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Atardecer entre cóndores en el parque nacional

La caída del sol, en el balcón norte de la Quebrada del Condorito. Foto: Agencia Córdoba Turismo
La caída del sol, en el balcón norte de la Quebrada del Condorito. Foto: Agencia Córdoba Turismo

Si de día el Parque Nacional Quebrada del Condorito es majestuoso, al caer el sol se vuelve todavía más tentador. Cómo vivir una experiencia distinta. 

De día, el Parque Nacional Quebrada del Condorito es un encanto, con postales que dejan sin aliento.

En el atardecer, las emociones se multiplican. En Córdoba, se organizan experiencias varias en torno a una de las maravillas cordobesas, que pronto tendrán obras de infraestructura para potenciar el lugar, con fondos del gobierno nacional y de la provincia.

Esta actividad de pasar el atardecer en el parque, es una de las que integran el Catálogo de Experiencias de la Agencia Córdoba Cultura, para regocijarse de la naturaleza y rodearnos de cóndores.

Sentir la caricia de los pastizales en su esplendor, disfrutar de la Pampa de Achala en el mejor momento del día, cuando tanto a los cóndores como un gran número de aves regresan a sus posaderas para dejar atrás un largo día de vuelo en busca de alimentos.

El atardecer también da la posibilidad de disfrutar de la soledad de la montaña, ese momento en el que la mente se despeja de toda preocupación. Aprovechando esto, el lugar elegido es el balcón norte, que normalmente está repleto de turistas... pero no al atardecer. Los mates y charlas se tornan más cálidos esperando ese momento en el que el sol se esconde y el último haz de luz da paso a la noche y a sus encantos.

El plan perfecto

El inicio de esta actividad es a la siesta, en el punto de reunión para comenzar este viaje de ensueño en el ingreso al parque.

Para llegar al centro de visitantes, punto de partida, el viaje lo transitamos por el nuevo camino que cruza las Sierras Chicas por Falda del Cañete. Tras unas dos horas de trayecto se llega al comienzo del trekking, última coordenada en vehículo. Una vez con el equipaje en la mochila, nos adentrarnos en la senda que lleva al balcón norte, y que tiene algunos recovecos que sólo se pueden recorrer con guías del parque.

La caminata es muy tranquila y llevadera, el sendero tiene numeración para que el turista pueda ubicarse y algunos de estos números son buenas referencias.

El número 5, es uno de los mejores miradores a mitad del camino, donde se descansa y se aprecia la gran vista a las Sierras Chicas. Un poco más allá, en el punto 6 se encuentra el desvío por la senda Piedra Libre al Zorro. El zorro colorado fue y es un actor importante de estos pastizales de altura.

El viaje continúa hacia el balcón norte, tras una hora más de caminata. En este punto más lejano del recorrido, si el clima acompaña se puede apreciar al cóndor en su máximo esplendor y a otras aves que regresan al atardecer.

El mágico silencio en ese instante en el que el sol se esconde, invita a abrigarse para recibir el fresco de la noche que comienza.

Tras ese hermoso momento, se vuelve por la senda... pero no termina allí: al pasar por la zona más alta del recorrido, se tiene la oportunidad de descifrar las siluetas que muestran las luces de las ciudades debajo. Nuevas perspectivas en la oscuridad permiten apreciar el paisaje y otras especies en plena caminata nocturna.

Luego se regresa al centro de visitantes, para retornar al punto de origen.

La actividad es de un día completo, con un grado de dificultad media. Público recomendado: todos aquellos que realizan algún tipo de actividad física frecuentemente. Distancia: 12 kilómetros. Teléfono: (3541) 629434. Email: polylepisaventura@gmail.com