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Ushuaia, la transandina

Puede parecer un error, pero no lo es, ya que la ciudad más austral del mundo está ubicada del otro lado de la cordillera, por esos caprichos de la naturaleza. 

Se tiene la sensación que dar un paso más significaría caerse del continente. Allá, en los confines del mundo, donde termina la ruta nacional 3, la soledad y el silencio son parte del inmenso paisaje blanco que rodea las aguas de la bahía Lapataia.

El cartel lo confirma, a la vez que mete un poco de presión a quien lo lee, porque le muestra a las claras dónde se está: a 3.079 kilómetros de Buenos Aires; 3.115 kilómetros de Córdoba, y 17.848 kilómetros de Alaska, en el otro extremo del continente.

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Pero allí terminó el viaje que, cuatro días antes, comenzó en Córdoba hacia Buenos Aires y, tras una noche en la capital, el vuelo demorado a Ushuaia, porque las condiciones meteorológicas en el sur del país así lo imponían.

El 15 y 16 de junio pasado cayó una gran nevada y llegar a la capital de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, tal el nombre oficial de la provincia más austral, fue un espectáculo inolvidable.

La ciudad, recostada sobre el canal de Beagle, en la bahía de Ushuaia, estaba cubierta por un denso manto blanco, con el telón de fondo de los Andes fueguinos.

Ushuaia, sobre la bahía del mismo nombre, mira hacia el sur y a sus espaldas tiene la cordillera. Eso hace que la ciudad sea la única transandina de nuestro país.
Ushuaia, sobre la bahía del mismo nombre, mira hacia el sur y a sus espaldas tiene la cordillera. Eso hace que la ciudad sea la única transandina de nuestro país.

Y acá es necesario hacer una aclaración: Ushuaia es la única ciudad argentina ubicada detrás de la cordillera, es decir, “trasandina”. Esto es así porque, por esos caprichos de la naturaleza, en la isla Grande de Tierra del Fuego la cordillera cambia su orientación norte-sur por la de oeste-este y forma una especie de L. En consecuencia, Ushuaia queda en el “talón” de esa L, del otro lado del cordón montañoso.

Una vez en el aeropuerto, el breve viaje hacia el hotel anfitrión, Las Hayas, un resort ubicado sobre las estribaciones de la montaña, con un estilo arquitectónico de villa francesa, vistas privilegiadas de la bahía y el canal de Beagle y 93 habitaciones con gran confort y sobrio lujo, permitió tener una primera impresión de la ciudad nevada.

Acomodados en el hotel, comenzó realmente la visita a Ushuaia. Hay algunas cosas que no se pueden dejar de hacer cuando se está en la ciudad más austral del mundo. Una de ellas es conocer la excárcel y presidio militar, hoy convertida en museo y donde también funciona el Museo Marítimo.

Allí le contarán la historia de este tristemente célebre penal, cuya historia se remonta a 1896, cuando arribó el primer grupo de 14 penados a la por entonces Cárcel de Reincidentes, construida en chapas y madera.

El cartel lo dice claramente: hay 3.079 kilómetros a Buenos Aires y 17.848 a Alaska.
El cartel lo dice claramente: hay 3.079 kilómetros a Buenos Aires y 17.848 a Alaska.

Desde 1902 hasta 1920, los mismo presidiarios construyeron el actual edificio, que cuenta con cinco pabellones de 79 celdas cada uno. Si bien las celdas eran unipersonales y la capacidad de la cárcel era para 390 penados, llegó a albergar a más de 600 presos, muchos de ellos famosos por sus crímenes, como Cayetano Santos Godino, más conocido como “el Petizo Orejudo”, quien a los 16 años se convirtió en un asesino serial de niños.

La clave es visitar el presidio con la ayuda de un guía, para conocer la historia del lugar y de sus personajes a fondo. Existe la posibilidad de hacerlo con autoguía, pero el relato del experto le pone realismo al tema.

De paso, ya que se está en la ciudad, conviene darse una vuelta por la céntrica avenida San Martín para comprar chocolates, artesanías, bebidas y perfumes y ropa, productos que se consiguen a buen precio.

Avenida San Martín, en el centro de Ushuaia, cubierta de nieve.
Avenida San Martín, en el centro de Ushuaia, cubierta de nieve.

Además, si hay mucha nieve, se recomienda alquilar ropa apropiada, sobre todo calzado y pantalones, de los que se usan para esquiar, porque de lo contrario terminará con la ropa y los pies mojados, nada aconsejable para el frío.

Para eso, en 9 de julio 128, está Jumping, donde alquilan todo lo necesario. Los pantalones, a $ 200 por día, algo sumamente recomendable.

Una invitación a recorrer las calles de Ushuaia 

*Especial