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Saltos y cascadas de Misiones

Si bien las Cataratas del Iguazú y los Saltos del Moconá son las caídas de agua más emblemáticas de Misiones, existen muchas más. Algunas tienen fácil acceso, otras implican cierta dificultad.

No todo es selva y tierra colorada en Misiones. Entre el verde omnipresente y esos caminos teñidos como sangre que la atraviesan en todos sus puntos cardinales, el agua también abunda. La provincia mesopotámica con forma de calcetín cuenta con el Paraná y el Uruguay, dos de los ríos caudalosos del país. Estas corrientes de agua también constituyen los límites de un escenario de casi 30 mil kilómetros cuadrados, por donde una infinidad de ríos y arroyos cristalinos se desparraman en un paisaje de diversos relieves, formando saltos y cascadas.

Una propuesta atractiva para los amantes de la aventura y del ecoturismo es recorrer el sector de Misiones desde Cataratas del Iguazú hasta Saltos del Moconá, y dejarse sorprender con sus pueblitos que se extienden como abanico, mientras vamos en busca del sonido que producen esas atractivas caídas de agua.

DATOS. Toda la info para ir a Misiones

El latido de la selva

En Puerto Libertad, extremo norte de la provincia, iniciamos nuestra experiencia acuática. Hacemos base en Posada Puerto Bemberg, un hotel boutique instalado en un antiguo casco de estancia en plena selva, que fue el centro de la mayor plantación de yerba mate del país. Hoy recuperado como un encantador complejo de lujo, ofrece todas las comodidades para instalarnos y descubrir desde allí las maravillas y los sitios ocultos del Alto Paraná.

Acompañados por los guías del hotel, partimos desde el muelle privado y lentamente nos desplazamos sobre una lancha, cuyo motor parece ponerse de acuerdo con el silencio apacible de aquel entorno que nos cautiva a medida que navegamos río arriba, mientras la brisa fresca nos envuelve con el aroma de la selva impenetrable.

De repente, el sonido de una cascada nos despabila de ese sueño verde. Nos acercamos a la desembocadura de un arroyo y nuestros guías ingresan con la embarcación por ese curso angosto. A pocos metros, con forma de cola de novia, vemos la cascada Yasy ("luna", en guaraní), que cae formando un piletón ideal para un chapuzón. De regreso a Puerto Bemberg, y antes de reponer energías en su restaurante gourmet con productos de la selva, realizamos una caminata dentro del predio. A través de un sendero, llegamos a la cascada Guatambú, otra opción para relajarse y disfrutar del entorno natural.

Al día siguiente, la visita obligada, a tan solo 40 kilómetros desde Puerto Libertad, es el Parque Nacional Iguazú, escenario para admirar las majestuosas cataratas: 275 saltos de casi 80 metros de altura, maravillas naturales del mundo. Allí disfrutamos de un día completo con diversas actividades, desde andar en tren, caminar por las pasarelas hasta llegar a la Garganta del diablo. Un trekking por los diversos senderos y navegación en botes de goma para llegar hasta el frente mismo de las majestuosas caídas del río Iguazú.

[video:https://www.youtube.com/watch?v=TgcZdndOanQ]

El salto encantado

Por ruta nacional 12, salimos desde Puerto Libertad hacia el sur y visitamos en Garuhapé el camping Gruta India, un sitio ideal para llegar en horas del mediodía y organizar un picnic. Luego, nos bañamos en piletones naturales, entre cascadas cristalinas y cavernas.

Desde aquí, nuestro trayecto continúa por la RN12 hasta Jardín América, donde nos desviamos por ruta provincial 7 hasta Aristóbulo del Valle, localizada casi en punto central del mapa de Misiones. Apartándonos 12 kilómetros del Centro de esta ciudad, ingresamos al Parque Provincial Salto Encantado, área protegida de 13.227 hectáreas con un sector fracturado por un inmenso cañadón provocado por el arroyo Cuñá Pirú, con su salto de más de 60 metros que le da nombre a la reserva. Allí también se localizan otros cuatro saltos muy atractivos: Acutí, Escondido, Del Picaflor y La Olla.

Gran falla geológica

Desde Aristóbulo del Valle nos trasladamos por RN14 hasta San Vicente, y desde allí por la RP13 hasta El Soberbio, recostada sobre el río Uruguay. El perfume cítrico de la citronela (el cultivo de Misiones más importante después de la yerba y el tabaco) inunda las calles y plazas. Llegar hasta aquí es obligatorio para acceder, tras 75 kilómetros recorridos por la RP2, al Parque Provincial Moconá (“el que todo lo traga”, en guaraní). En la Reserva de la Biósfera Yabotí, se encuentran los maravillosos Saltos del Moconá, que se forman por la falla geológica sobre un tramo de tres kilómetros del río Uruguay.