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Información útil para una escapada a Villa La Angostura

En nuestro país hay destinos hermosos, conocelos a todos. 

CÓMO LLEGAR: la aerolínea Andes ofrece vuelos a Bariloche desde Aeroparque por $ 2.809 (andesonline.com). Aerolíneas Argentinas (aerolineas.com.ar) y Flybondi (flybondi.com) tienen vuelos directos Córdoba/Bariloche.

BELLEZA. Villa La Angostura, entre cascadas y arrayanes

PASEOS: el catamarán Bandurria (desde Puerto Bandurria) propone excursiones por el lago Nahuel Huapi, con una duración de dos horas y media. Incluye almuerzo y trekking en población Martínez. Costo: $ 750 por persona.

El acceso al Parque Nacional Los Arrayanes es de $ 120 para mayores y de $ 60 para niños de entre 6 y 12 años. Menores de 5 años, gratis.

ALOJAMIENTO: El Mercado (Av. Los Arrayanes 450) es una excelente opción para alojarse muy cerca del centro de la villa y disfrutar de un lugar muy especial, construido íntegramente con materiales reciclados y con un gusto exquisito en cada rincón. Como su nombre lo indica, cuenta además con tres restaurantes, bares, casa de té y locales comerciales. Si no te alojás, pasá al menos a tomar una cerveza artesanal. (elmercadoangostura.com.ar)

GASTRONOMÍA: tapeo y cerveza artesanal en Lobo grill & bar (Cerro Bayo 37), entre $ 300 y $ 400 por persona.

MÁS DATOS: villalaangostura.gov.ar.

Hotel centenario

Hace poco más de un año, el hotel Correntoso cumplió 100 años. En 1917, impactados por el paisaje, Primo Capraro, propietario de un aserradero y una casa de ramos generales, abrió junto con su esposa la pensión Doña Rosa, con tres habitaciones y un baño, en la unión del río Correntoso con el lago Nahuel Huapi. Pronto comenzó a recibir a amigos y pescadores que llegaban por barco o hidroavión. Las visitas fueron aumentando y en 1929 se amplió el establecimiento a 20 habitaciones y un comedor. Tuvo su época de mayor esplendor en 1936, dirigido por el hijo de Primo, Francisco Capraro, quien construyó el primer edificio de mampostería. Después de cambiar de manos y de pasar por un largo período de abandono, la familia Laurence lo adquirió. Luego de remodelarlo y refaccionarlo lo reinauguró en enero de 2003. Hoy tiene 49 habitaciones, cada una de ellas con vista al lago o al río.