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Perspectivas de la temporada de invierno en "el fin del mundo"

Postales de Ushuaia, Tierra del Fuego. Foto: gentileza Martín Gunter / TurismoTDF
Postales de Ushuaia, Tierra del Fuego. Foto: gentileza Martín Gunter / TurismoTDF

En Tierra del Fuego, la temporada invernal es una certeza, aunque faltan precisiones sobre lo que pasará en los próximos meses con la situación sanitaria en Argentina. El presidente del Instituto Fueguino de Turismo, Dante “Willy” Querciali, analiza los próximos meses.

El camino está marcado, a pesar de que puedan arrojarse pocas certezas en estos mares de incertidumbre cotidiana. Los mares también son aquellos del confín del país, en nuestro destino más austral.

Tierra del Fuego, y su encantadora Ushuaia, se preparan para la próxima temporada invernal, que acaba de recibir su primera nevada copiosa para empezar a dar tono blanco al paisaje de la ciudad o de la naturaleza. El desafío de la blancura.

Imposible pensar todavía en una temporada parecida a la que vivieron en la prepandemia: hoy, el flujo de turismo internacional no existe, y no existirá en lo inmediato. Sin embargo, en el contexto adverso se muestran satisfechos, esperanzados.

Dante “Willy” Querciali, empresario gastronómico que fue elegido presidente del Instituto Fueguino de Turismo (Infuetur) en diciembre de 2019, asegura que el camino sigue siendo difícil, pero hay algunas buenas señales para aferrarse. “Tenemos el camino marcado”, dice.

Durante el verano, ocuparon al máximo las plazas disponibles de vuelos. “No tuvimos más gente porque no tuvimos más vuelos. Por supuesto que fue positivo en el contexto, aunque muy lejos de una temporada de verano normal”.

Querciali detalla que tuvieron cerca de 90 mil turistas en verano, una cifra que suele ser sólo para el mes de enero. Claro, sin pandemia, el 70 por ciento de las visitas es extranjero: en temporada estival, con muchos europeos, como en invierno hay mayoría de Brasil.

Temporada de cruceros

Los cruceros en el mundo comienzan a reactivar sus trayectos lentamente. Es una fuente de tráfico importante para Tierra del Fuego. Hace dos semanas, presentaron desde la provincia un protocolo a la Nación, que espera la autorización. “Necesitamos que se autorice el ingreso de extranjeros al país por excepción, con todo el protocolo de aviones, charteados, burbujas, PCR, vacunado obligatorio para pasajeros y tripulantes. Estimamos esa confirmación para fines de junio, a más tardar, porque las empresas necesitan previsibilidad”, detalla el funcionario.

La temporada de cruceros comienza en noviembre, porque no se trata de los que van puerto por puerto, sino de aquellos que llegan en avión a Ushuaia, sale el crucero hacia la Antártida, vuelve, y parte nuevamente en avión. “Allí no hay riesgo de circulación viral”.

“Seguramente será una temporada limitada, pero no queremos perderla. Hoy, están todos los cruceros parados. Una temporada y media antártica perdida. No están dadas las condiciones por muchos motivos: por ejemplo, hay mucha retracción en los pasajeros, que no tienen ganas de hacer viajes tan largos”, dice.

Sobre la posibilidad de exigir algún certificado de vacunación, como están pensando en varios países de Europa y otras latitudes, Querciali asegura que es una decisión del gobierno nacional.

En Puerto Madryn, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, dijo esta semana sobre la posibilidad de un pasaporte sanitario que "lo importante es que estemos vacunados nosotros, porque eso hará bajar el riesgo".

Se refirió a la importancia para la Argentina del turismo internacional y de cruceros: “Es algo que miramos a diario, ya que es el cuarto ítem en generación de divisas” para el país.

Efectos de la crisis

La situación del turismo es dramática en el mundo entero y en la Argentina. Cierres de hoteles y comercios, pérdidas de puestos de trabajo han golpeado a la industria globalmente, y la recuperación va a ser complicada.

Cómo afectó la pandemia al destino más austral, no tiene todavía una respuesta definitiva. En Tierra del Fuego, hoy están con un 30 por ciento de la actividad hotelera cerrada, pero de abril a junio son los meses de temporada baja en que los gastronómicos suelen cerrar. “En julio vamos a tener el panorama real de quiénes estarán en condiciones de abrir o no. No se visualiza un cierre masivo, como hemos visto en otros destinos”.

Para Querciali, la clave está en la asistencia fuerte del gobierno de la provincia, que sostendrán hasta octubre o noviembre. “Con esta asistencia sostenemos el empleo, evitamos despidos masivos. Si sumamos el Repro, medianamente se pudo contener la crisis. Pero tal vez algunos que cerraron provisoriamente lo hagan de forma definitiva. Hoy no lo sabemos”.

Ante tanta incertidumbre, en la provincia dan por confirmada la temporada de invierno, y por supuesto de esquí. “El cerro abre la primera semana de julio, pero en junio comienzan a trabajar con turismo interno”, detalla.

Una de las claves será incrementar la cantidad de frecuencias de vuelos con Aerolíneas Argentinas. Al tratarse de un destino exclusivamente aerodependiente, dependen mucho de la conectividad. “Para Aerolíneas, somos un socio estratégico. Ushuaia fue el segundo aeropuerto del país con mayor cantidad de pasajeros. También ellos tienen necesidad de volver a poner sus aviones en el aire”.

Querciali asegura que continuarán los vuelos desde Buenos Aires, y estima que para la segunda quincena de julio o primera semana de agosto, habrá vuelos directos desde Córdoba. También están trabajando con JetSmart y su oferta de vuelos low cost.

“En el contexto, nuestra condición ese positiva, aunque la situación sanitaria y posibles restricciones puedan complicar la situación, especialmente desde Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, Córdoba y alrededores”, agrega Querciali, sobre los principales emisores de turistas nacionales.