buscar

Información útil para vivir una aventura en Esquel y Trevelin

Dos localidades que muestran lo mejor.

CÓMO LLEGAR: desde Córdoba no hay vuelos directos, sino que es preciso hacer escala en Buenos Aires para conectar con Esquel. Los pasajes, desde $ 6.700.

EN EL PAÍS. Esquel y Trevelin, postales de la Patagonia.

CÓMO MOVERSE: desde Esquel parten las excursiones por toda la Comarca de los Alerces. En el parque nacional –al que se puede acceder desde la ciudad en transporte público, que dejará a los visitantes frente a la intendencia– es posible acampar o alojarse en hosterías para recorrer a pie los senderos (abiertos según el clima; informarse en intendencia).

ALOJAMIENTO: Hotel Las Bayas, Alvear 985, cuatro estrellas: desde $ 3.400 la habitación doble. Hostería Cumbres Blancas, Ameghino 1683, tres estrellas: desde $ 2.070 la habitación doble.

GASTRONOMÍA: Don Chiquino (Ameguino 1641) es un clásico de Esquel para las pastas. También se destaca el restaurante del hotel Las Bayas (Alvear 985), con una carta internacional y de autor. En Fitzroya (Rivadavia 1042) la recomendación son las pizzas. Para el té en Trevelin (desde $ 300 por persona), Nain Maggie (Perito Moreno 179) y La Mutisia (San Martín 170).

MÁS DATOS: esquel.tur.ar

Imperdibles

Otros atractivos

En el destino y los alrededores.

Cascadas y molino. En los alrededores de Trevelin la naturaleza puso las cascadas Nant y Fall, dos hermosos saltos de agua que se pueden observar desde pasarelas y miradores. Y la historia puso el molino Nant Fach, donde la harina se sigue moliendo como en los tiempos ancestrales y se recreó un almacén de ramos generales.

Curiosidad en la estepa. Piedra Parada es una roca gigante de más de 200 metros de altura que está prácticamente en el medio de la nada. En tiempos inmemoriales era parte de las laderas de un volcán cerca del río Chubut; hoy es una curiosidad geológica que marca el paisaje a unos 80 kilómetros de Esquel (la población más cercana es Gualjaina). Una rareza en una zona donde también hay pinturas rupestres.

El otro glaciar. No hace falta bajar hasta el Perito Moreno, en Santa Cruz, para encontrarse frente a un auténtico glaciar. Al Torrecillas, dentro del Parque Nacional Los Alerces, se llega después de haberse embarcado en Puerto Chucao y recorrido parte del lago Menéndez, hasta desembarcar para una caminata que lleva hacia una laguna donde flotan trozos de hielo desprendidos del glaciar. Todo en medio de bosques de alerces, lengas, coihues y cipreses, bajo la sombra de los cóndores.

Destino multiaventura. En Esquel todo tienta, pero para ver algo realmente único es preciso alejarse unos 50 kilómetros y ascender por las laderas del cerro La Torta en 4x4. Cerca de la cumbre se sigue a pie hasta una cascada donde se acumula nieve que en verano se descongela desde adentro hacia fuera: se forman así increíbles y fotogénicos túneles de hasta 100 metros de largo, una sorpresa natural elusiva pero que vale la pena perseguir.

También para esquiadores. La Hoya es el centro de esquí de Esquel. Además de clases de esquí y snowboard para todas las edades, ofrece paseos en raquetas de nieve. Se lo considera uno de los complejos más seguros de la Patagonia, gracias a que todas las pistas confluyen en el mismo lugar, y por lo tanto es uno de los más elegidos por las familias. Por la orientación de la montaña, puede tener nieve hasta mediados de octubre.