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Fiestas patronales en la ciudad de Córdoba: un calendario ignorado

La ciudad de Córdoba tiene numerosas fiestas patronales tradicionales que, sin embargo, son desconocidas por muchos                   cordobeses. Las celebraciones responden al marcado perfil clerical de tiempos de la colonia.

La ciudad de Córdoba tiene un vasto calendario de fiestas patronales, muchas de ellas que incluyen coloridas procesiones. Sin embargo, no tienen la difusión merecida para hacer visible una parte de la idiosincrasia local que existe y es desconocida por buena parte de los cordobeses.

Hasta en el interior provincial en ignotos y pequeños parajes las celebraciones de raíz religiosa convocan a la entusiasta feligresía regional que manifiesta su fe y además aprovecha la oportunidad para reencontrarse con familiares y amigos. Algunas celebraciones atraen a numerosos fieles y turistas que, cámara en mano se entremezclan en el gentío en búsqueda de estampas costumbristas que desean inmortalizar en fotografías.

Copacabana, Villa de María y la Virgen Cautivita, La Candelaria, Tulumba, Villa de Soto, Villa Giardino con la fiesta de La Cañada y Santa Bárbara en la Pampa de Olaen, entre otras, se encuentran entre las más famosas, especialmente por el apoyo que prestan las agrupaciones gauchas que realizan en esas oportunidades desfiles que ya son tradicionales.

El Cristo de la Buena Muerte en Reducción atrae a miles de peregrinos; Colonia Vignaud reúne a 30 mil peregrinos en torno a María Auxiliadora; Villa Concepción del Tío a más de 15 mil devotos en las patronales de la Inmaculada Concepción; Sampacho por la Virgen de la Consolata, es visitado por 20 mil y Saladillo, otro tanto el día de la Virgen de la Merced.

Tradición capitalina

En la ciudad Capital la mañana del Jueves Santo es el día en que los sacerdotes de toda la diócesis de Córdoba reciben de manos del arzobispo los santos óleos que utilizarán a lo largo del año para diferentes ceremonias.

En la iglesia Catedral todo se prepara para recibir a los sacerdotes que comienzan a arribar de distintos puntos de la provincia. Lo hacen felices y se reencuentran con sus pares con afectuosos saludos. Luego se visten con las albas (el ropaje blanco) y se agrupan en el templo.

Es una extraña visión la iglesia toda de blanco, mientras los fieles colman los espacios a su alrededor y un aire contagioso de alegría se esparce por las diversas naves.

Se realiza una misa concelebrada en la que tiene lugar la ceremonia del lavado de pies y al final, la entrega de los óleos a cada uno de los religiosos.

Al finalizar todos salen y el frente de la Catedral y la callejuela de las Catalinas los reciben mientras se van dispersando rumbo a sus iglesias.

En San Francisco

El Viernes Santo, por la mañana, el atrio de la iglesia San Francisco alberga a un Cristo con la cruz a cuestas y a una Dolorosa. En el interior, al pie del altar, atrae las miradas de los fieles un Cristo yacente que se encuentra en una caja vidriada.

Cuando las penumbras del anochecer irrumpen en la ciudad, la luna llena de Semana Santa asciende para presenciar la salida de la procesión que es precedida por una gran cruz de madera, seguida por el Cristo yacente y finalmente la Dolorosa.

Las luces de las calles vecinas dan un color fantasmal al doliente grupo y una renovada fe se esparce entre la feligresía.

La procesión avanza entre cantos y rezos, rodea calles cercanas a la iglesia para luego regresar, ingresar al templo y situarse cerca del altar donde continúa el paso de los fieles.

Corpus Christi 

Presidida por el arzobispo de Córdoba se celebra misa en la Catedral, seguida de una breve procesión por calle San Jerónimo hacia la iglesia Santa Catalina en cuyo interior culmina la celebración.

Resulta muy gratificante ingresar un rato antes a las Catalinas para observar el templo iluminado a giorno, en todo su esplendor. Es el único día en el que se observa al pie del altar un delicado trabajo artesanal de las monjas.

Se trata de un pelícano, símbolo de la eucaristía, que alimenta a sus crías con su sangre. Está realizado en mostacillas, perlas, pequeños espejos y diminutas flores.

Los santos vienen marchando

El 22 de mayo se celebra la procesión de Santa Rita, intercesora de las causas imposibles. Todo el día puede observarse un constante ir y venir de fieles que se acercan a la iglesia San Francisco, donde al pie del altar se encuentra la imagen de la santa acicalada con claveles y rosas rojas.

En el exterior también hay rosas rojas (uno de sus símbolos) y claveles del mismo color se ofrecen para ingresar al templo. En la misa de la tarde, la iglesia está colmada de fieles.

Al finalizar la misa se realiza la procesión mientras se saca la imagen al exterior entre aplausos y una nube de pétalos de rosa. Se dirigen a la plaza San Martín, la rodean y se regresa a la iglesia.

