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Descenso a criptas históricas

El Museo San Alberto, entre muros coloniales, exhibe la cripta de enterramiento de hermanas y alumnas de la congregación.
El Museo San Alberto, entre muros coloniales, exhibe la cripta de enterramiento de hermanas y alumnas de la congregación.

Dos circuitos por espacios subterráneos que en la actualidad tienen sus puertas abiertas como museos patrimoniales y corren el velo de usos y costumbres coloniales.

Los sitios subterráneos siempre despertaron la curiosidad de los cordobeses. Criptas, sótanos, túneles y depósitos eran comunes en épocas donde no se contaba con los adelantos actuales, ya sea para sepultar a los difuntos, guardar objetos de valor o simplemente preservar algunos alimentos.

A comienzos del siglo XVII los jesuitas fundaron en Córdoba el Colegio Máximo, la primera y única casa de altos estudios del país hasta el siglo 19. Su prestigio y unicidad atraía estudiantes de toda la región e incluso de los territorios que hoy pertenecen a países limítrofes. Estos hidalgos de tierras lejanas necesitaban hospedaje durante el tiempo que permanecían para estudiar pero los jesuitas aun no poseían los recursos económicos para poder establecer un internado.

Esta posibilidad recién se concretó en 1687 gracias a la donación del presbítero Ignacio Duarte Quirós quien donó su casa y todos sus bienes para establecer el Convictorio Nuestra Señora de Monserrat.

Esa institución se encontraba en la esquina de las actuales calles Obispo Trejo y Caseros, pero en 1782, el obispo de Córdoba, fray José Antonio de San Alberto decidió trasladar este internado una cuadra más al sur y en el lugar creó el primer colegio de mujeres de la Argentina, la Real Casa de Niñas Huérfanas Nobles y Educandas. Una parte de esta construcción fue destinada para museo en 1980 y abre sus puertas para mostrar a través de sus objetos y espacios, las formas de vida femenina en la Córdoba colonial.

En el subsuelo del museo, pueden observarse antiguos muros coloniales y el lugar donde funcionó allá por 1765 la primera imprenta del Virreinato del Río de la Plata. Matrices, caracteres y letras fueron traídas desde España y se llegaron a imprimir algunas publicaciones hasta que los jesuitas fueron expulsados de América en 1767.

El museo exhibe también la cripta de enterramiento de las hermanas y alumnas de la congregación. Se trata de un sector reducido donde se observa el “pudridero” donde se descomponían los cadáveres antes de ser llevados al osario. Hay también varios nichos con ataúdes del siglo 19.

Cripta jesuítica. Hacia 1700, los hermanos Ignacio y Francisco Mujica se unieron a la orden jesuítica y donan su casa para establecer allí el noviciado. La propiedad bajo la actual esquina de avenida Colón y calle Rivera Indarte y en su amplio terreno los jesuitas construyeron una cripta de enterramiento que estuvo en su poder hasta 1767.

El lugar fue entonces ocupado por los hermanos betlemitas, una orden religiosa dedicada al cuidado de la salud de la población, quienes usaron las dependencias como un destino de pacientes fatales y víctimas de epidemias hasta que construyeron el hospital San Roque. La epidemia de cólera que asoló la ciudad en 1820 obligó a usar la cripta como pudridero y osario.

Luego de pasar por varios propietarios finalmente la ampliación de la avenida Colón en 1928, tapó la cripta varias décadas hasta que en 1989 una cuadrilla que hacía obras de infraestructura dejó al descubierto el magnífico patrimonio jesuítico, hoy convertido en museo de sitio.

Otra propuesta. La ciudad de Córdoba se identifica con La Cañada, espacio que desde tiempos remotos cobijó un sinnúmero de historias de malevos y aparecidos que conformaron una suerte de leyendas urbanas. Así surgieron personajes como la "Pelada" de La Cañada y el Farol o el "Chancho" Benedicto", entre muchos otros. En el entorno se desataban encontronazos entre los afincados en el sector denominado el Abrojal y los habitantes del centro al que llamaban "cajetillas".

Los desbordes del arroyo La Cañada fueron dramáticos por las inundaciones que causaron y las vidas que se cobraron hasta que en la década de 1940 se inauguró la nueva obra de canalización. En la actualidad La Cañada es uno de los paseos más bellos de la ciudad con su increíble galería de tipas, los árboles cuyas copas forman una fresca bóveda natural.

Lo que hay que saber

Visita. Las criptas de Córdoba.

Cuándo. Martes 24 a las 11.

Partida. Museo San Alberto (Caseros 124) para recorrer sus dependencias y luego la Cripta Jesuítica del Antiguo Noviciado

Costo: se abona en cada museo.

Visita. La Cañada, música, pluma y calicanto.

Cuándo. Miércoles 25 a las 11.

Partida. Plaza de la Intendencia (al pie del mástil principal) para visitar el Palacio 6 de Julio; Plaza Italia; La Cañada e Iglesia del Carmen.

Costo. Gratis