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La naturaleza a un paso en Esquel

Esquel propone recorrer la atractiva geografía de altura, estepas y lagos, paisajes contenidos por la apabullante presencia de la cordillera.
Esquel propone recorrer la atractiva geografía de altura, estepas y lagos, paisajes contenidos por la apabullante presencia de la cordillera.

Paseos de trekking o senderismo, de forma autónoma o con guías, permiten conocer el entorno de la ciudad de Esquel, sus paisajes de altura, las apacibles vistas desde los miradores que la circundan, y divisar la estepa sin límites. Guía para caminar la Patagonia.

Esquel ofrece diversas propuestas de trekking por senderos periurbanos que no tienen mayor complejidad: las únicas pequeñas dificultades tienen que ver con leves pendientes y distintos tipos de suelo, pero nada para amedrentar. Y vale aclarar que antes de comenzar cualquier trekking es importante saber el pronóstico del clima y el estado de los caminos en ascenso, para evitar imprevistos, sobre todo en la temporada invernal.

Del mismo modo, es vital llevar suficiente agua, calzado cómodo, abrigo adecuado y no extenderse más allá de las horas de luz solar.

Alternativas

Una de las opciones es acompañar el camino vehicular que va hacia La Cruz, con las alternativas de atravesar los barrios Badén o Ceferino.

En el caso de la primera urbanización tiene como condimento especial un sendero de interpretación diseñado por los chicos de una escuela local. El esfuerzo lo vale: desde la cima, la más alta a la que puede accederse desde los senderos periurbanos, se obtienen las mejores vistas panorámicas de 360 grados.

Es difícil describir lo plácida que se muestra la ciudad de Esquel en medio de la cordillera y la meseta.

Hacia el oeste de Esquel se recorren diferente senderos que conectan con la laguna La Zeta. Se puede transitar desde el barrio Buenos Aires y ascender por el arenal que luego conecta con el recorrido hacia la laguna.

En el mismo sentido se encuentra el sendero del Cañadón de Borquez, con la particularidad de avanzar de manera permanente en un bosque y que propone también llegar a la laguna La Zeta o bien descender en los distintos miradores que permiten apreciar la ciudad por completo.

El sendero conocido como Las Mutisias, flor que identifica a Esquel, tiene el plus de acompañamiento de intérpretes de los barrios Bella Vista y Estación, que gestaron el recorrido desde su nacimiento.

Este sendero nace en la estación del Viejo Expreso Patagónico La Trochita, recorre la ladera del cerro y en este punto los caminantes pueden elegir descender hasta un atractivo mirador o conectar con el sendero del Cañadón de Borquez.

Otro paseo urbano interesante es el de la cascada del arroyo Esquel y la propuesta es llevar el mate y en algunas ocasiones ver pasar por el puente, la humeante locomotora La Trochita y sus atractivos vagones.

Caminatas 

El trekking Piedra de la Aguja se realiza en la comuna rural Alto Río Percy, distante 15 kilómetros de Esquel.

Se trata de una opción que apunta a la integración de los visitantes con la comunidad que defiende y difunde su tradicional cultura del carrero, de cuando los habitantes extraían y llevaban la leña para abastecer a Esquel.

Con la compañía de un guía baqueano, la meta del trekking es la Piedra de la Aguja, una formación rocosa de 85 metros de altura, luego de atravesar el bosque andino patagónico, poblado por fauna silvestre, especialmente aves.

La excursión de trekking es de medio día, dificultad media, con un sendero de ascenso pronunciado, luego un tramo llano y por último, una marcada bajada sobre un suelo irregular.

Merece un párrafo aparte la propuesta de Huella Andina, un circuito turístico de amplia envergadura, con un sendero troncal que une el lago Aluminé (Neuquén) con el lago Baguilt (Chubut).

Ese trayecto atraviesa diversas áreas naturales protegidas.

Si para algunos caminantes aún no es suficiente caminata, pueden llegar a uno de los tramos habilitados que une Aldea Escolar con Ruca Nehuen, a pocos kilómetros de Esquel.

La partida es desde la Aldea a la que se accede por ruta 259 y se atraviesa el puente de Paso Ancho. El telón de fondo es el extenso valle 16 de Octubre, un reto a caminar, prácticamente, sin desniveles.

En el horizonte, se visualizan diversos cordones montañosos: por el sudoeste, el Cordón de los Galeses y hacia el noroeste, el Cordón Situación (en el que se distingue el Pico de la Monja). Más lejos, hacia la estepa, Sierra Colorada, Nahuel Pan y el Cordón Esquel.

Después de unos tres kilómetros debe tomarse el llamado “callejón de Jones”, eludir una pequeña ciénaga y costear un arroyo hasta encontrar la senda hacia Ruca Nehuen.

Se trata de un recorrido de baja dificultad, de 11,7 kilómetros y que demanda aproximadamente tres horas y media.

Huella andina

Los caminantes con experiencia en senderos de montaña y buena condición física pueden animarse a un segundo tramo de Huella Andina, que une Ruca Nehuen con el lago Baguilt, tras 16 kilómetros.

El sendero comienza en el paraje Ruca Nehuen, con un ascenso sinuoso por camino vecinal. La vista alcanza la represa de Futaleufú y de fondo, la cordillera.

Después de seguir las marcas celestes y blancas en los postes o en las rocas se llega al valle 16 de Octubre y luego se atraviesan dos vados de arroyos.

El camino sigue en subida, aunque con baja dificultad, y la meta siguiente es la tranquera del Área Natural Protegida Lago Baguilt. De ahí en más, la senda atraviesa un denso bosque de coihues y lenga hasta llegar al lago, con zonas de playa rodeadas por enormes montañas de roca. Es importante dar parte al guardaparque, quien hará el registro y asignará el lugar de acampe.