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Los Valles Calchaquíes y la increíble Ciudad Sagrada de los Quilmes; el cerro San Javier; Tafí del Valle o la capital, perfectas para disfrutar de un viaje al noroeste argentino.
En el Noroeste Argentino, Tucumán propone la convergencia ideal entre cultura, paisajes y atractivos imperdibles: la historia, impregnada en las fachadas de las distintas edificaciones, y el entorno natural multiplicado en las más variadas formas, colores y aromas. Sueños, pasión y el corazón de la gente que la habita convierten a Tucumán en una tierra anhelada para un primer viaje, o para quienes elijan reincidir en este lugar.
Su pequeña superficie no le impide poseer múltiples atractivos que la posicionan en uno de los destinos más encantadores del país. Cerros, parques, iglesias, museos y yacimientos arqueológicos, que aún conservan sus culturas ancestrales, invitan a recorrer esta maravillosa provincia. Elegimos algunos imperdibles para aprovechar durante Semana Santa y más allá.
EL CIRCUITO HISTÓRICO DE TUCUMÁN
La ciudad de San Miguel de Tucumán ha sido testigo de los sucesos más trascendentales, y transitar su circuito histórico se convierte en un extraordinario viaje al pasado. Allí, el espíritu independentista se aprecia en cada una de sus calles y rincones.
El circuito comienza en la Plaza Independencia, en el centro de la capital, desde donde pueden observar espacios impregnados de historia: en el área central, la Estatua de la Libertad -imponente obra de la artista tucumana Lola Mora- observa de frente a la majestuosa Casa de Gobierno, Monumento Histórico Nacional construido en 1912.
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En uno de los extremos de la plaza se erige la Iglesia Catedral, que maravilla tanto desde su fachada de estilo neoclásica como del interior: adentro se conserva la Cruz Fundacional de Ibatin, ícono cultural y religioso tucumano. En Semana Santa, el 6 de abril se llevará a cabo la tradicional visita guiada en bus por siete iglesias de la capital: la Catedral, La Merced, Santo Domingo, San Francisco, Corazón de María, San Juan Bosco y San Marón. La inscripción a la actividad se realiza en la oficina de Informes del Ente de Turismo, con cupos limitados.
El circuito culmina en el Museo Casa Histórica de la Independencia, donde de forma didáctica se podrá conocer los acontecimientos que dieron lugar a la independencia argentina. Aires de libertad, pasión y sueños se respiran en cada una de sus habitaciones, lo que que hace imprescindible una visita. Abre de martes a domingos de 9 a 13 y de 16 a 20; de jueves a domingos a las 20 se realiza el espectáculo Luces y Sonidos de la Independencia, una puesta audiovisual imperdible.
TAFÍ DEL VALLE Y EL MOLLAR
Al oeste de la provincia, en el centro de altas montañas y vistas magnificas, se ubica la villa turística Tafí del Valle, puerta de entrada a los imponentes Valles Calchaquíes. Para llegar desde la ciudad de San Miguel se debe tomar la ruta provincial 307. El trayecto visualiza la belleza de la región, donde las yungas se abren paso para encantar con sus tonalidades verdes combinadas con las rocas y aguas cristalinas del río Los Sosa, creando una postal que invita a la contemplación constante.
El paisaje cambia su fisonomía a medida que avanza el recorrido, cuando la exuberante yunga cede su característica vegetación dejándole lugar a una planicie más árida.
Al llegar, la pintoresca localidad de Tafí, rodeada de cerros como el Ñuñorco y Pelao, ofrece una variedad de senderos para realizar actividades como trekking y mountain bike. Asimismo, se pueden visitar cuatro estancias llenas de historia: La Banda, Los Cuartos, Las Tacanas y Las Carreras.
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Esta última, en la ruta provincial 325, kilómetro 13,5, se destaca por la elaboración del queso tafinisto, que comenzó con los jesuitas gracias a la receta del manchego, elaborado con leche de vaca en lugar de leche de oveja. La estancia ofrece un recorrido por el tambo y la quesería, permitiendo conocer el proceso de elaboración de sus quesos “M”. Asimismo, se pueden realizar cabalgatas, senderismo, o bien disfrutar de almuerzos y meriendas, cuya gastronomía se caracteriza por ser regional con un toque de gourmet. También ofrece el servicio de alojamiento, invitando a vivir una experiencia llena de encanto y belleza natural (info@estancialascarreras.com o whatsapp al +543816099607).
De regreso a la capital, a 15 kilómetros de Tafí del Valle, en la localidad de El Mollar se encuentra la Reserva Arqueológica Los Menhires, parada obligada para conocer los más de 50 megalitos de la cultura Tafí, que datan de entre el 820 a.C y el 780 d.C., que simbolizan la fertilidad y la fecundidad, dada su disposición fálica.
