grandes ciudades.

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Y aquí es donde el "glamping" aparece con un futuro prometedor: nada como recluirse en medio de la naturaleza pero sin renunciar al confort cuando la pandemia pase. Esta fusión de "camping" y "glamour", que ofrece una experiencia de hospedaje de bajo impacto ambiental, tiene varios referentes en Córdoba.

Uno de ellos es Glamping Traslasierra, en San Javier. Con vistas al Champaquí, este espacio cuenta con carpas estructurales en un campo de monte nativo que sigue los principios de la permacultura. Comida casera y orgánica, un tanque australiano, hamacas paraguayas y falta de energía eléctrica son algunos de sus diferenciales.

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También está Geo Glamping, en el complejo Dos Aguas, en Capilla del Monte. El lugar invita a relajarse en domos geodésicos con aire acondicionado y sommier, preparados con kits con brújula, valija para picnic, linterna y mochila conservadora para caminatas, con todo lo necesario para conectarse con la naturaleza.

Por otra parte, en el norte cordobés (más específicamente en Santa Elena) espera Cauce Yurtas, con dos carpas ecológicas y tradicionales listas para brindar un buen descanso. Tienen baño privado, wifi y aire acondicionado, y un desayuno casero hecho con productos locales.

Sin dudas, el "glamping" llegó a Córdoba para quedarse.