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En una de las zonas mendocinas más privilegiadas, nació un emprendimiento que combina gastronomía, turismo e inversión.
El Valle de Uco es una zona privilegiada en Mendoza que ha crecido considerablemente en los últimos años gracias a los viñedos, que con sus excelentes uvas trajeron buenos vinos, la instalación de grandes bodegas y el consiguiente impulso turístico.
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Este atractivo singular queda siempre un poco corto a la hora de atender la enorme demanda de turistas que visitan las diferentes regiones del valle en busca de alojamiento y lugares para comer.
Atendiendo a esta búsqueda de experiencias singulares y auténticas, acaba de inaugurar el restaurante Hornero en La Morada Life, el reconocido complejo que está en Finca Los Arbolitos en Los Chacayes, que además está en etapa de sumar unidades para brindar varias opciones de alojamiento e inversión inmobiliaria.
La historia de La Morada empezó a principios de 2000, cuando un grupo inversor desarrolló un inmenso viñedo en este terruño en un valle que en esa época recién empezaba a destacar por sus uvas de altísima calidad.
Con vistas a la Cordillera de los Andes, las 340 hectáreas de la finca producen uva para varios vinos destacados de diferentes bodegas de la Argentina.
CON EL FOCO EN LOS VINOS Y EN LA COCINA
El restaurante Hornero está a cargo de Edward Holloway, un reconocido chef norteamericano enamorado de Mendoza y de las formas de cocinar argentinas, con varios proyectos en su haber como Fierro en Buenos Aires.
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Empanadas de chivito, langostinos a la chapa, provoleta con cherry quemados, carnes diversas entre las que destacan la punta de espalda asiática y la ceja ahumada, verduras asadas en diferentes puntos, carpaccio de tomates frescos, todo el complejo y variado repertorio de la cocina argentina tradicional con un toque de modernidad e ingenio se dan cita en este espacio con los hornos a la vista y una hermosa fiambrera Berkel restaurada de la que salen finísimas fetas de diversos jamones de Argentina y del mundo.
Hasta los postres pasan por el fuego con una diversidad de opciones atractivas buscando rescatar el sabor de la leña. Toda la experiencia está armada para crear un ambiente cordial y motivador, con vista a los viñedos y la Cordillera que reluce a lo lejos como pintada en el horizonte.
Andrés Rosberg es la cara visible del proyecto y uno de los socios. Consumado sommelier y especialista en vinos explica que el concepto del restaurante no acaba en los platos, sino que tiene un amplio abanico de refinadas decisiones a la hora de presentar algo distinto.
Hay una cava subterránea para 15 mil botellas, que pone el foco en los vinos de Chacayes y del Valle de Uco en general, con el agregado de una generosa oferta de vinos de toda Argentina y botellas icónicas del mundo. La idea es hacer degustaciones especializadas para tener un parámetro preciso y poder comparar.
Los detalles de categoría se suceden durante el almuerzo: copas Riedel, cuchillos de orfebrería, vajilla personalizada, una barra con diferentes bebidas del mundo. Nada es al azar. Hasta el agua es un lujo: proviene de deshielo de los Andes y es filtrada y purificada en el lugar. “La idea es la de trabajar sobre lo que nos hace felices, la calidad del producto, la vista que tenemos, la onda, la cosa bien hecha, lo genuino y lo auténtico”, dice Rosberg.
“Quisimos diseñar un restaurante para invitar a todos los productores a que muestren sus vinos”, agrega. La leña es la estrella y los platos salen en su mayoría en la chapa o el hierro que se usan para cocinar, que se dejan en medio de la mesa para compartir y generar un ambiente que invite a la conversación y al disfrute.
PARA COMER, PASEAR O INVERTIR
La novedad de este emprendimiento es que el complejo La Morada Life es la conjunción entre alta gastronomía, refuerzo hotelero y una propuesta inmobiliaria. Una versión para atraer a los fanáticos de los vinos que consiste en varios productos. Uno de los que ya está listo es el Lodge, que son pequeñas unidades funcionales, como si fuera una suite de hotel pero en forma de casita unitaria que tiene su propia pileta y servicio hotelero.
“La idea es darle un vehículo a la gente para que viva una experiencia única, tal como nosotros la vivimos: estar en el medio de un viñedo increíble, en una zona vitivinícola extraordinaria, frente al Cordón del Plata, disfrutando de la forma de ser del mendocino” dice Federico Eduardo Zabala de Nova Fusión, la empresa desarrollista.
Algunas casitas ya están casi listas para alquilar y pronto habrá más opciones de alojamiento y de inversión.
La Morada Life y su restaurante Hornero ofrecen una parada ideal en Chacayes, esta región cada vez más atractiva, presentando con platos genuinos de estilo argentino, excelentes vinos y la posibilidad de visitar las impactantes bodegas de la zona, imprescindible para incorporar a la ruta del vino por el Valle de Uco.
