buscar

La isla argentina de los presidentes presos que hoy quiere ser atracción turística

La isla es una perla escondida en el corazón del Río de la Plata. (Isla Martín García)
La isla es una perla escondida en el corazón del Río de la Plata. (Isla Martín García)

Ubicada en pleno Río de la Plata, la isla Martín García es un destino que mezcla historia con riqueza natural a sólo dos horas de Buenos Aires.

La isla Martín García es uno de los parajes más inhóspitos y misteriosos del mar Argentino. Situada geográficamente del lado uruguayo del Río de la Plata (y a menos de cuatro kilómetros de sus costas), esta pequeña porción de tierra perteneciente al partido de La Plata tiene la particular condición de ser la única frontera terrestre con la vecina república oriental. Esto a partir de la década de 1980, cuando la isla aluvional Timoteo Domínguez se anexó naturalmente a su territorio debido a la progresiva sedimentación.

Pero, más allá de ese detalle poco conocido, la isla Martín García tiene sabor a historia y es un punto clave en el devenir de la política argentina. Allí mismo tuvieron lugar varias batallas navales, hubo un campo de concentración en la época de la llamada "Conquista del Desierto" y en el penal militar instalado en su superficie –que funcionó por más de 200 años– fueron recluidos varios políticos de renombre. Entre ellos, cuatro presidentes derrocados: Hipólito Yrigoyen, Marcelo T. de Alvear, Juan Domingo Perón y Arturo Frondizi.

Destino poco común

Con el paso del tiempo, la isla –que figura en los registros de la colonia española desde 1516– fue declarada como reserva natural de usos múltiples, con más de 200 especies de aves y 150 arbustos. Y aunque a mediados de los '50 vivían aquí unos cinco mil habitantes estables, hoy apenas son unos 180, que esperan las excursiones que llegan cada sábado, domingo y feriado y brindan servicios de gastronomía, camping y alojamiento para los visitantes.

No obstante, parece haber señales de cambio. Recientemente, su historia, las huellas del pasado en su arquitectura y su geografía prácticamente virgen la convirtieron en uno de los llamados Pueblos Auténticos seleccionados por la Secretaría de Turismo nacional y por estos días vive un proceso de recuperación de fachadas de sus escasos pero emblemáticos edificios.

De hecho, esas construcciones –además de la cárcel: las escuelas, el antiguo teatro Urquiza, la planta potabilizadora de agua, la panadería, el faro– son parte central del recorrido que actualmente se puede hacer, y que se inicia en la ciudad de Buenos Aires, saliendo desde Puerto Madero y con menos de dos horas de navegación a través del Río de la Plata.

Por $ 2.500 ($ 3.000 para extranjeros, en ambos casos con almuerzo incluido) –y en plan de jornada completa– se puede recorrer la isla por sus prolijos senderos. A través de ellos se puede acceder tanto a los monumentos históricos como a la riqueza natural de un lugar con un encanto difícil de igualar. Una perla escondida en el corazón del Río de la Plata.