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Santa Cruz: exclusivo para espíritus sensibles

El lago Posadas es un atractivo destino para los pescadores y los alrededores para los cultores del turismo de aventura.
El lago Posadas es un atractivo destino para los pescadores y los alrededores para los cultores del turismo de aventura.

No es un destino turístico convencional, aunque tiene una geografía privilegiada. Los pobladores priorizan el respeto por la naturaleza a transformarse en un “boom” que les exija cambiar la idiosincrasia y el estilo de vida.

En la provincia de Santa Cruz y a unos 70 kilómetros al oeste de la ruta 40 por un aceptable camino de ripio se encuentra lago Posadas.

No es un destino turístico tradicional, todo lo contrario, pero para aquellos que prefieren como lugar de vacaciones sitios casi inexplorado es a la medida.

La fundación oficial del lugar data de 1959 y la zona está enmarcada por dos lagos. Posadas y Pueyrredón que están prácticamente unidos. El primero más chico y de aguas color turquesa con el curioso arco de piedra formado justo en el medio, el segundo, de mayor superficie y de tono azul. Los ríos Oro y Furioso completan lo más importante de la hidrografía local.

La matriarca. Pedro Fortuny llegó de Cataluña y Susana Ventura, de Cosenza (Italia) a Buenos Aires pero pronto se cansaron de la gran ciudad pero no de Argentina. Como muchos pioneros vieron que el sur podía ser tierra de oportunidades y en 1972 partieron a la Patagonia que conocían de la luna de miel y dos años después se instalaron para siempre.

Él, alpinista aficionado, de manera paulatina se convirtió en profesional. Ella ama de casa se hizo comerciante en el riguroso clima de esa geografía inhóspita.

Tanto que sus hijos entre convencido el varón (Pablo) y resignada la mujer (Luciana) siguen la “tradición”. Hicieron y siguen haciendo de todo, para sobrevivir, primero y para tener un medio de vida muy digna, después.

La primera estación de servicios la montaron ellos, hasta que los números daban pérdidas, luego hicieron el primer hotel, el primer restaurante, las primeras cabañas, y la primera agencia de turismo con servicio para escaladores del monte San Lorenzo.

Hace unos meses Pedro murió, dicen que de tanto querer estar cerca del cielo, y Susana su compañera cada día lo homenajea con el trabajo. Regentea el supermercado, atiende el hotel y trabaja de mucama si es necesario, cocina en su casa y lleva sus “obras maestras del sabor” hasta el restaurante que está al frente.

Los 300 habitantes del lugar progresaron al tener empleo y obra pública y cuentan con pavimento, cloacas y hasta una pileta climatizada próxima a inaugurarse.

Los Fortuny, como don Pedro no están haciendo justamente fortuna, pero pelean día a día para que ese lugar tan bello de la Patagonia sea más conocido entre los argentinos. Muchos extranjeros saben de qué se trata lago Posadas porque figura en las guías turísticas europeas como lugar de culto de pescadores de salmónidos y percas (el pez autóctono de la Patagonia) y también es paraíso de alpinistas.

Ya los Fortuny no son los únicos que ofrecen servicios turísticos, porque en la actualidad son varios los que se sumaron a la cruzada de hacer conocer el lugar y ampliaron la oferta de alojamiento.

Actividades en el lugar. Pesca en sus distintas alternativas (cuchara, trolling, mosca); trekking; avistaje de fauna (cóndores, cisnes y guanacos, entre las especies mas reconocidas) y visitas a sitios arqueológicos (a tres kilómetros del pueblo está el cerro Los Indios con pinturas rupestres que son una miniatura de las Cuevas de Las Manos) y también se hace alpinismo de altura con dificultad en el monte San Lorenzo (3.700 metros altura)

Todo tranquilo y con respeto por la naturaleza. Los posadenses saben muy bien el camino que transitan El Calafate y en menor medida El Chaltén y no están dispuestos ni a cambiar su idiosincrasia ni su forma de vida.

Camino a Monte Zeballos. El nombre es en homenaje a don Estanislao Zeballos, el fundador del Instituto Geográfico Nacional. Se trata de una de las rutas más hermosas de la provincia de Santa Cruz, y debe serlo para competir con El Chaltén y Calafate sólo por citar algunos destinos.

La ruta provincial 41, serpentea a escasos kilómetros de Chile, en un trazado que copia la cordillera de Los Andes. Casi 200 kilómetros con todos los paisajes posibles. Bosques, montañas con y sin nieve, lagos, lagunas secas y paisaje puneño.

A marcha lenta para detenerse y observar. Cuatro horas apenas alcanzan con varios termos para el mate. No requiere un vehículo especial para transitarlo si se lo hace a 30 kilómetros por hora, velocidad crucero.

Una bandera argentina que flamea anuncia la estancia La Frontera, ahora abierta al turismo, aunque conserva un plantel de ovejas y caballos. Perdió muchos animales cuando el volcán Hudson depositó sus cenizas en la zona.

A mitad de camino está el desvío hacia el Paso Roballos a través del cual se puede llegar a la ciudad chilena de Cochrane donde se observan las imponentes cascadas del nacimiento del río Jeinimeni.

Ese curso de agua se vuelve un compañero inseparable del camino, aparece y desaparece, detrás de cada curva.

Lengas y flamencos rosados, antes de que el camino se cubra por la espesura del bosque de lengas y ñires. Si antes parece un paisaje propio del norte argentino, con lagunas saladas, dunas y geoformas denominadas diques basálticos, luego se arriba a los bosques patagónicos.

Todo el recorrido entre subidas y bajadas va de los 200 a los 1.700 metros de altura y con edades geológicas que alcanzan a 65 millones de años de antigüedad.

Una película sublime con el paisaje como único protagonista, que se cambia de vestuario para hacer todos los personajes.

Lo que hay que saber

Tarifas

Alojamiento. Habitación doble por noche entre $ 450 y $ 600.

Gastronomía. Cena de tres pasos con vino ¾: entre $ 150 y $ 200 por persona.

Informes. Páginas en Internet:

www.lagoposadas.com

www.delposadas.com.ar

www.riotarde.com.ar