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Tren, termas y torrontés: alternativas para enamorarse de Salta en otoño

La bellísima capital salteña fue fundada en 1582 por el colonizador español Hernando de Lerma. Aún perviven en su trazado varias construcciones de fines del siglo XVIII, como la Casa Hernández, levantada hacia el año 1780. / Foto: Secretaría de Tur
La bellísima capital salteña fue fundada en 1582 por el colonizador español Hernando de Lerma. Aún perviven en su trazado varias construcciones de fines del siglo XVIII, como la Casa Hernández, levantada hacia el año 1780. / Foto: Secretaría de Tur

En una de las estaciones que le sienta mejor, la provincia del norte argentino luce más "la Linda" que nunca. 

No importa si ya visitaste Salta alguna vez, siempre es una buena ocasión para reencontrarse en esa bella capital del norte argentino, llamada "la Linda" por propios y ajenos con sobradas razones.

¿Qué hacer si sólo disponemos de un día en la ciudad? Hay que empezar con un recorrido a pie por el casco histórico, desde la popular calle Caseros hasta la pintoresca iglesia San Francisco, continuando luego hacia la Plaza 9 de Julio, donde están el Cabildo, la Catedral y el museo MAAM.

Un gran recorrido continuaría con un almuerzo antes de seguir al Museo Güemes, y por la tarde la subida al al cerro San Bernardo en teleférico, para disfrutar de las vistas tomando un café en el bar de la cima. La noche, puede terminar en la peña típica La Casona del Molino.

Sin embargo, Salta es una provincia que tiene mucho para recorrer por fuera de su ciudad mayor. Elegimos tres alternativas variadas que empiezan con t: tren, torrontés y termas.

Un tren para llegar al cielo

El proyecto del Tren a las Nubes fue ideado a finales del siglo 19 y comenzó su construcción en 1920. Foto: Tren a las Nubes.
El proyecto del Tren a las Nubes fue ideado a finales del siglo 19 y comenzó su construcción en 1920. Foto: Tren a las Nubes.

El famoso Tren a las Nubes es una tradición salteña y un ícono nacional. Este proyecto, ideado a finales del siglo 19, comenzó su construcción en 1920, de la mano del Ingeniero Richard Fontain Maury, y realizó su primer viaje turístico en 1972. Su particular encanto reside no solo en el hecho de quedar suspendido "entre las nubes" (alcanza los 4.200 msnm), sino que también es un paseo ideal para conocer las bellezas de la puna salteña. La excursión incluye un recorrido que permite descubrir puntos panorámicos, como la Quebrada del Toro, y comunidades originarias, como la del pueblo El Alfarcito.

Termas para unos días a puro relax

Rosario de la Frontera es el centro termal por excelencia en Salta. Foto: Gentileza Secretaría de Turismo de Salta.
Rosario de la Frontera es el centro termal por excelencia en Salta. Foto: Gentileza Secretaría de Turismo de Salta.

A 174 kilómetros de la capital salteña, la ciudad de Rosario de la Frontera tiene el centro termal por excelencia en la provincia gracias a la calidad y el poder curativo de sus aguas termales, originadas en una profunda grieta geológica que también permite afluencia en otras termas, como las de Río Hondo en Santiago del Estero. Además de poder disfrutar de siete tipos distintos de baños termales, la cercanía de la ciudad con la naturaleza invita a realizar otras actividades como observación de aves, pesca y trekking. Si buscamos hospedaje, el hotel Termas es uno de los más famosos: funciona en un hermoso edificio de 1880 y ofrece una completa gama de actividades para sus huéspedes, incluido el golf.

Torrontés y algo más

Si bien la cepa estrella de la Ruta del Vino salteña es la torrontés –de sabor dulce, profundo y frutado–, también se pueden probar en sus bodegas exquisitos tannat, cabernet sauvignon o malbec.
Si bien la cepa estrella de la Ruta del Vino salteña es la torrontés –de sabor dulce, profundo y frutado–, también se pueden probar en sus bodegas exquisitos tannat, cabernet sauvignon o malbec.

Extendidos sobre 1800 hectáreas de los Valles Calchaquíes, los viñedos salteños atraviesan localidades como Cafayate, San Carlos, Molinos y Angastaco, donde los visitantes pueden probar las mejores etiquetas locales. A través de un recorrido por las Rutas 68 y 40, las distintas bodegas invitan a conocer sus instalaciones y degustar sus vinos junto a lo más destacado de la comida salteña.

Una particularidad de los Valles Calchaquíes es que los mismos cuentan con terruños muy especiales que, gracias a sus excelentes condiciones de altura, suelo y amplitud térmica, aportan atributos típicos y diferenciales.

Si bien la cepa estrella del lugar es la torrontés –de sabor dulce, profundo y frutado– también se pueden probar allí exquisitos tannat, cabernet sauvignon o malbec. La localidad más famosa de esta ruta del vino salteño es Cafayate, reconocida por la calidad de sus uvas, que aprovechan la altura para hacerse más fuertes y sabrosas (la ciudad se encuentra a 1.700 msnm). Sin embargo, son muchas las localidades que tienen muy buenas bodegas. Ideal para tomarse el tiempo de recorrerlas y conocer cada uno de sus recovecos.

Ninguna visita a Salta está completa si no se disfruta de su gastronomía típica, que se distingue por la calidad y el sabor de sus productos regionales. Las empanadas son su emblema, y en cada lugar vas a encontrar una versión diferente. Otros manjares son las humitas, los tamales, el locro y el guaschalocro (una especie de locro más liviano).