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El oasis del Parque Sarmiento

Pórticos con columnas corintias y glorietas que alguna vez ocuparon orquestas muestran el lujoso estilo constructivo de comienzos del siglo 20.
Pórticos con columnas corintias y glorietas que alguna vez ocuparon orquestas muestran el lujoso estilo constructivo de comienzos del siglo 20.

Cuando falta poco para que termine el verano y todavía las altas temperaturas dominan la jornada, el natatorio del mayor espacio verde de la ciudad ofrece una tregua. El placer de creerse en las sierras y estar en el corazón capitalino.

Piletas particulares, clubes, balnearios municipales, siempre hay un modo de ingeniarse para hacer sopor-table el calor en plena ciudad.

Sin embargo, no son muchos los que tienen en cuenta el hermoso natatorio del Parque Sarmiento, que permite disfrutar de la frescura del agua sin tener que ir hasta las sierras.

Cuando la ciudad de Córdoba comenzó a extenderse sobrepasando las 70 manzanas fundacionales que le dieron origen, algunos visionarios miraron hacia los Altos del Sur.

Las grandes barrancas que se extendían más allá del bulevar San Juan / Illia eran desde antiguo una barrera infranqueable pero en 1886 comenzaron a sentarse las bases de la “ciudad nueva” o Nueva Córdoba.

Junto a ella, como correspondía a los cánones de la época, nació también el Parque Sarmiento.

Muchas fueron las vicisitudes que debieron sortearse hasta la concreción de esos proyectos pero hoy Nueva Córdoba es uno de los barrios más conocidos y el Parque Sarmiento continúa como el espacio verde más importante de la ciudad.

Natatorio. El 8 de diciembre de 1918 se inauguró la hermosa pileta. Próxima al Jardín Zoológico y al lado del Coniferal, la obra fue planificada y ejecutada por el ingeniero José A. Scherer, por entonces director General de Parques y Paseos.

Al igual que otros sectores del parque, se aprovecharon los desniveles del terreno para otorgarle una gracia y magnificencia extraordinarias.

No se escatimaron los detalles: pórticos con columnas corintias, glorietas en sus extremos que estaban destinadas a orquestas, un artístico puente, un centenar de casillas, una playa de arena para tomar sol, un pabellón destinado a confitería y “despacho de trajes de baño”, según informa Carlos Luque Colombres en su libro La Ciudad Nueva o el primer medio siglo de Nueva Córdoba.

En la actualidad la piscina luce el trabajo del reciente rescate que la sacó de largo años de olvido. Así, vuelve a ser una válida opción ciudadana para el descanso y la recreación.

Rodeada de agradable sombra, el natatorio ofrece 80 metros de extensión, mantiene sus aguas limpias y un ordenado entorno.

La pileta se encuentra apartada de la ciudad por una valla de árboles y barrancas y logra el efecto en los bañistas de sentir que están un paraje serrano, salvo cuando más allá de la arboleda emerge alguna torre de edificios, que hace regresar a la ciudad de Córdoba.

Lo que hay que saber

Horarios. La pileta puede utilizarse de lunes a viernes, entre 14 y 20 y sábados, domingos y feriados de 10 a 20.

Entradas. Mayores $ 10 y niños de 6 a 12 años, $ 5, por día.

Requisitos: los interesados deben someterse a una revisación médica y se les entrega un carné con vigencia de 15 días. Se debe llevar el documento.

Informes. Teléfono (0351) 428-5600, interno 6300.