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Adultos mayores, guías turísticos de los niños en Córdoba

Un cicerón explica a los chicos características de la Catedral.
Un cicerón explica a los chicos características de la Catedral.

Desde hace nueve años, un grupo de adultos mayores se han convertido en cicerones de niños en edad escolar, en una actividad organizada por el Cepram. Este año, estos particulares guías turísticos muestran el Cabildo, la Catedral y la plaza San Martín.

En Córdoba, hay un grupo de adultos mayores que, convertidos en cicerones, enseñan a los niños escolares a valorar el patrimonio histórico y cultural de la ciudad.

Al comenzar el año lectivo, también reanudaron sus actividades estos cicerones, que desde hace nueve años transmiten a los alumnos, en forma de cuentos, la historia del patrimonio histórico cordobés.

Un cicerón explica a los chicos características de la Catedral.
Un cicerón explica a los chicos características de la Catedral.

Se utiliza el término “cicerón” por ser la antigua denominación de los guías de turismo, alguien que conduce a los visitantes por museos, galerías y sitios de interés.

La actividad es coordinada por la licenciada Carla Arónica y tiene como objetivo tender un puente intergeneracional por el cual el adulto mayor, en un rol activo, busca que los niños conozcan, quieran, se apropien y cuiden los espacios históricos de la ciudad.

Los recorridos de este año incluyen visitas a todos los recovecos del Cabildo; los detalles de la fachada de la Catedral, y descubrir los secretos que guarda la plaza San Martín.

Plaza San Martín, parte del centro histórico de la ciudad y uno de los puntos que los guías destinan a sus actividades.
Plaza San Martín, parte del centro histórico de la ciudad y uno de los puntos que los guías destinan a sus actividades.

Al finalizar cada una de estas visitas se le entrega a los niños un libro, ilustrado y escrito por Oscar Salas, para que luego puedan releer las historias.

La iniciativa, denominada "Entre cicerones y herederos, Córdoba narrada por sus mayores", está organizada por el Centro de Promoción del Adulto Mayor (Cepram). Desde hace casi una década, más de 60 voluntarios formaron parte de esta experiencia en la que transmiten sus conocimientos a los niños o "herederos".

Atenta, desde el patio del Cabildo, mira la torre de la Catedral.
Atenta, desde el patio del Cabildo, mira la torre de la Catedral.

Un párrafo aparte merecen los voluntarios que se constituyen como cicerones. Sofía Pérez y Dolores Albarenque son, desde 2006, dos de quienes están encargadas de la logística, organización y de los vínculos con las escuelas.

Este año se incorporaron los voluntarios Myriam Amoruso, Celina Cristiano, Elsa Faltibene, Carmen Ramacciotti, Isabel Romero, Vilma Monteresino y Mariana Urrutia.

Ellos se sumaron al grupo que integran desde hace nueve años alumnos como Laura Molina, Carlos Sabaini, Martha Queirolo, Ana María Palacios, Nora Tejeda, Ana María Cassina, Lucia Cardillo, Beatriz Videla y Liliana Canavosio.

Las divisiones de cuarto, quinto y sexto grado de las escuelas municipales, provinciales y privadas que quieran participar de esta actividad, deben enviar su solicitud, exclusivamente, al correo electrónico cicerones@cepram.org.ar