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Por las huellas de los antiguos

A poco más de 200 kilómetros de la localidad santacruceña de Los Antiguos, se encuentra el sitio de arte rupestre más importante de la Argentina: la Cueva de las Manos.

En el extremo noroeste de la provincia de Santa Cruz, a tres kilómetros de la frontera con Chile y al amparo de los picos de la cordillera de los Andes, se ubica la localidad de Los Antiguos. En medio de la estepa patagónica, el poblado –que ostenta el título de Capital Nacional de la Cereza– es un vergel custodiado por elevadas alamedas.

El nombre es una traducción del vocablo tehuelche i keu kenk o i keu konk, que significa “mis antepasados” o “los antiguos”. Según la tradición oral, este lugar era elegido por los pobladores originarios para pasar sus últimos días de vida.

El destino descansa a orillas del lago Buenos Aires, un espejo de 2.240 kilómetros cuadrados compartido con Chile, al que se considera el segundo lago más grande de Sudamérica, después del Titicaca. Sus cristalinas aguas albergan especies de truchas muy combativas, en un ambiente ideal para la pesca deportiva durante todo el año.

Pero quizá el mayor atractivo, en materia de turismo arqueológico o cultural, es el yacimiento arqueológico más importante de la Argentina: la Cueva de las Manos. Se trata de un reservorio de arte rupestre, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1999, a 220 kilómetros de Los Antiguos por el camino de Bajo Caracoles.
Miles de personas de todo el mundo llegan allí para contemplar el preciado legado de la cultura cazadora–predadora que habitó la zona entre los años 9.300 antes de Cristo y 700 después de  Cristo.

La mayor congregación de pinturas se encuentra en la Cueva de las Manos propiamente dicha, que posee 24 metros de profundidad, 15 metros de ancho en la entrada y alrededor de 10 metros de altura hasta el comienzo de la visera.

En los paredones y aleros que rodean a la caverna, los antecesores de los tehuelches también dejaron sus huellas, que se encuentran en excelente estado de conservación. Sin duda, las estampas más características son las manos realizadas con la técnica de negativo.

No sólo manos. Si bien los arqueólogos dan cuenta de la existencia de más de dos mil figuras, se pueden identificar claramente 829 manos de variadas tonalidades y tamaños, correspondientes a diversos períodos.

Acompañados por los guías del lugar, también se pueden ver en las rocas representaciones de animales, como guanacos, choiques (ñandúes patagónicos) y matuastos (lagartijas autóctonas); escenas de caza con figuras humanas, y dibujos abstractos, como líneas de puntos, círculos y trazos en zigzag.

La pregunta que surge de inmediato es por qué los primitivos habitantes de estas tierras decoraron el lugar con las imágenes de sus manos. Eso sigue siendo un enigma, pero las teorías generalizadas indican que se trataría de una rogativa, un ritual de “sanación” o simplemente fueron estampadas con la intención de indicar las sucesivas etapas de la vida, ya que hay palmas pequeñas, medianas y grandes.

Técnicas de pintura. Las pinturas fueron realizadas con pigmentos minerales de la región, que brindan tonalidades rojas, ocres, amarillas, violáceas y verdes, y óxido de manganeso negro y blanco.

En cuanto a las técnicas, prevalece la del sopleteado, empleada para los negativos de las manos, y se piensa que además fueron utilizados hisopos, pinceles hechos con huesos de animales y los dedos como aplicadores.

Las representaciones más llamativas de este gran mural situado a la vera del cañadón del río Pinturas, incluyen una mano con seis dedos, figuras de guanacos hembras preñadas y un par de manos, derecha e izquierda, correspondientes a una misma persona.

Para los aventureros. Si se desea agregar aventura a este paseo, se puede optar por la alternativa de llegar a la Cueva de las Manos haciendo un trekking por el cañadón del río Pinturas.

Partiendo de Los Antiguos deben recorrerse 130 kilómetros de asfalto por el camino a la estancia turística Cueva de las Manos. Y a continuación, hacer  una caminata de poco más de una hora, mientras se contemplan las vibrantes tonalidades del cañadón y las pasarelas del yacimiento de arte rupestre.

Tras una pronunciada pendiente, el itinerario culmina en el refugio de acceso a la cueva, de donde salen las excursiones guiadas.

Algunas tarifas

Dónde alojarse. Los Antiguos ofrece hosterías, hoteles, cabañas y hostels. Tarifas promedios: hostería 3* superior, $ 350 en base doble; cabañas, $ 260 en base cuádruple; hostels, $ 45 por persona.
Cueva de las Manos. Tarifas de ingreso al sitio arqueológico: residentes en Argentina, $ 15, y extranjeros, $ 50.

Excursiones
Por la estancia Cuevas de las Manos, duración ocho horas, $ 170 por persona.
Por Bajo Caracoles: duración 10 horas, tarifa $ 220 por persona.
En ambos casos incluye vianda.