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Salto del Agrio: una joya de la naturaleza para agendar en una escapada a Neuquén

El Salto del Agrio está enmarcado en un cañón formado por sucesivas coladas de lava. (Foto: Turismo Neuquén)
El Salto del Agrio está enmarcado en un cañón formado por sucesivas coladas de lava. (Foto: Turismo Neuquén)

Se trata de una impresionante cascada de 45 metros de altura que deslumbra con sus colores y paisajes cerca de la localidad de Caviahue.

Muy cerca a la localidad neuquina de Caviahue se puede conocer uno de los paisajes naturales más fascinantes del sur: el Salto del Agrio. Se trata de una cascada de 45 metros de altura que tiene colores asombrosos y conforma una postal única.

Caviahue es una tranquila aldea alpina ubicada a 360 kilómetros de Neuquén capital. Dentro del Parque Provincial Copahue se pueden descubrir hermosos paisajes naturales coronados por el volcán Copahue, de 2.700 metros sobre el nivel del mar.

A continuación, te contamos cómo es el paseo para visitar esta cascada mágica.

El Salto del Agrio tiene 45 metros de altura.
El Salto del Agrio tiene 45 metros de altura.

Cómo conocer el Salto del Agrio

Desde Caviahue comienza un camino de 18 kilómetros rodeado de araucarias milenarias. El río Agrio nace del deshielo que se genera en las Altas Cumbres y baja desde el volcán por un lecho de basalto, arrastrando minerales producidos en la caldera del volcán a los que le debe su color característico.

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Las aguas del río fluyen por el circuito del Agrio con una sucesión de saltos y todo el camino es un espectáculo. A mitad del recorrido hay un puente de madera desde donde se pueden obtener impresionantes vistas de la zona.

Finalmente el curso de agua desemboca en el impresionante Salto del Agrio, una maravillosa cascada enmarcada en un cañón formado por las sucesivas coladas de lava, producto de la antigua actividad volcánica que existió en la zona.

Las paredes de tonos ocre, naranja y amarillo y el sonido del agua al caer generan una atmósfera especial. (Foto: Daiana Jomñuk)
Las paredes de tonos ocre, naranja y amarillo y el sonido del agua al caer generan una atmósfera especial. (Foto: Daiana Jomñuk)

Las paredes de tonos ocre, naranja y amarillo forman un paisaje muy particular y el sonido del agua al caer genera una atmósfera especial. Antiguamente, este lugar fue habitado por las comunidades originarias, que lo consideraban un sitio sagrado y rendían culto a la naturaleza.

El plan al llegar al salto es conectar con el paisaje y contemplarlo con todos los sentidos. El mejor momento para conocerlo es durante la mañana, cuando los rayos del sol alumbran la cascada y generan efectos de colores mágicos.