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Characato: un lugar libre de contaminación auditiva que no podés dejar de conocer

Se escucha el sonido del agua y el cantar de los pájaros.
Se escucha el sonido del agua y el cantar de los pájaros.

Anclado en la Pampa de Olaen, en el valle de Punilla, se encuentra Characato, un paraje silencioso rodeado de un entorno natural único.

Uno de los puntos más pintorescos de las sierras cordobesas es Characato. Una zona en la que predomina el silencio y la paz, enclavado en un medio ambiente magnífico y exclusivo en nuestras serranías.

Ubicado en la Pampa de Olaen, a 132 kilómetros de la Capital cordobesa, es un destino ideal para recorrer sin ruidos citadinos. Es por eso que a Characato se lo conoce como “Villa del Silencio”, donde lo único que prevalece es el cantar de los pájaros y el movimiento del agua y de las copas de los árboles.

De acuerdo a su etimología en lengua comechingona, significa Tierra de Agua por el gran cauce de río que lo rodea. Otros pobladores cuentan que es un homenaje a un cacique originario que se llamaba Characate.

Ubicado a 1.490 metros sobre el nivel del mar, el pueblo fue fundado en 1949 como una zona de descanso. Actualmente en este paraje habitan pocas familias y cada año recibe a turistas que llegan para buscar serenidad y aire puro.

Se destaca también por estar libre de contaminación lumínica. La claridad de su cielo es ideal para observar, por las noches, las estrellas bien definidas.

Otro de los atractivos es su espejo de aguas cristalinas. Cuenta con un arroyo que desemboca en Las Bandurrias, un salto de agua de unos 15 metros de altura que confluye en una piscina natural. La cascada que se abastece del arroyo depende directamente de los días de lluvia. Se encuentra rodeado de piedras rojizas que conforman una postal perfecta para disfrutar en cualquier momento del año.

Cascada Las Bandurrias, Characato. Foto: Agencia Córdoba Turismo
Cascada Las Bandurrias, Characato. Foto: Agencia Córdoba Turismo

Además, se cuenta con senderos que rodean los cerros cercanos como los Tres Picos y el Characato, dos sitios magníficos para quienes buscan aventura.

Caminar hacia la Cañada del Laurel donde sobresalen sus fuentes de aguas cristalinas es otra de las aventuras al aire libre.

Para los amantes de las aves, es un lugar ideal para el avistaje de los cóndores andinos que vuelan sobre sus picos rocosos.

Otro de los atractivos es la parada obligada a la capilla Nuestra Señora del Rosario Milagro. Tiene su origen en 1591 y, aunque en la actualidad permanezca cerrada, es otro punto obligado para conocer y disfrutar.

Su arquitectura es sencilla y encantadora y está acompañada de relatos y mitos que se fueron extendiendo a lo largo de los años. La capilla posee una imponente campana a la que se accede por unas escaleras ubicadas en el exterior, las mismas que conducen al coro. Es una verdadera reliquia arquitectónica perdida en la llanura del lugar.

Dos imperdibles rumbo a Characato

Si decidís conocer “Villa del Silencio” no podés dejar de visitar dos lugares de los que no te vas a arrepentir.

Una de las primeras paradas es la Estancia La Candelaria, la cual fue declarada como Monumento Histórico Nacional y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es una imponente casona cerrada, como un fortín, y que está inmersa en un entorno natural.

Su distribución con el patio central, las habitaciones, el sistema hidráulico y hasta sus corrales invitan a recorrerla y aprenderla.

Otro atractivo de la capilla es la Virgen de las Candelas. Cada 2 de febrero se realizan misas, peregrinaciones y desfiles de agrupaciones gauchas como conmemoración.

Asimismo, otro de los sitios a visitar es Oro Grueso. Se encuentra a 15 kilómetros de Characato y es un rincón especial para disfrutar del río y de una pequeña hostería con cuatro habitaciones que supo albergar a los mineros. Además, se puede realizar una visita guiada a una mina secreta. Es preservada como una reliquia.

El lugar está rodeado por el río la Candelaria que invita a conocerlo por sus aguas cristalinas y su ambiente verde que lo hace único en las sierras cordobesas.