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Surrealista: tres lagunas rodeadas por un desierto de sal en Salta

Cerca de Tolar Grande aparecen tres ojos de mar a los que sólo se puede llegar caminando.

Tres lagunas celestes resaltan en la blancura del salar salteño. Se trata de tres ojos de mar ubicados a cinco kilómetros de la pequeña localidad de Tolar Grande.

Aunque muchos pensaban que debido a la altura y a las condiciones climáticas adversas era casi imposible que hubiera vida ahí, se descubrió que una de las formas de vida más antiguas del planeta habita en estos pedacitos de mar. Se trata de los estromatolitos, unos microorganismos especializados en transformar el dióxido de carbono en oxígeno.

Por esta razón, las autoridades locales armaron senderos y un estacionamiento para proteger el lugar, al que sólo se puede llegar caminando. Además, se instalaron diferentes carteles en donde se explica la importancia de los ojos de mar y se advierte a los visitantes no acercarse demasiado, ya que los bordes de las lagunas son frágiles y quebradizos.

Circuitos y excursiones

Para acceder a este sitio hay que tomar la ruta provincial 27, pasando por el Salar de Pocitos hasta llegar a Tolar Grande. Una vez ahí, lo más recomendable es contratar un guía para hacer alguno de los cuatro circuitos que se ofrecen: Agua del Carancho y Ojo de Mar; la Cueva del Oso y Arenales; el Mirador, en donde se conocen cerros de sal y un banco de yeso; y las Minas de Sal y el Túnel del Hombre Muerto.

Si bien todos son recomendables, el que incluye la visita a los ojos de mar es imperdible, ya que se trata de un fenómeno que se puede observar en muy pocos lugares en el mundo. ¿Otra opción? Contratar una excursión de tres o cuatro días que salga de la capital salteña y que integre los cuatro circuitos, para aprovechar al máximo la visita.