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Tilcara, en los pliegues de la Puna

Pucará, fortaleza preinca con una extensión de casi ocho hectáreas.
Pucará, fortaleza preinca con una extensión de casi ocho hectáreas.

A 88 kilómetros de San Salvador está la llamada Capital Arqueológica de Jujuy, donde el Pucará, fortaleza preinca, es protagonista.

Llegamos un mediodía de marzo luego de recorrer buena parte del norte argentino. Cada viajero entusiasta que cruzábamos, nos “cantaba la justa” de qué lugares visitar y esas sugerencias las apuntábamos detalladamente en nuestro cuaderno de viaje.

Recorrimos unos 40 kilómetros desde Humahuaca, cuando avistamos una especie de obelisco de piedra que reza en letras amarillas el nombre de la ciudad. El colectivo continuó y cruzamos un puente, desde donde se avista un ancho río y unos minutos después llegamos a una pequeña Terminal.

Una vez más cargamos las mochilas al hombro y fuimos a recorrer las calles de Tilcara. No hizo falta caminar mucho, para que una señora al vernos en la cara eso que siempre distingue a simple vista al turista del lugareño y ofreciera sus habitaciones. La seguimos y llegamos de nuevo al ancho curso de agua color rojizo que es el río Grande, para alojarnos como sus nuevos vecinos.

Una modesta pero acogedora pieza con suficiente espacio para esparcir todos los bártulos de viaje. Fresca por la mañana cuando el sol resquebraja la tierra, y caliente por las noches cuando el frío empieza a calar los huesos, sólo podía estar hecha de adobe para ser tan maleable a las condiciones ambientales. Nuestro alojamiento era hermoso, allí podríamos disfrutar la tranquilidad que buscamos durante todas nuestras vacaciones. Así es que el sábado nos mantuvimos ocupados para organizar las excursiones y también hicimos un pequeño relevamiento del territorio.

Hacia el Pucará. La mañana del domingo amanecimos cerca de las 9 y disfrutamos un rico desayuno, sentados a la sombra de un aguaribay, mientras un curioso zorzal hacía lo mismo muy cerca. Luego partimos rumbo al Pucará, del vocablo quechua fortaleza, el atractivo más conocido del lugar.

Con los mapas conseguidos en la Oficina de Turismo buscamos el camino que resultó el más difícil de todas las opciones.

Caminamos de manera paralela a la ruta 9, hacia el sur, con el sol como único compañero. El camino pedregoso se tornó cada vez más agreste hasta que de repente apareció un pequeño curso de agua que serpentea entre las piedras de diferente tamaño, baja a un pequeño arroyo, y se debe sortear a los saltos.

Continuamos la caminata hasta divisar el monumento que desde 1935 recuerda a quienes descubrieron las ruinas de Tilcara, a poco más de dos kilómetros de la ciudad.

Finalmente llegamos a la entrada junto con un gran grupo de turistas que en un viaje más organizado se desplazaban en ómnibus.

Allí pagamos $ 15 por el acceso que incluye la visita al Museo Arqueológico Doctor Eduardo Casanova, en el corazón de la ciudad de Tilcara.

El horario de visita al Pucará es de 8 a 18, todos los días.

El primer punto a conocer fue el Jardín Botánico. No nos sentimos tan lejos de nuestra querida Córdoba cuando, intentando descubrir la flora autóctona, encontramos el tabaquillo que en la zona se llama queñoa mientras al aguaribay se lo denomina molle.

En un sector de ese espacio encontramos el “rincón de descanso”, un banquillo hecho con una rodaja de árbol y a la sombra de otro. Desde allí, se obtiene una fantástica panorámica y se siente una energía muy especial.

El Pucará es un asentamiento fortificado que abarca en su mayoría las que fueron viviendas y también corrales destinados a las llamas. Del mismo modo, resalta un sector de culto conocido como “la Iglesia” y el cementerio.

Arriba, en el punto más elevado del cerro hay un monumento. Comenzamos el ascenso por las sendas que como calles unen las construcciones de piedra e ingresamos a muchas de ellas.

Trepamos por diferentes caminos ya que todos llegan al lugar donde se encuentra una pirámide trunca que facilita una visión de 360 grados.

La privilegiada ubicación permitía a la cultura aborigen controlar una vasta área de producción y asentamiento poblacional desde la Quebrada de Humahuaca y el Angosto del Perchel al norte, hasta Maimará al sur; las quebradas de Huichairas al oeste y las del Huasamay, al este.

Tal vez estuvimos media hora allí, el tiempo era nada. Como muchos sacamos fotos pero sobre todo quisimos grabar en nuestras cabezas ese momento.

Se hacía tarde y comenzamos el descenso. En el trayecto nos acompañó Nicola, un simpático italiano, que como muchos europeos conocen más de nuestro país que nosotros mismos.

Llegamos al centro de Tilcara por un camino más ágil y directo donde compramos algunos alimentos para el almuerzo.

Lo que hay que saber
Pucará

Dónde. Se encuentra en la zona sur de Tilcara, sobre una colina 80 metros de altura, sobre la confluencia de los ríos Guasamayo y Grande.

Funciones. El Pucará de Tilcara es uno de los poblados prehispánicos más notables de la Quebrada de Humahuaca que cumplió funciones defensivas, sociales y religiosas.

Extensión. Alrededor de ocho hectáreas.

Horarios de visita. Todos los días de 8 a 18.

Entrada. Se adquiere en el lugar y tiene un costo por persona de $ 15 que incluye visita al Museo Arqueológico Doctor Eduardo Casanova en el centro de Tilcara.