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La Capital Nacional del Folklore es uno de los destinos más elegidos del Valle de Punilla y por el mes de enero se convierte en cobijo para artistas de todo el país que exponen las más variadas muestras de arte y cultura nacional y latinoamericana.
Desde hace más de sesenta años, Cosquín es reconocida en el país y el mundo gracias al Festival Nacional de Folklore. Renacida de las cenizas que dejó la tuberculosis, la ciudad cabecera del Valle de Punilla, se erige como uno de los atractivos principales de la provincia de Córdoba por su particular vida cultural y sus maravillosos atractivos naturales.
Previo a los años 60 cuando comenzó a gestarse el Festival Mayor de América, la zona de Cosquín y Santa María de Punilla era conocida por ser el lugar elegido por los enfermos de tuberculosis y otras enfermedades respiratorias que llegaban atraídos por las bondades del clima serrano. Cuentan que en aquella época los turistas que pasaban por la ruta rumbo al norte de Punilla, tapaban su boca y nariz con un pañuelo por miedo al contagio.
Es así que vecinos de la ciudad comenzaron a idear formas de atraer a los visitantes. Empezaron así a crearse pequeños reductos de artistas como el Teatro El Alma Encantada y a comienzos de 1960, con el boom de la música folklórica, la decisión se orientó a un festival que convocara a los artistas más importantes de la escena musical.
Desde aquellos años, recorrer Cosquín en enero es sin dudas una experiencia única que permite ingresar a las fibras más íntimas del ser argentino, porque en esta ciudad del interior provincial, las calles van contando historias de amores no correspondidos y desencuentros. La rica historia cultural que tuvo lugar por sus rincones es parte viva de la cultura de un pueblo que clamaba por ser escuchado.
En Cosquín, la palabra folklore toma otra dimensión que va mucho más allá de la cuestión meramente artística. Si bien la ciudad es conocida por su Festival, el megaevento que ocupa nueve noches en la segunda quincena del mes de enero, su atractivo es mucho más amplio y tiene que ver con entender al folklore como todo aquello que hace a la vida del ser humano.
El folklore reúne a las más variadas manifestaciones que atraviesan la música, la danza, las artesanías, la poesía, los mitos y leyendas, la gastronomía y mucho más. Y todas ellas tienen la particularidad de encontrar por enero en las calles coscoínas un espacio y un tiempo para darse de manera espontánea y natural.
El otro Cosquín
Muchas son las personas que llegan a Cosquín atraídas por el Festival Nacional de Folklore, por sus artistas y propuestas musicales que se presentan dentro de la Plaza Próspero Molina. Pero por fuera de sus límites se da una verdadera fiesta digna de conocer.
La ciudad, con alma de pueblo, abre las puertas de los hogares donde las familias coscoínas esperan ansiosas la llegada de músicos, poetas y bailarines. Los patios son el lugar de encuentro para esos amantes de la cultura que llegan cada año contando los días para el reencuentro. Las manos de los artesanos tejen, moldean, esculpen y crean con materiales nobles de la naturaleza, siguiendo a lo largo de los años con las técnicas ancestrales de los pueblos originarios. Los poetas encuentran la inspiración para nuevos versos que muchas veces vienen a nutrir el cancionero popular. En este punto de la geografía argentina toda persona se vuelve bailarín con los ritmos naturales que acompañan el danzar de las aguas del Río Cosquín, testigo de días y noches sin dormir.
Desde tempranas horas de la mañana, la ciudad invita a recorrerla con toda una movida cultural que colma sus calles de sonidos, colores y sabores. Actividades culturales son programadas por la Comisión Municipal de Folklore cada año con talleres, muestras, charlas y proyecciones de artistas y artesanos que llegan de los cuatro puntos cardinales de la patria. Pero muchas otras actividades se dan sin demasiada planificación y allí está la riqueza pura del encuentro.
Los balnearios que bordean el Río Cosquín son el lugar para músicos callejeros y los tablados que durante todo el día albergan a los amanecidos para repetir una y otra vez los “clásicos” de la música popular.
Y por las noches, durante nueve mágicas lunas, la algarabía recorre cada esquina. Una ciudad que no duerme se vuelve testigo de una verdadera fiesta.
Lugares para no perderse
Cosquín ofrece lugares únicos con las bondades del paisaje serrano y patrimonios culturales que aquellos visitantes que llegan por primera vez no pueden dejar de visitar:
-Cerro Pan de Azúcar: desde allí se puede observar toda la ciudad y ciudades aledañas. Además cuenta con servicio de aerosilla. Hasta la base se puede llegar en vehículo y luego subir por senderos. La dificultad es media.
-Juntura de los Ríos: el nacimiento del Río Cosquín ofrece un espacio ideal para quienes gustan de la tranquilidad.
-Balneario Puente Zubiría: para disfrutar en familia de aguas calmas y cristalinas con playas de arena y servicios para pasar el día. El camino para llegar es de tierra y se necesita de vehículo.
-Tren de las Sierras: desde Cosquín se puede ir hacia el sur hasta la ciudad de Córdoba o un paseo por el norte de Punilla hasta Capilla del Monte.
-Plaza Próspero Molina: uno de los emblemas de la música popular argentina. Desde el 2 de enero comienza el Pre Cosquín (Certamen para Nuevos Valores) y del 20 al 28 de enero el Festival Nacional de Folklore. 29 y 30 de enero Cosquín Cuarteto.
-Cosquín Cultural: Desfile inaugural del Festival Nacional de Folklore, Feria Nacional de Artesanías y Arte Popular Augusto Raúl Cortazar; Encuentro de Poetas con la Gente, Ateneo Folklórico, Muestras y Talleres Culturales.
Para degustar la gastronomía tradicional argentina, durante la época estival el fogón oficial (al costado de la Plaza Próspero Molina) y el Patio de la Iglesia (Nuestra Señora del Rosario) son dos lugares que ofrecen opciones en relación precio-calidad. Para meriendas la tradicional confitería La Europea y la Casa de Té (camino al Pan de Azúcar) mantienen la atención personalizada de sus propios dueños.
Feria Nacional de Artesanías y Arte Popular Augusto Raul Cortazar
Es la feria de artesanías más antigua del país, que reúne a artesanos de todos los rincones de Argentina mostrando no solo los productos sino la esencia de técnicas ancestrales que se han ido transmitiendo de generación en generación.
Este año tendrá lugar del 13 al 28 de enero en la Plaza San Martín, con la presencia de 97 stands y 18 puestos para Pueblos Originarios y Tradicionales.
Además se sumará sobre calle Salta un paseo de food trucks y la Feria del Libro que hace años contribuye a todo el movimiento cultural de la ciudad.
“Este año hemos podido recuperar artesanos que hace mucho tiempo que no venían y además contactar con algunos que nunca habían participado pero que son de primer nivel. Queremos volver a poner la Feria dentro de las mejores del país” destacó Eduardo Pitis, encargado de la Feria.
Horarios: Inauguración sábado 13 de enero a las 20. Domingo 14 se abre de 10 a 13 y de 19 a 1. Del lunes 15 al viernes 19 inclusive, solo x la tarde, de 19 a 1. Del sábado 20 al domingo 28 de 10 a 13 y de 19 a 1.