A pesar del deterioro sufrido por el transcurso del tiempo y por la mano del hombre durante las traslaciones, los Menhires han podido ser rescatados en buena cantidad y hoy son exhibidos en el Predio La Sala, frente a la plaza principal de El Mollar. La reserva abre de martes a domingos de 9 a 19, con entrada y visita guiada gratuitas.
VALLES CALCHAQUÍES Y CIUDAD SAGRADA DE QUILMES
Luego de cruzar Tafí del Valle, la ruta continúa tomando altura penetrando en los imponentes Valles Calchaquíes. Su nombre hace alusión a la vieja etnia Calchaquí, la cual habitó esta zona en las épocas prehispánicas. Si bien desaparecieron en el siglo XVII, luego de 100 años de guerras con los invasores españoles, su espíritu continúa latente en los lugareños.
Siendo una zona muy fértil llena de lugares aptos para la vitivinicultura, se pueden encontrar diversas bodegas y viñedos que conforman la Ruta del Vino de Tucumán. Este circuito ofrece la posibilidad de visitar alguno de los 18 emprendimientos que van desde productores caseros e industriales a la primera bodega comunitaria del país. Bodega Río de Arena es invita a conocer los procesos productivos vitivinícolas en todas sus etapas, con la posibilidad de realizar una degustación del vino de altura.
Entre algarrobos y cerros la bodega, atendida cálidamente por su dueña Josefina Carro, cuenta con opciones de alojamiento y gastronomía exquisita, permitiendo una experiencia de contacto directo con el productor, su territorio e historia. (riodearena.ar o +54 381 587-0037).
En la ladera occidental de la Sierra de Aconquija se encuentra el pequeño pueblo de Amaicha del Valle. Sus habitantes, comunidad indígena Amaicha, continúan rigiéndose por instituciones ancestrales como el Cacicazgo y el Consejo de Ancianos.
Aquí es imprescindible visitar el Museo de la Pachamama, obra creada en 1996 por el artista Héctor Cruz. Se pueden conocer salones de geología, antropología y ciencias naturales, aunque las joyas son las salas de exposición de pinturas, esculturas y tapices del artista (con motivos religiosos, culturales y sociales de las tribus que habitaron el valle), como las esculturas y simbologías mitológicas que pueden apreciarse en los patios y terrazas del lugar. El museo, sobre la RP 307 en el acceso a Amaicha, está abierto de lunes a viernes de 9 a 18 y la entrada cuesta $ 1.000.
Muy cerquita se ubica la Ciudad Sagrada de Quilmes, donde se encuentran el segundo vestigio inca más importante de América. El pasado aborigen de estas ruinas de piedra hacen remontar la historia del lugar a cientos de años atrás, donde las huellas de la cultura Calchaquí aún se encuentran desperdigadas en las lomas y sierras que la rodean.
Los quilmes fueron uno de los asentamientos prehispánicos más importantes de los pueblos calchaquíes. El poblado alcanzó un inmenso desarrollo social y económico, siendo de las últimas resistencias frente al avance de los españoles. Desde 2018 funciona el Centro de Interpretación de la Ciudad Sagrada, donde se pueden visualizar proyecciones y varios objetos indígenas que exponen la historia de esta comunidad, permitiendo impregnarse de los elementos suficientes para valorar lo que fue aquella cultura truncada por el sable del conquistador.
CERRO SAN JAVIER Y VILLA NOUGUÉS
Para acceder al cerro San Javier desde la capital, se debe llegar hasta Yerba Buena y continuar por RP 338, extraordinario camino que trepa de forma serpenteante hasta la cima.
Cerca de lo más alto se visualiza el Cristo Bendicente, una escultura de 24 metros del artista tucumano Juan Carlos Iramain. Allí se podrá disfrutar no sólo de las magníficas vistas sino también de un gran espectáculo gratuito de luces, sonidos e imágenes, que se desarrolla los viernes, sábados y domingos a las 21 y 21.30.
Otro de los atractivos es Villa Nougués, pintoresca villa veraniega entre la tupida selva que guarda en sus vistas una magia y encanto que la convierten en un lugar único. Su historia se remonta a 1899 con la construcción de la casa de veraneo del ingeniero Luis F. Nougués, industrial azucarero que gobernó Tucumán entre 1906 y 1909.
Este circuito no sólo presenta excelentes opciones de alojamiento y gastronomía, sino también es el escenario ideal para realizar actividades como trekking, cabalgatas y parapente.
Parapentistas de todo el país eligen los cielos tucumanos para ejercitar su vuelo sobre la selva tucumana. En el cerro San Javier se encuentra el centro Loma Bola, excelente lugar para realizar la actividad, donde los pilotos de Volar en Tucumán invitan a principiantes y adeptos a vivir la práctica de encontrarse flotando en el aire durante 15 minutos, con los cerros y el infinito cielo como únicos testigos.
