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La panadería más antigua de Buenos Aires era de la familia de Sarmiento

El antiguo slogan reza “confitería y panificación de suprema calidad”. (Flores Porteñas)
El antiguo slogan reza “confitería y panificación de suprema calidad”. (Flores Porteñas)

Perón y Cortázar eran adeptos a las medialunas de este local, que siguen gozando de gran popularidad y se consideran un emblema de la zona.

Corría la década del 30 y, café en mano, Julio Cortázar escribía algunas ideas para sus cuentos en la panadería Flores Porteñas. En ese momento el autor de Rayuela estudiaba para maestro y profesor de Letras en la Escuela Normal Mariano Acosta, ubicada a pocas cuadras de esta emblemática confitería.

Abierta en 1885 Flores Porteñas es la panadería más antigua de la ciudad de Buenos Aires. Se encuentra en Once, precisamente en la Avenida Rivadavia al 3129.

Cuando abrió sus puertas por primera vez la propietaria era Josefina Sarmiento, hermana del ex presidente y educador argentino.

Medialunas con fama

Si hay algo que el barrio celebra de este establecimiento son sus medialunas, que tienen alta demanda desde la mañana hasta la noche. No menos de 100 bandejas salen del horno diariamente. Las de manteca son las más aclamadas.

Pero la popularidad de los productos de esta confitería no es cosa nueva. Incluso entre sus clientes históricos, se encontraba Juan Domingo Perón que se hacía llevar una docena con regularidad, y según se dice, se daba cuenta y se quejaba si le llegaban de otra panadería.

Además de ese clásico, el pan dulce es la otra estrella del local, es tan requerido que sale todos los meses del año.

Un detalle de la cocina de Flores Porteñas es que todo se cocina como antaño, en horno de ladrillos. Eso, junto al mobiliario y la decoración que se conservan en partes intactos, hacen que en este rincón, todavía se pueda respirar la atmósfera clásica del Buenos Aires de 1880.