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Enamorate de Traslasierra

Este valle cordobés tiene un encanto particular. La tonada de sus lugareños, sus aguas cristalinas y sus dorados atardeceres lo convierten en un lugar ideal para un descanso pleno.

Es el valle más distante de la ciudad de Córdoba y sin embargo uno de los más visitados: custodiado por el cerro Champaquí y las Altas Cumbres, Traslasierra deslumbra a quienes se acercan a descubrirlo.

Llegar hasta aquí desde la Capital implica recorrer 150 kilómetros por el fascinante Camino de las Altas Cumbres. Eso sí: en días de niebla suele presentar condiciones adversas, por lo que se debe extremar el cuidado al conducir.

La particular tonada de sus lugareños, las aguas cristalinas de sus ríos, el ambiente tranquilo que se respira en la mayor parte de sus pueblos y sus dorados atardeceres con las sierras de fondo son algunos de los motivos por los que este rincón de Córdoba gusta tanto.

Para agendar: Seis imprescindibles del Valle de Traslasierra

Puerta de entrada

La puerta de ingreso al valle suele ser la emblemática ciudad de Mina Clavero, que se destaca por la cantidad de ríos que la atraviesan con aguas cristalinas y extensos balnearios. Los senderos serranos de esta localidad son excelentes para los amantes del mountain bike, ya que generan un entorno ideal para mimetizarse con la naturaleza.

Además, Mina Clavero congrega la oferta gastronómica y hotelera más importante de la zona y ofrece actividades y rincones de todo tipo: paseos artesanales, teatro, vida nocturna y una concurrida peatonal. Dispone también de un anfiteatro con espectáculos para grandes y chicos.

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Un museo y dos ríos

Entre los tantos pueblos y pueblitos que tiene Traslasierra, hay uno donde el turismo goza de buena salud. Hablamos de la localidad de Nono, que atrae a sus visitantes por más de un motivo.

Aquí se encuentra el museo Rocsen, autodefinido como "polifacético". Su dueño y fundador fue el francés Juan Santiago Bouchon, un antropólogo interesado en conservar y contribuir con la educación cultural y científica de la comunidad. Se exponen en este espacio piezas de varios países y diferentes temáticas.

Quienes prefieran la naturaleza pueden optar por los ríos que convergen en Nono: el Chico y el Grande, ambos con extensas playas y aguas calmas.

Cicloturismo: En bici por Traslasierra.

Otros atractivos

A pocos kilómetros de Nono se llega al apacible pueblo de San Javier, un lugar donde la paz y el entorno verde conviven con las actividades extremas en 4x4. A corta distancia se puede visitar la tradicional estancia La Constancia, cuyo casco histórico está rodeado de bosque serrano.

Por otro lado, sería un despropósito llegar hasta aquí y no pasar por la fábrica de aceite Olium, ubicada en la pequeña localidad de Villa de las Rosas. Es un emprendimiento familiar que genera a partir de los olivos diferentes productos, entre los que se destacan variedades de aceite y cosméticos. Es posible realizar visitas para conocer el proceso de fabricación y comprar los productos.

Una joya por descubrir: San Lorenzo, el paraje de Traslasierra que quizás no conozcas.

Esta es sólo una pequeña muestra de todo que Traslasierra tiene para ofrecer. A vos, ¿qué es lo que más te gusta de este valle?