Se mudaron a Argentina para recorrer el país en combi

Marina y Abraham son una pareja de Miranda de Ebro, una ciudad española de la provincia de Burgos. Allí trabajaban en un restaurante y recorrían el mundo en los días de vacaciones que les dejaba el trabajo, hasta que se dieron cuenta que necesitaban un cambio. En ese momento tomaron la decisión de mudarse a otro punto del globo y vivir una vida nómade.

Como en casa

Cuentan que buscaban empezar de cero en algún sitio que se les hiciera familiar, "queríamos ir a un país donde nos sintiéramos como en casa y ese sin duda siempre ha sido Argentina. Ahora podemos decir orgullosos que tenemos un montón de amigos que son nuestra familia en este lado del charco". Ya habían visitado el país antes de este gran paso, y cada vez que volvían les quedaba dando vueltas la idea de mudarse.

Por todo el mapa

Hace más de un año y medio que viven y viajan por el país compartiendo sus travesías en las redes, donde acumulan miles de seguidores de España y Latinoamérica. Parte de su aventura fue la compra y adaptación del vehículo que ahora es su casa y al que no le falta ninguna comodidad. Ahora disfrutan de los paisajes y la gente de su nuevo país, pero guardan la intención de, más adelante, llegar a Alaska.

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Un medidor curioso

Si bien lo más común es medir un viaje en kilómetros o días, ellos encontraron una manera simpática y original de contabilizar el tiempo: el tortillómetro. "Surgió cuando fuimos conscientes de que en el recorrido hasta Alaska íbamos a hacer un montón de tortillas ya que es algo que nos encanta cocinar y le gusta mucho a la gente. Llevamos más de 55 en estos días de viaje".

Aunque se declaren expertos y amantes de las tortillas españolas, se familiarizaron rápido con la gastronomía local, sus platos preferidos son las empanadas y la parrillada, "tenemos amigos argentinos que han probado nuestras empanadas y nos han dicho que son de las más ricas que han comido", dicen orgullosos.

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Una de sus anécdotas favoritas es de la noche en que fueron a ver el último partido de la Copa América a un bar, donde se sorprendieron de la pasión y la alegría de todos los comensales. "Ese día compramos unas camisetas de la selección en un puesto en la calle, vivir el fútbol en Argentina es algo único en el mundo", cuentan. Ellos están convencidos de que Argentina "se hace querer de una manera especial".