buscar

Ushuaia, entre montañas y aguas heladas

Un viaje a Ushuaia, la única ciudad argentina que se levanta del otro lado de la Cordillera. Naturaleza extrema, deportes invernales y fauna marina en el fin del mundo.

Ushuaia atrapa desde el aire. Sus montañas escarpadas, de cumbres nevadas, recostadas sobre costas azules anuncian una naturaleza salvaje que resiste bajo la bruma. Un escenario magnífico, en un rincón indómito y bello, que parece salido de El faro del fin del mundo, de Julio Verne (aunque, en realidad, la obra del francés trascurre en la Isla de los Estados, a 24 kilómetros de la ciudad).

El confín del mundo aguarda bajo un clima impredecible, que en esta época del año puede oscilar entre los 2 y los 14 grados.

Se trata nada menos que de la ventana que mira hacia las heladas y turbulentas aguas del Atlántico Sur, uno de los mares más místicos del planeta. Allí, la corriente marina que baja de las Malvinas y los vientos provenientes de la Antártida han alimentado las leyendas de la peligrosa navegación por Pasaje de Drake, para algunos, “el Everest de la vela”.

Única ciudad argentina del otro lado de la Cordillera, Ushuaia se erige sobre las costas del Canal de Beagle. El puerto domina buena parte del escenario urbano, donde confluyen la Prefectura Naval, enormes buques mercantes y lujosos cruceros. El naufragio del remolcador Saint Cristopher, encallado a metros de la costanera desde 1957, alerta sobre las trampas a las que se exponen los navíos en este extremo del continente.

El paseo por el Beagle es una inmejorable oportunidad para tomar contacto con la fauna marina y visitar comunidades de pingüinos, lobos marinos y cormoranes. Si la suerte acompaña, la excursión puede transformarse en una experiencia única al avistar ballenas jorobadas y orcas.

El mar y la montaña se dan la mano en este destino. El glaciar Martial, que se erige a pocos kilómetros del centro, así como el cerro Castor, son excepcionales alternativas para hacer trekking y practicar deportes invernales.

DATOS. Información útil para disfrutar de Ushuaia.

Orígenes carcelarios

Una buena porción de la historia de la isla está en la Boutique del Libro, a unas cuadras del puerto, donde un atestado escaparate ofrece todo tipo de lecturas sobre los orígenes de la ciudad, leyendas marinas y célebres naufragios.

Con una población de poco más de 50 mil habitantes, la capital de Tierra del Fuego es la ciudad más austral del mundo. Sin embargo, a escasos kilómetros al sur, sobre la chilena isla Navarino, Puerto Williams ostenta el récord de “australidad”, con unos 2.500 habitantes.

Buena parte del desarrollo de Ushuaia comenzó con su cárcel, uno de los recintos más célebres de Argentina. Entre 1902 y 1947, fue el lugar de confinamiento de los reos más peligrosos. Desde “el Petiso Orejudo” a militantes comunistas, pasando por el mismísimo Carlos Gardel (¿mito o realidad?), este presidio llegó a tener 30 sectores de trabajo, muchos de ellos establecidos en distintas partes de la ciudad. Algunos de los servicios que prestó la cárcel fueron imprenta, electricidad, teléfono y bomberos, que, sumados a la construcción de calles, puentes y edificios, y a la explotación de los bosques, apuntalaron su crecimiento. A través del Tren del Fin del Mundo se puede visitar gran parte del recorrido que hacían los presos en procura de leña, el principal combustible de las industrias de la época. Cerrado por orden del general Perón, el penal se transformó en museo y hoy es un atractivo fundamental para conocer la historia de esta porción de la Patagonia.

De los más de 400 mil turistas que visitan Ushuaia cada año, 100 mil llegan en crucero. Al “fin del mundo”, Ushuaia espera con su extraordinaria mezcla de naturaleza, cultura y aventura.