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Explorando el turismo cuartetero

Desde Córdoba hubo algunos intentos por promover el cuarteto como una experiencia turístico-cultural. Si bien aún no se convirtió en un producto “for export”, es una marca registrada.

Algunos memoriosos recordarán que durante 2013 tuvo lugar una especie de pasarela cuartetera a minutos del Kempes. En esa oportunidad se buscaba emular las fiestas de Salvador de Bahía, donde al ritmo del axe disfrutan tanto turistas como locales. La idea de promover el cuarteto como un nuevo producto turístico-cultural tiene varias aristas pendientes. El eje es poner en valor este género musical surgido en la década del ’40 que combina el pasodoble y la tarantela, herencia de la inmigración española e italiana.

Paso a paso

Por el ’40 resultaban muy comunes en Córdoba las fiestas rurales en casas de familia, donde se presentaban grupos musicales. Ahí surgió con fuerza Leonor Marzano, “la señora que tocaba el piano” y su popular Cuarteto Característico Leo. Años más tarde, en los ’60, este ritmo llegó a ser escuchado y bailado en los clubes de barrio y se afianzó en las zonas urbanas. Poco a poco el público se amplió; surgieron los discos, los shows y los bailes y comenzó a ser rentable.

Durante los ’80, con la explosión de las FM en Córdoba, el cuarteto formó parte central de la programación y se orientó a las clases sociales populares. Fue en la década del ’90 cuando el género comenzó a resignificarse y a ser aceptado por otros sectores de la sociedad, e incluso trascendió los límites de la provincia.

En 2013, dio un paso más allá: el Concejo Deliberante de la Ciudad lo declaró patrimonio cultural de los cordobeses en una sesión celebrada en el Cabildo Histórico. Esta medida ayuda a su preservación y conservación, así como también a fomentar actividades para garantizar su difusión y promoción a nivel nacional e internacional.

Reglas no escritas

Aunque las simplificaciones son odiosas, para muchos el cordobés late al ritmo del “tunga-tunga”, come choripán si tiene hambre, tiene un apodo que lo pinta de cuerpo entero y toma fernet. Para cualquier forastero, la única manera de entender esta expresión cultural es participar de un baile cuartetero. La noche incluye una entrada en algún salón del centro o la periferia urbana, donde las principales bandas tocan en vivo bien entrada la madrugada, las mesas se ubican alrededor de la pista y la gente gira en grupos hasta formar un círculo, moviéndose en sentido contrario a las agujas del reloj.

Los bailes tienen reglas no escritas: será indispensable conseguir una compañía local capaz de explicar qué es un mix 70/30, qué lleva un “Prittiao” y que, cuando uno pide “una vuelta”, recibe una bolsa chica de hielo, un tetrabrik –blanco o tinto–, una jarra y una gaseosa de medio litro.

El ícono

Si bien el cuarteto aún no es un producto for export como el tango, esta expresión popular sigue siendo genuina; las bandas se presentan de jueves a domingo y mueven más de 30.000 personas sólo en Córdoba. Es innumerable la lista de artistas y grupos que recorrieron un extenso camino dentro del cuarteto y que traspasaron incluso las fronteras de la provincia.

Ejemplo de este fenómeno es La Mona Jiménez, figura que nació y se construyó dentro del género hasta convertirse en una marca registrada de la ciudad. Actualmente continúa con total vigencia, presentándose cada domingo en el Monumental Sargento Cabral ante una horda de fieles seguidores que abarca todas las edades.

Paseo de la fama

En plena peatonal cordobesa, sobre la calle San Martín, se instalaron placas conmemorativas de las principales figuras del cuarteto de ayer, de hoy y de siempre. Así, la ciudad recuerda a figuras como Rodrigo Bueno, un embajador de este ritmo a nivel nacional; Carlos La Mona Jiménez, un ícono local; Leonor Marzano y el Cuarteto Leo, entre otros.

Datos útiles

CÓMO LLEGAR:

se sugiere consultar las páginas web o las redes sociales oficiales de las bandas. Aquí, algunos de los lugares más concurridos: Estadio del Centro (Santa Fe 500), Sala del Rey (Humberto Primo 439), Monumental Sargento Cabral (Sargento Cabral, San Vicente), Plaza de la Música (Intendente Mestre 1160) y Patio del Colono (Av. del Piamonte s/n).

GASTRONOMÍA:

la Cantina Don Carlos lleva años en la escena nocturna de Córdoba. Organizan shows de música en vivo con reconocidas figuras del cuarteto y es ideal para compartir con amigos o en pareja. Ofrece parrillas y minutas. En Isabel la Católica 1022, Alta Córdoba.

Por otro lado, Choripanes Luisito, el carro ubicado en el parque Sarmiento, despacha los clásicos choripanes cordobeses con diferentes salsas, con el chimichurri picando en punta. Aparentemente no hay ningún secreto en la preparación, pero sigue rankeando entre los favoritos de los cordobeses. En Carlos Thays 15.

MÁS DATOS:

La Mona Jiménez:

cmj.com.ar

; La Barra:

Facebook.com/labarraoficial

; Trulalá:

trulalerosdealma.com.ar

; Ulises:

ulisesweb.com

; Damián Córdoba:

damiancba.com.ar

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