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Las ballenas dicen presente

La ballena franca austral elige Península de Valdés para reproducirse. Los espectaculares saltos que realiza despiertan la algarabía de los espectadores, provenientes de todo el mundo.
La ballena franca austral elige Península de Valdés para reproducirse. Los espectaculares saltos que realiza despiertan la algarabía de los espectadores, provenientes de todo el mundo.

A mediados de este mes se inició oficialmente en Puerto Pirámides la temporada de avistaje de ballenas en las costas de la Península de Valdés.

Península Valdés, declarada en 1999 Patrimonio de la Humanidad, es el lugar de mayor concentración mundial de esta especie de la ballena franca austral, que a esta altura del año comienzan a llegar al lugar con el fin de aparearse y reproducirse en aguas cálidas.

Esa es la razón por la que está garantizado encontrarlas mar adentro en las aguas de los golfos Nuevo y San José. También es posible observarlas desde las costas de las localidades de Puerto Madryn y Puerto Pirámides.

Si bien la temporada se inicia a mediados de junio, es entre septiembre y octubre cuando se ve una mayor concentración de estos espectaculares mamíferos de cerca de 15 metros de largo y 40 toneladas de peso y es cuando las ciudades de Puerto Madryn, Puerto Pirámides y Trelew reciben la visita masiva de turistas de todas partes del mundo, que en algunos casos llegan con un único objetivo: conocer a las ballenas.

A partir de esta particularidad de la Península Valdés, en la década de 1970 se inició la actividad de avistajes turísticos.

En aquel entonces, las navegaciones se realizaban en lanchas muy pequeñas con una capacidad máxima de sólo ocho personas y dependían exclusivamente de una condición climática óptima.

En la actualidad a más de 30 años de los inicios del avistaje de ballenas, hay seis empresas habilitadas que cuentan con embarcaciones con capacidad para llevar a 70 personas y están equipadas con todos los elementos reglamentarios para brindar total seguridad a los embarcados.

Según se informó desde la Secretaría de Turismo y Áreas Protegidas, los operadores autorizados para esta temporada son Whales Argentina SRL.; Southern Spirit SA.; Hydro Sport SRL.; BKB SA.; Jorge Schmid; Peke Sosa y Turismo Aventura SRL.

Otra de las características que diferencia el presente es que décadas atrás no llegaban tantas ballenas como lo hacen en los últimas temporadas, razón por la cual inicialmente el avistaje se limitaba sólo entre octubre y noviembre.

En la actualidad, la temporada se extiende desde comienzos de junio hasta diciembre.

Tarifas. El avistaje de ballenas dura como mínimo 1 hora 30 minutos y el tiempo depende de las condiciones climáticas, de la época del año y de la cantidad de ballenas que haya en la zona.

De acuerdo con la regulación, las empresas ofrecen tarifas unificadas. Así, desde este mes hasta el 15 de septiembre, período considerado de temporada baja, la tarifa es de $ 270 pesos para los mayores y de $ 140 para los menores de 12 años.

Temporada alta. En tanto, en la temporada alta, del 16 de septiembre al 15 de diciembre, el precio será de $ 370 para los mayores, y de $ 180 para los menores.

Asimismo, durante toda la temporada se ofrece el servicio “Sunset”, como se denomina al avistaje que se realiza al atardecer, con el espectáculo complementario de la caída del sol sobre el mar.

El mismo tiene un costo de $ 600 para los mayores y de $ 300 para los menores de 12 años. En todos los casos, los niños menores de 2 años no pagan.