En el interior de San Francisco, se realiza la veneración de una reliquia de la santa (una pequeña sección de su hábito) que permanece todo el año en el interior del convento y sólo se muestra en esa fecha.

San Cayetano 

El 7 de agosto la iglesia de la Merced permanece abierta durante todo el día para que los fieles puedan venerarlo. Aproximadamente después de las 15, la imagen de San Cayetano que estaba al costado del altar adornada con flores, se saca al exterior donde se agolpan los vendedores de las clásicas estampitas, pañuelos amarillos y espigas de trigo.

Todos aguardan el comienzo de la procesión que comienza a las 16.30 y visita las vecinas iglesias: Catedral, las Teresas y San Francisco.

Frente a cada una de ellas se realiza el tradicional “saludo” con un movimiento de inclinación que es celebrado vivamente por los presentes. Finalmente, se regresa a la iglesia de la Merced para permanecer en el atrio mientras se oficia una misa al aire libre.

Virgen de la Merced

Cada 24 de septiembre, la Virgen de la Merced, generala del Ejército Argentino, se encuentra adornada con flores y banderas a un costado del altar y en el otro, está el fundador de la orden de los mercedarios, San Pedro Nolasco.

La noche anterior otra de sus imágenes se asomó al frente de la iglesia para presenciar desde allí una serenata, donde una alegre multitud celebró con música y cantos las vísperas de su día.

Ahora, aguarda el momento solemne del comienzo de la procesión que encabezará San Pedro Nolasco, seguido de San Ramón Nonato, para finalmente cerrar ella misma el cortejo.

La procesión se inicia y las estatuas avanzan por el pasillo central de la iglesia de la Merced acompañados de diversos estandartes. Finalmente, la Virgen inicia su avance majestuoso hacia la salida donde es recibida con campanadas, bombas de estruendo y música mientras pétalos de rosa caen sobre su imagen.

Comienzan el recorrido por la ciudad, indiferentes al tráfico cercano y visitan las iglesias Santo Domingo, las Teresas, la Catedral, y San Francisco. En cada una de ellas la procesión se detiene un momento para que la Virgen y sus acompañantes realicen la ceremonia del “saludo” que es celebrado vivamente por la concurrencia. Luego, regresa hacia su hogar en la iglesia donde música y fuegos artificiales la reciben en el atardecer de la ciudad y se hace una misa al aire libre.

Virgen del Rosario

En el lejano siglo XVII, cuando aún no se era parte del Virreinato del Perú, desde España llegaron unas imágenes, de Cristo y de la Virgen del Rosario del Milagro, esta destinada a Córdoba y el Cristo, a Salta.

Cuenta la tradición que luego de un naufragio sólo arribaron al puerto de El Callao flotando en el mar dos cajas con las imágenes que fueron trasladadas a Lima (Perú), con gran pompa y alegría, pero al cabo de un tiempo la Virgen arribó a Córdoba y fue entronizada en la iglesia Santo Domingo.

“La Negrita”, tal como se la llama popularmente, permanece allí desde entonces con su rostro serio y pensativo que parece contemplar un más allá desconocido desde su alto camarín.

Cada 7 de octubre se celebra su día pero 10 días antes, la imagen es trasladada al pie del altar y se la adorna con flores, mientras el Niño en sus brazos, parece recibir a los fieles que contemplan sus hermosos ropajes, cubiertos de joyas, que fueran bordados con delicadeza y paciencia infinitas, como si cada puntada fuera un ruego, una oración, una plegaria.

El día de la procesión la iglesia permanece cerrada, nadie debe verla hasta que las puertas se abren y ella aparece. Su presencia es saludada por el repique de campanas, pañuelos al aire, bombas de estruendo y papel picado que desciende desde lo alto.

La imagen parece deslizarse inmaterial por sobre los numerosos fieles y promesantes. La marcha avanza lenta y solemne por la avenida Vélez Sársfield colmada en todo el ancho, se dirigen a la plazoleta del mismo nombre donde el arzobispo de Córdoba celebra una misa al aire libre. Al atardecer comienza un lento regreso y se realiza otra misa, esta vez celebrada por los dominicos. Allí permanecerá rodeada de flores y luces, hasta su regreso a lo alto del camarín.

Calendario de procesiones

Corpus Christi. Se celebra 60 días después del Domingo de Resurrección (último día de Semana Santa) aunque se lo corre al domingo siguiente para facilitar la concurrencia de los fieles. Consultar en: www.arzobispadocba.org.ar

Santa Rita. El 22 de mayo en la iglesia de San Francisco (Entre Ríos esquina Buenos Aires). Generalmente la misa es a las 18.30.

San Cayetano. El 7 de agosto en la iglesia de La Merced (Buenos Aires esquina 25 de Mayo). Informes en el teléfono (0351) 423-2691.