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La ciudad que se refleja en el río

Una renovada costanera y zona portuaria, parques y paseos, edificios históricos y la provincianía de sus habitantes son los elementos que invitan a visitar una y otra vez la capital misionera.

Posadas, la capital de Misiones, desde la costa izquierda del río Paraná, se muestra y abre la puerta a quienes llegan con el propósito de recorrerla. Dentro de la zona urbana tiene antiguas construcciones que evocan la época de las misiones jesuíticas pero es el río el que le aporta un horizonte amplio que se observa desde una extensa costanera.

Con un clima subtropical, tiene una temperatura media anual de 25º, el tiempo ideal para visitarla es el otoño y el invierno que animan a recorrer parajes plenos de vegetación sobre la típica tierra rojiza.

Posadas progresa lenta pero sostenidamente. Así lo evidencia la zona urbana que plantea su distribución a partir de la plaza 9 de Julio y constituye el principal espacio verde céntrico.

Una abundante flora en la que destacan los bellos lapachos, palos rosa, palmeras, jacarandaes, chivatos y pinos Paraná, enmarcan la ciudad de Posadas.

En esas coordenadas se encuentra el Mercado de la Artesanía donde confluyen artesanos regionales y especialmente aborígenes guaraníes que exponen sus trabajos étnicos.

El perfil urbano. Enfrentada a la plaza, sobre la calle Félix de Azara se erige el Palacio de Gobierno.

Se trata de una antigua casona construida en 1883 con un estilo que responde al academicismo francés.

También mira a la plaza la iglesia Catedral con su arquitectura romántica obra del arquitecto Alejandro Bustillo, autor de numerosas construcciones emblemáticas, tanto públicas como privadas, como la residencia del gobernador en Posadas, la Plaza San Martín y el Parque Municipal, ambas de la capital misionera.

Pero Bustillo también dejó magníficas obras en otras ciudades argentinas como en Bariloche el Hotel Llao Llao; en Mar del Plata el Hotel Provincial y Casino y en la Ciudad de Buenos Aires, la casa central del Banco de la Nación.

La Catedral de Posadas fue inaugurada en 1937 y su patrono es San José Obrero.

En las arterias Bolívar, San Lorenzo y Colón se concentra la zona comercial y hotelera. Por la calle Colón se accede a la costanera, previo paso por el Parque República del Paraguay.

Ese espacio público lleva ese nombre porque fue donada por el gobierno de Paraguay en agradecimiento a la ayuda brindada por los habitantes de Posadas a sus vecinos de Encarnación por el tornado que asoló a esa ciudad paraguaya.

En ese espacio público se encuentra el Museo Regional Aníbal Cambas, que propone un recorrido por las distintas culturas aborígenes de la región a través de distintos elementos allí atesorados. Se trata de objetos de los tiempos jesuíticos, armas de las guerras de la independencia y de la Triple Alianza.

Al frente, el Anfiteatro Municipal Manuel Antonio Ramírez acoge espectáculos folklóricos de música y canto en una infraestructura con capacidad para 5000 personas sentadas. Es allí donde cada noviembre se realiza el Festival del Litoral.

Desde la parte trasera del anfiteatro se observa el imponente paso del río Paraná y el otro lado de la costa, donde se asienta la ciudad paraguaya de Encarnación.

En cercanías del anfiteatro se encuentra un barrio popular que en el pasado concentraba a comerciantes de origen sirio y libanés que empleaban a los “mensúes”, término guaraní que engloba a los trabajadores rurales de la selva paraguaya y de las provincias argentinas de Corrientes y Misiones que de manera casi esclava trabajaban en las plantaciones de yerba mate.

En esas adyacencias se destacan los edificios de la Vieja Casona, de 1923, y los colegios Mundo Niño y San Patricio, antiguas viviendas de los mensúes.

La calle Fleming desemboca en el Puerto de la ciudad donde se tiene una panorámica de la confluencia del río y la urbanización.

Puerto y costanera. En la actualidad, Posadas presenta una renovada costanera y zona portuaria y es el sitio preferido para las caminatas, el ciclismo y actividades recreativas del tiempo libre. Allí, se comparten ruedas de tererés (mate frío) y charlas distendidas mientras sopla la brisa del río.

Desde la costanera se plantean distintas opciones para realizar visitas, como a la antigua estación del ferrocarril o el Mercado Modelo La Placita del Puente, un placer para adquirir distintos productos y curiosear. También el lugar permite hacer una escala para paladear la gastronomía típica donde sobresale el chipá, la sopa paraguaya y el caburé.

Otro espacio recomendado para conocer es el Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz que comunica Posadas con la ciudad paraguaya de Encarnación. Tiene 3.000 metros de largo y como es internacional cuenta con puestos de migraciones y de la aduana argentina.

Sobre las avenidas Uruguay y Mitre se puede visitar el Paseo de la Antigua Terminal, donde se suelen realizar muestras de artistas locales.

De regreso en el área céntrica es oportuno conocer el Paseo Bosetti y el Museo de Bellas Artes Lucas Braulio Areco.

En estos recorridos Posadas tiende sus redes seductoras y el visitante buscará la ocasión de repetir la experiencia.