buscar

La travesía hasta El Calafate

El primer viaje fue en el verano de 2005 desde La Quiaca hasta Cachi. Luego, a través de sucesivas etapas, se cubrió el trayecto por la emblemática ruta nacional 40.

Esta última etapa del viaje iniciado por dos ciclistas en 2005 en La Quiaca, comenzó el jueves 14 de enero pasado, al partir de la ciudad de Córdoba en avión con rumbo la ciudad de Buenos Aires para luego, en otro vuelo, ir a El Calafate.

Ya en el destino y luego del armado de bicicletas y aclimatación comenzamos a rodar el domingo 17. Hacerse a la ruta cuesta y es mezcla de miedos y ansiedad tal cuál lo dice Saramago “el principio es un proceso lentísimo, demorado, que exige tiempo y paciencia para percibir en qué dirección se quiere ir...”.

Vencimos el principio, la inercia y nos echamos a volar el sueño que comenzó años atrás. En la salida nos sacamos una foto junto al cartel que dice “El Calafate - Capital Nacional de los Glaciares”. Por la ruta 11 hicimos los 32 kilómetros que llevan al cruce con la ruta 40 que viene de El Chaltén y donde dice: Río Gallegos 311 kilómetros, comenzó la nueva aventura.

Un pequeño bosque se destaca en la estepa y completa la imagen que ofrece el río Bote, donde el camino comienza a subir hasta convertirse en la Cuesta de Míguez. En 10 kilómetros sube poco más de 600 metros y un mirador marca el fin de la trepada.

El telón de fondo es la cordillera al oeste, con los cerros Fist Roy y Torre, a los que se suman el lago Argentino y una inmensa estepa hasta el serpenteante río Santa Cruz, al norte.

Nos detuvimos a almorzar en el puesto de vialidad El Cerrito a 95 kilómetros de la partida. Allí, conocimos a Tobías, un alemán que realizaba el sexto viaje por la Patagonia.

El relato se interrumpió ante la llegada de otros ciclistas,  uno de ellos, el italiano Nino que llegaba desde Tacna, Perú y quien se nos sumó en la etapa hacia La Esperanza (a 66 kilómetros).

A poco de andar, encontramos una pared de viento en contra y el paraje La Esperanza, que parecía estar al alcance en unas horas, se alejaba por esta dificultad. Llegamos al atardecer a ese pequeño caserío y nos alojamos en el hospedaje por $ 60, por persona. Cenamos y en la conversación pudimos conocer un poco a Nino, nuestro compañero, que resultó ser maestro de discapacitados.

A las 6.30 del día siguiente partimos solos porque Nino no quiso madrugar.

A esa hora sin viento la industria petrolera  transformó el paisaje: grandes plantas de Petrobras, cigüeñas extractoras de petróleo, cañerías interminables, enormes tanques y toda la dinámica de camiones y camionetas.

En ese lugar la fauna se hizo presente con gran cantidad de guanacos, choikes, liebres patagónicas y las ovejas que llenaban de miles de puntitos blancos el campo.

Llegamos a Las Horquetas  a las 9.30, parador y camping con gran arboleda a orillas del río Coyle. Al sol tomamos unos mates y retomamos la marcha. Con viento a favor llegamos a Guer Aike donde desemboca el río Gallegos antes de convertirse en estuario. En ese momento se desató un temporal de viento arremolinado y aún así, trepamos a las bicicletas y, zigzagueantes, salimos. Casi sin pedalear llegamos a la puerta de Río Gallegos a las 13.

Río Gallegos. Bienvenidos a Río Gallegos dice el cartel a la entrada de la ventosa capital de Santa Cruz. Mediodía de domingo y ya instalados descansamos y luego salimos a pasear. La ría abraza por el norte y el este a la ciudad, y en la zona urbana tiene una  costanera.

Dos calles principales, Roca y San Martín, forman el casco comercial.

A las 4 partimos hacia  la ruta 3. Con una temperatura de cinco grados pero sin brisa, la penumbra convertía en mágicos todos los paisajes.
Cruzamos tres estancias y el ingreso a la reserva geológica Laguna Azul. A las 9 y después de 67 kilómetros llegamos a la frontera con Chile en un edificio que se llama Puesto de Integración Austral, donde funcionan las dos administraciones: primero se hacen los papeles en Gendarmería argentina y luego, en la chilena.

En Chile. La marcha continuó por la ruta nacional 255, ya en territorio chileno, que conduce a Punta Arenas. A las 13 embarcamos al transbordador Patagonia que tras  30 minutos de viaje nos dejó en  Puerto Méndez, en la isla de Tierra del Fuego.
Retomamos el pedaleo y a las 15 entramos al pueblo Cerro Sombrero, luego de 165 kilómetros.

Lo primero que se ve en el pueblo es el lujoso hotel Yunkelen, con tarifas inaccesibles pero con un pabellón de cuartos con baño compartido a muy buen precio. A la noche el comedor fue una Babel, todos los idiomas.
El menú fue sopa, plato fuerte, postre y jugo, por $ 30.

Ficha técnica

Sexta etapa del recorrido por la ruta 40.
Salida: desde Córdoba en avión hacia El Calafate.
Regreso. En avión desde Ushuaia a Córdoba a través de Buenos Aires.
Época. 14 de enero al 1 de febrero de 2010.
Kilómetros totales: 970 kilómetros.
Tramos del recorrido: El Calafate; La Esperanza; Río Gallegos; Cerro Sombrero; San Sebastián (Chile); Río Grande (por Onaisim); Río Grande; Tolhuin; Ushuaia, Bahía Lapataia.
Bicicletas: Marín Nail Trail y GT Avalanche 2.0
Alojamiento. Hostel entre, $ 50 y $ 65, por persona; casas de familia gratis; alquiler de vivienda, $ 50, por persona y por día; estancia San Sebastián, $ 35 por persona.
Carga: dos alforjas traseras, un bolso delantero, una carpa Mountain Harwear para dos; bolsas para agua.
Ruedas Pinchadas: dos.
Temperaturas: entre un grado bajo cero y 17 º.
Indumentaria: ropa técnica impermeable Mountain Harwear y de abrigo, Ansilta.

Datos

Ruta Nacional 40 por partes:
2005: La Quiaca / Cachi.
2006: Cachi / San Juan.
2007: San Juan / Bariloche.
2008: Bariloche / Esquel.
2009: Esquel / Calafate.
2010: Calafate / Ushuaia.