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En tiempo de labores

En una recorrida por espacios patrimoniales de la ciudad de Córdoba, quedarán expuestos diversos aspectos sociales relacionados al trabajo a través de testimonios de tareas y oficios, especialmente femeninos, desde la época colonial hasta la Revolución Industrial.

E l museo Fray José Antonio de San Alberto lleva el nombre de un visionario, carmelita descalzo fundador de la Real Casa de Niñas Nobles Huérfanas en la ciudad de Córdoba, institución que fue la primera manifestación de la educación femenina y pluralista en el territorio del Virreinato del Río de la Plata.

El solar, de arquitectura austera, fue la primera sede de lo que hoy conocemos como el Colegio de Monserrat y que nació en 1693 como Real Convictorio de Nuestra Señora de Monserrat, albergue de estudiantes de la Universidad jesuita hasta la expulsión de la orden de América.

El obispo de San Alberto, sensible a la delicada situación de las niñas que, en aquella época, contaban con nulas posibilidades de acceder a educación formal, destinó la casa para hogar y escuela, tanto de niñas de sociedad acomodada, como de huérfanas, mulatas y pardas.

Esto redundó en una importante acción transformadora de la incipiente comunidad cordobesa.

En el interior

La casa, cuyo centro es un antiguo patio colonial con galerías, alberga muebles, utensilios, imágenes y otros testimonios de la vida y el trabajo femenino colonial, que se desarrollaba entre la escuela y el claustro de las Hermanas Terciarias Carmelitas de Santa Teresa de Jesús.

Todas las instituciones aún funcionan en el mismo edificio, razón por la cual los espacios continúan llenos de vida.

Cambios estructurales

El paso de la agricultura y el trabajo manual de tipo artesanal al industrial no fue tranquilo, sino tumultuoso.

A fines del siglo XVIII, la Revolución Industrial arrasó con la concepción del trabajo y las ciudades coloniales tuvieron también que adaptarse a los cambios mundiales.

Los cambios tecnológicos incorporaron de manera paulatina la maquinaria y los nuevos materiales.

El británico John Kay inventó en 1733 la lanzadera volante, para tejer a mano con rapidez y en 1738 se patentó la primera máquina de hilar.

Las manos de las mujeres, desarrolladas culturalmente en el tejido y el bordado, tuvieron que aprender entonces el uso de la máquina de tejer primero y la de hilar después.

Sin embargo, la transformación en España se produjo a menor ritmo que entre otras poblaciones europeas, como la inglesa, por ejemplo.

Durante mucho tiempo España continuó con una gran dependencia de la economía rural y de los talleres artesanales.

Como las comunicaciones con el Viejo Mundo se realizaban por mar, también la América española recibió estos cambios con menor brutalidad que aquellas colonias americanas que dependían de otros países.

Con la culminación de las guerras por la independencia y el establecimiento de gobiernos propios, la sociedad criolla inició también la migración de la producción del autoconsumo hacia la comercialización.

La confección de fibras, hilados y telas dejaron de realizarse a pequeña escala y los tejidos y bordados ya no encontraron lugar en los salones y patios de las viviendas de las familias criollas, sino en talleres, en los cuales las mujeres compartían tareas con los hombres por mucha menor paga y en inferiores condiciones.

La ciudad se fue transformando de a poco, primero por la migración rural y luego por el aumento de la natalidad, lo que produjo una densificación de las zonas pobladas.

Colecciones

A través de los objetos expuestos en el Museo Antonio de San Alberto se pueden conocer los cambios que introdujo la industria en la vida cotidiana.

Por esa razón, de aquellos testimonios del arte del tejido y el bordado enseñado por las monjas carmelitas en el hogar de niñas fundado por Fray Antonio de San Alberto, se pasa a los vestidos y zapatos confeccionados con la ayuda mecánica que pueden observarse en la colección del Museo de la Ciudad.

Lo que hay que saber

Visita. En Tiempo de Labores

Cuándo: martes 17 y 31 y jueves 19 y 26 a las 10.

Partida: Oficina de Informes del Cabildo Histórico (Independencia 30).

Recorrido: museo de la Ciudad y museo San Alberto.

Costo: en el Museo San Alberto, $ 5 en concepto de colaboración voluntaria y en museo de la Ciudad $ 2.

Otras recorridos

Córdoba desde el balcón

Cuándo: domingos a las 10.

Partida. Oficina de Informes Cabildo Histórico (Independencia 30).

Recorrido. Plaza, Catedral, Cabildo desde el balcón del Obispo Mercadillo.

Costo: gratuito.

Informes en el teléfono (0351) 434-1227.