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Información útil para descubrir Jujuy

CÓMO LLEGAR: hay vuelos directos de Córdoba a Salta desde $ 613 (en low-cost), ya que también desde la capital salteña se puede iniciar un recorrido que lleve hasta Humahuaca. Si no, de Córdoba a Jujuy hay vuelos directos desde $ 3.500.

MUCHOS PAISAJES. El arte de los cerros.

CÓMO MOVERSE: lo ideal es manejarse con vehículo propio, pero solo si hay confianza con los caminos de montaña. En caso contrario, tomar una excursión o los transportes locales que hacen trayectos por la región es la garantía de poder disfrutar del paisaje, sin pensar en el volante. Tener en cuenta que en algunas zonas más alejadas no hay señal de celular.

ALOJAMIENTO: en los pueblos de la Quebrada de Humahuaca hay desde hostels sencillos hasta hoteles de lujo. Según la categoría, el rango va desde 25 a 120 dólares por noche, en habitación doble.

GASTRONOMÍA: el noroeste argentino es un paraíso gastronómico para probar platos típicos, desde locro a humita en chala, empanadas, charqui, carbonada o tamales. También se puede probar la carne de llama, propia de esta zona. Las papas andinas también convocan, en todas sus formas, así como el queso de cabra y los quesillos con dulces artesanales. ¿Una curiosidad? El pochoclo de quinoa que se vende en puestitos de vendedores ambulantes.

MÁS DATOS: turismo.jujuy.gov.ar.

Más opciones

Condimentos extra

Color local.

Altura y aclimatación. Humahuaca está a unos 3.000 metros sobre el nivel del mar; el Hornocal unos 1.500 metros más arriba. La diferencia se siente y hay que tenerla en cuenta. Conviene ir después de estar ya aclimatado a la quebrada: el cambio será menos brusco y se sentirá menos. Y si no, hojas de coca son la solución clásica al apunamiento.

Los colores. Del verde al rojo y el ocre, la paleta parece infinita. Se debe a los pigmentos naturales de las montañas, desde la arcilla roja (rosa) al hierro (rojo), el óxido de cobre (verde) o el azufre (amarillo). Las edades de estas formaciones alcanzan los cientos de millones de años: un libro abierto sobre el pasado del planeta.

Purmamarca también. El Cerro de los Siete Colores es el "hermano menor", más famoso y accesible, de este Cerro de los Catorce Colores jujeño. Al pie está el pueblito de Purmamarca, y es ideal verlo recorriendo el Paseo de los Colorados, que sale desde la conocida localidad y ofrece hermosas vistas de todos los alrededores.

Turismo rural comunitario. Es una de las mejores experiencias posibles en la región. Algunos lugareños de los pueblos de la zona abren sus casas a los turistas, y comparten con ellos sus tradiciones y modos de vida, para acercarse como nunca antes a la cultura indígena y campesina que conforma la identidad de los valles jujeños.

Camino del Inca. Dejando atrás el Hornocal hacia Santa Ana, a partir de este pueblito puneño comienza el tramo del Camino del Inca que forma parte del Patrimonio de la Humanidad en Jujuy: son las "escaleras del inca", un sendero con escalones perfectamente marcados y trazados en piedra, que avanzan en medio de un paisaje espectacular. Vale la pena intentar la experiencia pero hay que tener tiempo y estar aclimatado a la altura.